Bajo esta blanca luna.

El chico de la casa en la colina.

Capítulo 4.- El chico de la casa en la colina.

- Será una marta.

La madera de las escaleras crujió cuando Hyun bajó apresurado por ellas, acomodándose el suéter. Desde la cocina, las voces nítidas de sus padres llegaron a sus oídos.

- Pues valiente animalejo que se roba los huevos de nuestras gallinas. Tendré que ponerle una trampa.

- Es sólo un pobre animal hambriento.

- ¿Sucede algo?

Sus padres interrumpieron su ir y venir por la cocina para verlo. Su madre servía un vaso de leche, el cual le ofreció junto con un pan al tiempo que explicaba. - Tu padre que está molesto por un pobre animalito hambriento que ha estado rondando en estos días.

- Se roba los huevos de las gallinas y eso no es algo bueno para nosotros. - Se defendió su padre.

- Yo no sabía. - Comentó Hyun bebiendo casi de un trago la leche y zampándose el pan en un dos por tres, suponiendo que aquello representaba una gran tragedia para su padre, quién sentía una profunda devoción por sus gallinas. Sin embargo tenía prisa. - Me contarán después, ahora tengo que ir a repartir el periódico.

Salió de casa para seguir la rutina de todos los días, recogió el periódico en el lugar de siempre, lo echó en su bolso y subiendo a su bicicleta se dispuso a repartirlo. Al llegar con el viejo ajhussi del café y tabaco, se encontró con la novedad de que no estaba solo.

- ¡Oh! ¡Hyun Joong-ah! ¡Hoy llegaste temprano!

- ¡Buen día ajhussi! No podía dormir y madrugué.

- Es esa bella chica ¿eh? Esa que tiene el sol en sus ojos. Ella es quién te quita el sueño, ¿no?

Hyun Joong sonrió apenado. Pasándole el periódico y haciendo una venia a su acompañante. - Buen día ajhumma. - Saludó cortés a la mujer que vivía a unas cuantas casas.

La mujer lo barrió con la mirada, haciendo un mohín de enojo. - No tan bueno. Alguien se ha estado robando los frutos de mi huerto, no serás tú ¿cierto?

- ¿Qué? ¡Omo! ¡Claro qué no, ajhumma!

La mujer lanzó una carcajada. - Lo sé, chico, lo sé. Ya encontraré al ladronzuelo. A esa escurridiza sombra que se pasea por ahí.

- Imaginaciones tuyas, mujer, ya te lo dije. Nunca nadie se ha robado nada en éste pueblo. Debe ser un animal.

- Una marta. - Opinó Hyun Joong pensando en la plática de sus padres.

- ¿Una marta? ¡Aigooo! Pues esa marta tiene los pies ágiles y ojos oscuros. Más que marta me parece un cervatillo.