𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 🏵 𝓬𝓪𝓽𝓸𝓻𝓬𝓮

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Llegué unos minutos más tarde, después del encuentro con ese sujeto tan grosero y desagradable, a la casa principal

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Llegué unos minutos más tarde, después del encuentro con ese sujeto tan grosero y desagradable, a la casa principal.

Era una cabaña de madera enorme, con un porche que rodeaba toda la casa, una gran puerta de madera y grandes ventanales que dejaban pasar la luz del interior.

Por el lado izquierdo apareció un hombre de unos 50 años. Llevaba un sombrero de cowboy, vaqueros y una camisa. Tenía un parecido con el desagradable que me había encontrado al entrar al rancho, supuse que era familiar de él.

Bajé del coche y me dirigí a la puerta principal, a donde también se acercaba el cowboy.

-Buenas tardes linda, debes ser Alice. Mi esposa te está esperando adelante.

Sí, era familiar y no cualquier familiar de aquel imbécil, era su padre.

-Sí, soy Alice, encantada...

- ¡Oh! Llámame Jason. -me dijo extendiendo su mano para presentarse.

-Encantada Señor Jason. - le estreché la mano con una sonrisa.

-Por favor, solo Jason. Vamos entremos.

Al entrar por la puerta la casa era más sorprendente por dentro que por fuera, tenía una escalera ancha a la derecha y unos techos altos. La lámpara de estilo rústico, colgaba desde el techo e iluminaba toda la estancia. A la izquierda había un gran espacio con un sofá rinconero color crema, una mesa de madera maciza en el centro con un jarrón con narcisos blancos. Una cristalera desde el suelo hasta el techo se imponía a la izquierda del sofá y una gran chimenea quedaba a la derecha de este, haciendo de pared hacia la cocina. Muebles de madera y encimera blanca de mármol adornaban la estancia.

Allí, en la cocina, aguardaban dos mujeres. A una ya la conocía, pues la había visto por videollamada hacía apenas unas semanas, y la otra supuse que era Maggie, el ama de llaves.

-Lily cariño ¡mira a quién me he encontrado en la puerta de casa! - le dijo Jason a su esposa con una gran sonrisa.

- ¡Alice preciosa! ¡Por fin nos conocemos! - se acercó a mí con una gran sonrisa y extendiendo sus brazos para abrazarme.

-Encantada de conocerla Señora Clark. - me retorcí un poco a su contacto, aún tenía las heridas de la espalda muy frescas.

-Por favor dejémonos de formalidades, ahora que ya estás aquí puedes llamarme Lily a secas. - asentí con una sonrisa. - Ven, ella es Maggie, fue mi nana cuando era niña y desde que me casé es mi ama de llaves.

-Encantada Maggie. - dije extendiendo mi mano para estrechar la suya.

-Encantada de conocerte querida, Lily no ha dejado de hablar de ti desde que te conoció por el chisme ese. - dijo señalando un ordenador portátil que había en la isla de la cocina. No pude evitar reír suavemente.

-Maggie no seas exagerada, mi mujer solo ha hablado de Alice unas ochocientas veces al día desde que la conoció. - dijo Jason riéndose.

-Oh por favor, odio cuando os ponéis de acuerdo para burlaros de mí. - Maggie y Jason rieron al unísono.

-Vamos cariño, voy a enseñarte tu habitación. - me dijo Lily.

- ¿Mi habitación? Pensé que los empleados del rancho dormían en las casas cerca de los establos.

-Y así es, pero dado que estás embarazada por ahora no trabajarás ni vivirás cerca de los animales. A veces se ponen bravos y puede ser peligroso. - contestó Jason.

- ¿Entonces qué trabajos voy a hacer?

-Hasta que des a luz, y el bebé sea unos dos o tres meses mayor, estarás en esta casa ayudando a Maggie. Ella te enseñará lo que debes hacer.

-Está bien Señora...-me miró fijamente para corregirme. - disculpa, Lily. Entonces cuando me enseñe la habitación, comenzaré mi trabajo.

- ¡No, para nada! Debes descansar, así que cuando te enseñe la habitación te darás una ducha y bajarás a cenar con nosotros. - me dijo Jason

-No hace falta, puedo cenar en la cocina o en cualquier otro lugar Jason.

-Mi esposo tiene razón, te ducharás y cenarás con nosotros, no aceptamos un no por respuesta.

Lily me llevó a mi habitación, quedaba cerca de la cocina y la habitación de Maggie, en la planta baja. Era una habitación bastante grande para ser de un empleado, estaba decorada con un gusto exquisito y sencillo, el blanco pintaba las paredes y en el centro de la habitación había una cama doble que parecía muy cómoda, me habría encantado probarla en ese mismo momento, pero lo que más me llamó la atención era la cuna que había al lado derecho de la cama. Era de madera y tenía algunos peluches para bebés, las sábanas eran blancas. Se me saltaron las lágrimas. Aquellas personas no me conocían de nada y hasta me habían puesto una cuna para mi bebé al lado de mi cama. Me habían abierto las puertas de su casa como si fuera una más de la familia.

-Supuse que la necesitarías en algún momento, era de mi hijo cuando era bebé y después pasó a ser de su hermana, ahora será para tu bebé el tiempo que la necesite. - Lily rompió el silencio y me decía esto mientras me agarraba de la mano.

-No tenía por qué hacerlo, pero gracias. Es lo primero que tiene mi bebé desde que supe que estaba embarazada.

- ¡Oh pues tengo más cosas guardadas!

-No hace falta Lily, se lo agradezco, pero ya se ha tomado demasiadas molestias conmigo y mi bebé.

-Bueno, pero si en algún momento necesitas algo, cualquier cosa, no dudes en decírmelo. Y si tienes que ir a comprar algo o ir al pueblo también puedes decírmelo, o a mi esposo. Estaremos encantados de ayudarte Alice.

-Gracias. - dije emocionada, las lágrimas estaban a punto de volver a salir.

Nunca nadie había sido tan amable conmigo, ni siquiera Frank, ahora me daba cuenta que él solo me había utilizado para su beneficio. Pero eso ya quedaba en el pasado.

-Ahora dúchate y ven a cenar cariño. - me dijo Lily abrazándome de nuevo.

Cuando Lily se fue de la habitación, comencé a deshacer la maleta. No llevaba muchas cosas, solo lo imprescindible, ya me compraría más cosas cuando las fuera necesitando. Acomodé todo lo que tenía en sus respectivos lugares y me fui desnudando para meterme en la ducha.

Cuando el agua caliente comenzó a recorrer mi espalda, sentí un dolor punzante. Las heridas estaban allí. Seguían allí. Aquel oso hizo bien su trabajo, seguramente me quedarían algunas marcas. Pero ahora eso era lo de menos, solo quería encontrar a un médico en el pueblo para poder ver a mi bebé y saber que estaba bien. Que seguía vivo.

Terminé de ducharme, y lavarme bien el pelo, quince minutos después. Me vestí con un vestido, amarillo pastel y de flores blancas, que me llegaba por encima de la rodilla. Me puse unas zapatillas blancas y me sequé el pelo. Como aún tenía marcas en la cara, volví a ocultarlas con maquillaje. Salí de la habitación dispuesta a cenar. Pero una voz familiar retumbó en mis oídos. Él estaba allí.

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N/A

Capitulo catorce. Siento haber estado desaparecida tantos días. Espero que disfrutéis con esta parte.

Me haríais un gran favor dando me gusta y comentando.

Gracias a todos!!

Noah Clark (DISPONIBLE EN FÍSICO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora