Después de un largo viaje llegué a Kalispell, a 25km de Clarkson Ville (*). Buqué en Google una tienda donde vendieran maquillaje para poder tapar las marcas, no podría hacer mucho con los cortes del labio y la ceja, pero intentaría taparlos lo máximo posible.
Después de comprar el maquillaje necesario, apenas me quedaba dinero, pero lo suficiente hasta mi primer día de paga.
Puse rumbo a Clarkson Ville.
El rancho quedaba a las afueras del pueblo, a unos 10km pasando Clarkson Ville. Vi por la ventanilla del coche como el pueblo quedaba a mi derecha, en las indicaciones que la Señora Clark me dio ponía que no debía entrar en el pueblo, que no era necesario. Cuando pasé el último cartel de entrada al pueblo giré a la derecha y allí había un camino de tierra. Viajé por él unos kilómetros y como si me hubiera perdido de algo apareció la entrada al rancho.
Constaba de dos postes de madera a los laterales y un letrero, también de madera, donde indicaba en grande "Rancho Clark". La entrada era lo suficientemente grande para que entrada una camioneta de gran tamaño. un muro de piedra bordeaba la entrada y llegaba hasta donde mi vista no alcanzaba. Imagino que bordeaba todo el rancho.
Conduje un poco más hacia dentro del rancho y me paré en una bifurcación. El camino por el que había venido seguía hacia adelante, pero un camino se abría a la izquierda. A lo lejos podía divisar una casa. Era grande, de madera y con grandes ventanales. Me preguntaba quién viviría ahí. Alejado del rancho, pero en sus términos.
Desplegué el visor interior del coche para poder mirarme al pequeño espejo que tenía. Saqué el maquillaje que había comprado en Kalispell y comencé con la tarea de tapar todos los hematomas que el oso me había ocasionado.
Hice lo que pude. Los hematomas parecían haber desaparecido, los cortes eran casi imperceptibles. A pesar de mi escasa experiencia con el maquillaje, estaba decente. Tan mínimamente decente como para que nadie preguntara por mi cara amoratada. Un coche me sobresaltó cuando salía del camino a la izquierda y se paró a mi lado.
- ¿Te has perdido monada? - dijo el conductor de la camioneta parada a mi lado. Era un hombre joven, quizás unos treinta años. De pelo castaño y ojos tan azules que parecía estar viendo el mar en ellos. Su mandíbula era masculina, se marcaba. No había rastro de barba.
- ¿Disculpa?
-Que si te has perdido ¿estás sorda o algo?
-No estoy sorda, es que no tengo costumbre de hablar con extraños y menos si me llaman monada. - y ahí fue cuando la vi. Una sonrisa que podría derretir cualquier iceberg. Parecía cálida, pero con algo de picaresca. Una sonrisa que dejaba a la vista una parte de sus perfectos dientes blancos.
- ¿Hacia dónde te diriges? Porque no se si te habrás dado cuenta o es que, además de sorda, también eres ciega, pero estás en mi rancho. Al principio del camino hay una entrada donde pone bien grande el nombre del rancho y que yo sepa tú no eres una Clark o una trabajadora de este rancho.
-En eso te equivocas. - dije enfurecida por sus palabras. Todo lo que tenía de guapo, también lo tenía de arrogante y chulo. - he sido contratada por la Señora Clark para trabajar aquí en el rancho.
- ¡Oh así que tú eres la embarazada a la que mi madre contrató! - en ese momento se inclinó un poco por fuera de la ventanilla de su coche para mirar hacia dentro del mío. - Aun no se te nota... Mmm...-
- ¿Mmm qué? - comencé a apretar mis puños y a clavarme las uñas en la palma de mi mano.
-Nada, es solo que eso quiere decir que tienes poco tiempo de embarazo, lo que significa que tendré que aguantar tus cambios de humor durante más tiempo y eso apesta.
-En primer lugar, tú. - dije señalándolo. - no tendrás que aguantar nada, no pienso estar cerca de ti, el rancho parece grande. Y, en segundo lugar, estoy embarazada de ocho semanas, lo que hacen casi tres meses, por si se te complican las matemáticas. - volvió a mostrar esa sonrisa que hacía que mi corazón comenzara a latir con fuerza. - no me queda tanto para tener a mi bebé.
Y en ese momento llevé la mano a mi vientre, deseando con todas mis fuerzas que mi bebé siguiera allí. Después de que aquel oso me golpeara no pude visitar a la doctora West para la revisión de las 8 semanas. Tuve que huir rápido de mi infierno. No tuve opción.
No tuve la oportunidad de escuchar el latido de mi bebé y tampoco pude pararme en ningún hospital por miedo a que el oso hubiera alertado de mi desaparición y la policía me estuviera buscando para regresarme con ella... Sí era mayor de edad, pero el oso sabía manipular, sabía hacerse la víctima y sabía hacerme temblar, tanto que a veces perdía el equilibrio.
-Bueno, como sea. Mi madre te estará esperando. Además, no me gusta perder el tiempo y menos con mujeres como tú.
- ¿Mujeres como yo? - podía notar como la sangre corría por mi cara, como hervía en mi interior. Este hombre tenía el don de enojarme con cada palabra que soltaba por esa perfecta boca.
-Nos vemos monada. - volvió a sonreír y se alejó en su coche.
En el momento que se alejaba pude ver como un perro miraba hacia atrás desde el asiento del copiloto. ¿Había estado ahí todo el tiempo? ¿Por qué no me había dado cuenta?
Quise dejar de pensar enese hombre tan imbécil y poner rumbo a la casa principal. La Señora Clark meestaba esperando y ya habían pasado más de las 5pm.
*Clarkson Ville es un pueblo ficticio creado por mi para esta historia, está basado en Whitefish (Montana)
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N/ACapitulo doce. Alice y Noah se han encontrado por primera vez. Pero la cosa no parece ir bien entre ellos
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Gracias a todos!!
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Noah Clark [DISPONIBLE EN FÍSICO]
Romance©️Historia registrada en el Registro de la Propiedad Intelectual de España. Cualquier tipo de plagio será denunciado ante la ley. El registro protege la historia de forma internacional. ------------------------------- Todos los derechos reservados...