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—¿Crees que puedas conocerlas sin querer asesinarlas con la mirada, Nashira?
La antes mencionada, miro Regulus frente a ella como si estuviera loco. Su mirada era indescifrable, aprovechando que estaban en una mesa, frente a frente, Nashira se pellizcaba así misma la palma de la mano, en un intento de calmar su enojo.
—¿Quieres la verdad o la mentira blanca?—pregunto con una ceja alzada. Regulus la miro con la mandíbula apretada, llevaban casi cuarenta minutos discutiendo.
—Nashira, esto es importante para mí...
—¿Crees que eso hará que me convenzas? En realidad no me importa si es o no importante para ti. —Regulus tenía intenciones de hablar, sin embargo, Nashira lo interrumpio—Dejame ver si entiendo. ¿Quieres que conozca a tu esposa y a tu hija cuando tú ni siquiera me visitas o envías una carta? ¿Quieres que me crea las cosas que la tía Marlene dice para tratar de encubrirte?
—Nashira, soy tu padre, y tienes...
—Eso no tiene relevancia para mí. No eres mi padre. No te necesite antes y no lo haré ahora. —dijo Nashira mientras se levantaba de la silla, con Regulus siguiéndola.
—Dime. ¿Tu crees que eres mejor y que no me necesitas?
—¡Soy mejor que tú...—apunto a Regulus—...Y nunca te necesite!
—¡¿Entonces por qué diablos sigues buscando mi aprobación?!—grito golpeando la mesa—¿Crees que no escucho lo que dices de mi? ¿Crees que no se cómo se siente?
—¡Tu no sabes cómo se siente! ¡Tu no tienes familia Regulus, los cambiaste por alguien que acabas de conocer! ¡Tu junto a Sirius son una desepcion! Ahora veo porque son hermanos.
—¡Yo no tengo nada que ver con Sirius! ¡Yo ya no tengo nada! ¡Y tú, no sabes cómo se siente!
—¿Enserio?—pregunto con sarcasmo—¡Porque por doce años no he tenido nada!
—¡Tu enserio necesitas ayuda profesional! ¡Tu no conoces la verdadera historia, y aún así, sigo siendo el villano de la historia!
—¡Yo solo quería que fueras mi padre, Regulus! Un padre que de verdad me quisiera y estuviera conmigo. ¿Pero adivina qué? Lucius Malfoy resultó ser un mejor padre. ¡Un padre que no se parece en nada a tí!
—¿Tu crees que quería una hija como tú? ¿Que me recordara al idiota que tengo por hermano? ¡Yo nunca te quise en primer lugar! ¡Ellas son mi prioridad ahora! ¡Ellas no tienen a nadie, tu si! ¡Deja de comportarte como una mocosa de un año!
Nashira lo miro con lágrimas en los ojos, pero sin llorar, asintio mientras sentía el nudo en su garganta.
—¿Es todo lo que tenías que decirme?
—Nashira...
—Bien. —salio rápidamente de la habitación, azotando la mano detrás de ella.
