𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 🏵 𝓽𝓻𝓮𝓲𝓷𝓽𝓪𝓲𝓸𝓬𝓱𝓸

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Sentía como la sangre me hervía. Quería golpear todo, matar a ese cabrón que le había puesto las manos encima a Alice y la había asustado. Si los chicos no me hubieran separado de él lo habría matado allí mismo con mis propias manos.

Me había costado mucho dejar a Alice sola en casa, pero accedí porque ella insistió y pensé que necesitaba tiempo a solas.

Conduje con la ventanilla bajada, necesitaba que el aire frío me golpeara en la cara para calmarme un poco. Llegué a donde estaba mi padre. Me miró fijamente, pero pasé de largo, no tenía ánimo para hablar con nadie. Solo quería despejar mi mente, que la imagen de Alice temblando, muerta de miedo desapareciera de mi cabeza.

¿Cómo había podido suceder eso? Confiábamos en todos nuestros trabajadores, siempre investigábamos a las personas que íbamos a contratar. Pedíamos antecedentes penales. Todo lo necesario para asegurarnos de que contratamos a buenas personas. Pero de algún modo ese cabrón se coló en mi casa. En mi hogar. Hizo temblar a mi mujer. Pateé un cubo que tenía cerca. La vaca que había a mi lado se asustó.

-Tranquila chica. - dijo mi padre acariciándola. - Noah...

-Papá ahora no. Por favor. - me senté en el suelo apoyando los codos en mis rodillas y la cabeza sobre mis manos.

Mi padre se acercó a mí y se agachó. Me puso una mano en la espalda.

-No puedes atormentarte con esto.

-Ya has visto cómo estaba Alice, ha sucedido bajo mis narices. No he podido protegerla. - las lágrimas comenzaron a caer sobre mis mejillas.

-Hijo no es tu culpa, ni la de Alice. La culpa solo es de es hijo de perra. - mi padre me abrazó. Me acurrucó en su pecho como cuando era niño.

-No quiero perderla... ¿Y si decide irse después de esto?

-Hijo, ella te ama. No va a dejarte por esto. Pero necesitará tiempo y tienes que concedérselo. - acarició mi brazo y me ayudó a levantarme.

Asentí y seguí trabajando.

Unas horas después me pasé por casa de mis padres para dejarle algunas cosas para Emma, iba a pasar la noche con ellos.

Maggie sostenía a Emma en brazos. Mi madre se acercó a mi para darme un abrazo.

-No te tortures con esto cariño. - le di un beso a Emma y me despedí de todos.

Cuando llegué a casa, Alice estaba en la cocina preparando la cena.

-No hacía falta que hicieras de cenar Alice. - levantó la vista hacia mí y me sonrió.

-Tenía ganas de cocinar. - dijo.

-Está bien, como tú quieras. Me voy a dar una ducha.

Subí las escaleras sintiendo el peso de mi cuerpo. Me desvestí y me metí en la ducha con agua fría, necesitaba sentir frío en mi cuerpo. Salí de la ducha unos minutos después, me vestí y bajé con Alice.

Ya tenía la mesa preparada y me estaba esperando para servir la cena. Había preparado unos filetes y una ensalada. Algo sencillo, pero muy bueno.

La cena pasó en total silencio por ambas partes. No nos miramos y tampoco hablamos. Hacía tiempo que no sentía tanta incomodidad estando con ella. Terminamos de cenar y puse el lavavajillas. Vi como Alice subía a nuestra habitación en silencio.

Me senté en el sofá y encendí la tele, había una película de acción, pero no presté atención. Solo miraba a un punto fijo mientras me seguía mortificando, porque ese era mi gran don, mortificarme con algo hasta hacerme polvo yo mismo.

Dos horas después subí a la habitación, Alice estaba de espaldas a mi lado tapada hasta arriba con las mantas.

Me senté en el borde para quitarme los zapatos, luego me quité la ropa y me quedé solo con mis bóxer. Me metí bajo las mantas mirando hacia arriba. Escuché a Alice sollozar. El corazón se me partió en mil pedazos. Odiaba verla así. Me giré y la abracé por detrás para atraerla hacia mí.

-Pensé que no querrías volver a tocarme. - me dijo Alice.

Me incorporé sobre mi codo y la giré hacia mí.

- ¿Por eso llorabas? - ella asintió mirándome a los ojos.

Le acaricié la mejilla y la besé en los labios. Alice me pasó sus brazos por encima de mi hombre para acariciarme la nuca. La subí en mi regazo de un tirón. Alice gimió ante mi erección.

-Esto solo lo provocas tú Alice. - le dije cortando el beso. - nunca dejaré de tocarte porque te amo y nada ni nadie podrá cambiar eso ¿lo entiendes? - ella me besó y apoyó su cabeza en mi hombro.

-Tenía miedo de que ya no te gustara. - solté una carcajada suave. Alice me miró.

-Si por mi fuera estaría haciéndote el amor durante todo el día. Nunca me sacio de ti. Me gusta todo lo que proviene de ti Alice. Solo quería darte tiempo. Lo que ha pasado hoy...

-No, no quiero ensuciar nuestra cama ni nuestro hogar con feos recuerdos. - me besó y le respondí.

Le quité la camiseta de pijama mientras ella movía sus caderas encima de mi erección. Gimió. Hice todo por controlarme, quería ir despacio. La acosté en la cama y metí mi mano entre su entrepierna. Le bajé los pantalones y las bragas de una vez. Metí mi cabeza entre sus muslos, primero besé el interior de ellos, con suavidad y cariño. Pasé mi lengua por su clítoris. Alice gimió. Jugué un rato en su entrepierna antes de introducirle los dedos. La penetré con ellos con cariño.

-Más...- gimió ella.

-No, quiero hacerte el amor despacio.

Seguí con mi ritmo, Alice se estaba volviendo loca. Unos minutos después note cómo se corría en mi boca. Saborearla era el paraíso. Le di unas últimas lamidas y me puse sobre ella.

- ¿Estás segura? Puedo esperar lo que haga falta.

-Noah te quiero dentro de mí.

Puse la cabeza de mi polla en su entrada y poco a poco comencé a penetrarla. La besé mientras lo hacía. Con movimientos suaves pero rápidos Alice volvió a correrse. Sentí como sus músculos se contraían al rededor mi polla.

- ¡Joder! - gemí.

Alice sonrió y me empujó con sus brazos para separarme de ella.

-Quiero montarte. - me dijo.

Me recosté en la cama, Alice se puso encima de mí y poco a poco fue dejando caer su peso sobre mí. La agarré de las caderas para marcar el ritmo. Ella lo siguió con facilidad. Apoyó sus manos en mi pecho y siguió montándome. Gemí fuerte y ella hizo lo mismo. Verla disfrutar de esa manera me volvía loco. Alice volvió a tener un orgasmo a la vez que yo me corría en su interior. Se echó hacia delante para echarse en mi pecho aun con mi polla en su interior. La besé en la cabeza y la abracé.

Se echó a mi lado y nosquedamos dormidos abrazados. 

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N/A

Capítulo treintaiocho.

Me haríais un gran favor dando me gusta y comentando.

Gracias a todos!!

Noah Clark [DISPONIBLE EN FÍSICO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora