El pueblo... en el que nunca nada sucede.

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Capítulo 32. – El pueblo... en el que nunca nada sucede.


Sus padres creyeron la historia de Hyun Joong y le riñeron por ser tan imprudente, pero se alegraron de verlo a salvo. Sus hermanos demostraron la alegría de verlo de nuevo entre ellos, ofreciéndole leche tibia y pan recién horneado para el desayuno. Cuándo sus padres se marcharon cada uno a su tarea, los tres pequeños lo atacaron con planes para él y para Saeng.


- Pueden vivir en la casa de la Colina. Nosotros iremos a visitarlos y los llevaremos de paseo al lago. – Propuso Dak Ho con alegría.


- Sembraremos muchas flores. Haremos un sitio hermoso para Saeng. – Decidió Taeyang mirando con ojos dulces a Hyun Joong.


- La comida es importante, también podemos sembrar algunas patatas dulces para ustedes.


Hyun Joong revolvió el cabello de Dong Sun. – Ya lo iremos resolviendo. No podemos ir tan rápido.


La idea de los niños no era mala, pero por seguridad, Hyun Joong prefería que Young Saeng viviera un tiempo más en casa de la buena ajhumma. Estaba seguro que ella no se negaría. Y el viejo ajhussi ayudaría a cuidarlo.


Un mejor tiempo vendría. Y los ojos de luna de Saeng, podrían al fin dejar de ser tan tristes.


**


Llevaba uvas y un par de panecillos dulces para Saeng. Toda la mañana sin verlo y ya lo extrañaba con inusitada desesperación. Era tonto, pero ansiaba ya envolverlo en sus brazos, observar sus ojos, y a escondidas de sus viejos amigos, robarle uno, dos, hasta tres besos y montones de caricias.


Los temores tendrían que irse. Young Saeng tenía que entender que lo amaba. Y lo aceptaría siempre pese a cualquier cosa, pese a las malas jugadas del destino.


Al llegar a la casa de la buena ajhumma, para su sorpresa la puerta estaba abierta y pudo entrar sin ninguna dificultad. Caminó hasta la cocina y se encontró con Ha Neul y sus buenos amigos sentados a la mesa. De inmediato, al ver sus rostros, supo que algo muy malo había pasado.


- ¿Y Young Saeng? – Preguntó buscando ansioso con la mirada. Presintiendo algo con el corazón.


Un silencio. Luego las palabras dolorosas de la ajhumma. – Se ha ido. El cervatillo con ojos de luna, se ha marchado.


Buscó interrogante la mirada de Ha Neul, pero ella agachó la cabeza. Salió corriendo sin hacer caso a las advertencias del ajhussi de que no lo alcanzaría.


¿Qué camino habría tomado? ¿El mismo por dónde habían intentado su huida? Se decidió por ese rumbo y caminó por mucho tiempo. Llamando a voces a Young Saeng. Árboles y hierba seca recibieron sus pasos. Después de incontables horas entendió que no lo lograría.

Bajo esta blanca luna.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora