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𝓐𝓬𝓽𝓾𝓪𝓵𝓲𝓭𝓪𝓭...
Ya habían pasado dos semanas desde que Frank me dejó y desde que supe que estaba embarazada. Había intentado abortar, sabía que era lo mejor, pero no podía. Ese bebé no tenía la culpa del despojo que tenía por padre ni del desastre de su madre. Había comenzado a ir a las revisiones del embarazo, la primera a la que fui fue en la semana 6, una semana después del positivo. La doctora West dijo que todo estaba correctamente y que era pronto para escuchar el latido fetal. Me molestó que llamara feto a mi bebé, aunque sabía que se llamaba así, pero para mí ya era una personita pequeña, aunque supongo que las hormonas tenían mucho que ver en mi molestia.
"Bien Alice, te daré cita para dentro de dos semanas, lo que hará que estés de 8 semanas. Ahí ya deberíamos escuchar el corazón"
Deseaba tanto que llegara esa cita, quería escuchar a mi bebé y eso haría más real todo, sería como si mi bebé me dijera "aquí estoy mamá, ya nunca más estarás sola".
Había encontrado la manera de esconder mi embarazo a los ojos de mi madre, gracias a Dios aún no se me notaba la barriga y cuando tenía malestar estomacal o mareos, simplemente le decía a mi madre que era por el estrés del trabajo. Aunque desde que ella comenzó a trabajar por las mañanas y yo cambié mi turno en la pastelería al de la tarde y comencé a trabajar de noche en una gasolinera, apenas la veía. Y así era mejor ya que ella no tendría la oportunidad de ponerme una mano encima y así yo ahorraría para hacer posible el plan que había estado tramando desde que me bajé del coche de Frank hace unas semanas. Desde el momento en que asumí que estaría sola con mi bebé decidí que no podía dejar que mi madre lo tocara, mi bebé jamás pasaría por lo que yo pasé. Crecería en un hogar con amor y respeto. Así que decidí que lo mejor era huir de Tampa, pero tendría que ser un lujar muy lejos de aquí. Había estado mirando todos los estados. Texas, demasiado calor. Nueva York, cerca y caro. California, carísimo y demasiado turístico. Pero al estar mirando el mapa algo llamó mi atención, un estado tan lejos como quería, con pueblos pequeños donde comenzar un hogar. Montana, era perfecto. Había comenzado a buscar trabajo por allí, había hecho dos entrevistas ayer, pero aún era pronto para que me llamaran y mejor así, porque podría ahorrar todo lo posible para comprar mi primer coche.
Me había sacado el carnet en el instituto, pero nunca había tenido coche propio, tampoco lo quise ni necesité. Pero ahora lo necesitaría para irme lejos con mi bebé. Estuve viendo algunos coches, todos demasiado caros. En mis ratos libres en el trabajo seguía buscando en el periódico local o internet. Hasta que lo vi, allí estaba, un Ford sedán del 2005, tenía más de 100.000km, pero no me importaba y en realidad estaba muy bien de precio, 1000 dólares. Tenía para pagarlo al contado y poder seguir ahorrando para irnos. Contacté con el dueño que resultó ser una señora de 80 años que ya no veía para seguir conduciendo y quería quitarse "ese trasto" de encima.
Me contó que no tenía nietos a los que darles el coche. Así que concretamos una cita para el sábado al mediodía, mi día libre y mamá trabajaría, perfecto.
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Cuarto capítulo publicado, en el siguiente seguiremos con el plan de escape de Alice ¿lo logrará? 🤨🤨
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