Bajo esta blanca luna.

Bajo el pelaje, sólo un chico.

Capítulo 22. – Bajo el pelaje, sólo un chico.

Nunca se sintió tan culpable y avergonzado. Ha Neul no se merecía lo que él había estado a punto de hacer, por mucho que le hubieran lastimado sus palabras. En clase, apenas si prestó atención. Observándola, recordó todo lo que ella había significado. Agachó la cabeza. Era tan indigno, porque con su actitud no sólo había ofendido a Ha Neul, sino que además, ahora Saeng se sentía mal por su culpa. Decidió hablar con ella y cuando las clases terminaron la siguió hasta un punto donde pudo darle alcance y hablar sin la mirada curiosa de extraños.

- Ha Neul... - Llamó con la suavidad de antaño. Los pasos de la chica se detuvieron y él se acercó tratando de no intimidarla. – Ha Neul... yo... lo siento.

Ha Neul giró el rostro, para evitar su mirada. - ¿Es todo lo que dirás? – Preguntó en tono amargo.

Hyun Joong caminó un poco hasta quedar frente a ella. – Es todo lo que puedo decirte, porque es así, yo... lo siento tanto. – Tomó valor y buscó las palabras apropiadas. – Siento haberte ofendido de esa manera. Lo que dijiste de Saeng no fue justo, pero yo no tenía ningún derecho a... - Suspiró. – Estoy tan avergonzado. – Miró el jardín de hortensias algunos pasos más adelante, donde tardes enteras con Ha Neul la pasaron jugando, o haciendo planes sobre un futuro que ya no llegaría. – Siento haber roto tu corazón, siento... siento que la despedida haya llegado de esta forma. Siento que no podamos seguir juntos, pero yo... siempre voy a quererte.

Volvió a mirarla, y esta vez Ha Neul lo enfrentó con despecho en su semblante. - ¿Cómo puedes amarlo? ¿Cómo puedes estar con él? – Se mordió los labios, tratando de ahogar sus lágrimas. – No me digas que lo sientes, no me digas que siempre vas a quererme, porque todo lo lindo que sentí por ti se va transformando poco a poco en algo horrible. Porque odio a ese chico, y si pudiera, haría lo posible por romperle el corazón de la misma forma que él hizo conmigo. Porque me ha hecho descubrir que no soy buena, y que me gustaría ser capaz de causar mucho daño.

- Eso no es verdad, Ha Neul, eres la chica más buena que conozco.

Una sonrisa triste, burlona, que Hyun Jong jamás creyó ver en Ha Neul. – No. Te equivocas, y si algo tenemos que agradecerle a... a "él", es descubrirnos a nosotros mismos, es descubrir eso negro que guardamos dentro. No somos buenos, Hyun Joong, no lo somos, y ahora lo sabemos. – Empezó a andar mientras advertía. – No me sigas, no vuelvas a seguirme. No quiero tu lástima ni migajas de tu corazón.

Para que Ha Neul dijera esas cosas, era porque un dolor muy grande la impulsaba a hacerlo. Hyun Joong sintió tanta pena. A lo lejos, vio a la buena ajhumma que seguro iba a su huerto. Lo había visto todo, sin duda, aunque su mirada seria no lo culpara de nada. Caminó hacia ella y cuando la tuvo enfrente, sólo pudo murmurar. – No soy un buen chico.

La buena mujer lo amparó en sus brazos, con la calidez de una tierna abuela, sin importarle que su ropa se mojara a causa de sus sollozos. – Ah, Hyun Joong- ah. – Murmuraba acomodando sus cabellos. – Hay frutos que caen al suelo y parecen un poco podridos, pero tienen semillas fuertes, y en determinado tiempo, serán las raíces de un maravilloso árbol.


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¿Cómo se atrevía a decirle esas cosas? ¿Cómo pretendía quererla si ya no estaba a su lado? Ha Neul no era noble, porque no iba a conformarse con eso, y en el momento en que tuviera oportunidad, tomaría su revancha.

Ese chico de la colina era un monstruo. Y sólo necesitaba una luna llena para demostrarlo.

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