Noah Clark [DISPONIBLE EN FÍSICO]

𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 🏵 𝓽𝓻𝓮𝓲𝓷𝓽𝓪𝓲𝓼𝓮𝓲𝓼

Alice había pasado días releyendo la carta que su padre le había enviado. Dos días después, una pequeña caja con cintas llegó. Tal y como dijo su padre, eran pruebas del abuso que Alice recibió de su madre.

Aunque Alice no estaba muy segura de sí hacerlo o no. Intenté convencerla de que lo hiciera, pero solo me prometió que se lo pensaría.

"Si la denuncio tendré que volver a verla y ni quiero ni tengo ganas".

Esas fueron sus palabras. No insistí más, demasiado me había costado que aceptara que Emma y ella se vinieran a vivir conmigo.

-Alice, mañana es sábado y os llevaré a Emma y a ti a Kalispell. Quiero que pasemos el día entero allí.

-Claro, me encanta la idea. - me sonrió.

Lo que Alice no sabía es que al llegar a casa de vuelta habría una sorpresa para ella y Emma. Había estado de bajón estos días, quería animarla y estaba seguro que mi sorpresa le encantaría.

Por la mañana pusimos rumbo a Kalispell, primero las llevaría de compras, después comeríamos en el mejor restaurante de la ciudad, luego llevaríamos a Emma a la feria de Kalispell y cenaríamos allí antes de volver a casa.

-Vamos nena, esta es nuestra primera parada.

- ¿Una tienda de ropa? - me dijo sorprendida.

-Así es, Emma está creciendo a pasos agigantados, necesita ropa nueva y quiero que te compres todo lo que te guste.

-Noah, cariño, puedo pagar nuestra ropa. No es necesario que gastes de tu dinero.

-Eres mi mujer y Emma mi hija, así que me gastaré en vosotras todo el dinero que considere oportuno. - la besé en los labios mientras ella ponía los ojos en blanco.

Alice le probó a Emma tanta ropa que se me hizo imposible contar, también le probó algunos zapatos. Los necesitaría ahora que ya andaba.

Pagamos la ropa de Emma y fuimos a la siguiente tienda para que Alice se comprara lo que quisiera. Dejé a Emma en su carrito, que estaba a mi lado, se había quedado dormida.

Alice salió del probador con un vestido rojo ajustado. Con él se le marcaban todas las curvas. Tuve que recolocarme en mi asiento, me estaba poniendo duro. Ojalá se lo lleve. Pero para mí total decepción lo desechó de inmediato.

-Es precioso, pero no tendría ocasión de ponérmelo.

Terminó de probarse la ropa y fuimos al restaurante.

-Me he comprado algo que te encantará. - me dijo mirándome a los ojos y sonriendo.

-Espero que sea ese vestido rojo, me encantaría arrancártelo. - Alice soltó una carcajada.

-Solo voy a decirte que te encantará. No saldrá nada más de mi boca.

Comimos y nos fuimos directos a la feria. Emma ya se había despertado.

Cuando llegamos, los ojos de Emma se abrieron de par en par. Comenzó a dar gritos de felicidad y a dar pequeños saltitos en su carrito.
Alice y yo nos reímos. Montamos a Emma en las atracciones que había para su edad. Alice y ella subieron al tiovivo. Cenamos unos perritos en la feria y nos fuimos a casa.

-Ha sido un día increíble. - dijo Alice mirándome. - Gracias por todo Noah. - me agarró de la mano que tenía en las marchas del coche.

-Te mereces esto y más mi amor. - le acaricié la mano con el pulgar.

Un rato después llegamos a casa. Llevé las bolsas al sofá y le pedí a Alice que cogiera a Emma en brazos con cuidado, ya que volvió a dormirse en el camino de regreso, para enseñarle la sorpresa.

Nos dirigimos al segundo piso. Nos paramos en la puerta de una de las habitaciones libres y la abrí.

La boca de Alice se abrió.

-N-noah...

-Emma necesita su propia habitación. - le hice un gesto para que entrara.

Examinó con atención cada detalle que había en la habitación, la cuna, el cambiador, el armario con la ropa de Emma, la decoración infantil...

-Pero ¿cómo? ¿cuándo?

-He tenido ayuda, sólo tenía que sacarte de casa el tiempo suficiente. - le sonreí desde el marco de la puerta.

-Tu madre. - dijo sonriendo.

-La misma. - le contesté yendo hacia ella para abrazarla. - Cuando te dije que os quería para siempre conmigo lo decía en serio. ¿Te gusta?

-Me encanta, es preciosa. - me dio un beso en los labios. Emma hizo un ruidito que rompió el beso. - será mejor que la acueste en la cuna. Se me va a hacer raro no tenerla en la habitación con nosotros.

-Sí, pero los padres necesitamos intimidad. - moví las cejas de arriba a abajo y Alice se rió.

-Vamos anda, al final la despertaremos.

Bajamos al sofá a por las bolsas de la ropa. Cuando subimos, Alice se fue hacia el vestidor para guardar su ropa nueva y dejar la de Emma en las bolsas para guardarla mañana.

No quiso que la ayudara, así que fui a quitarme la ropa y meterme en la cama.

Alice salió del vestidor con lencería. Era un conjunto de sujetador y braga, con encaje negro fino que dejaba a la vista su sexo y sus pezones. Gruñí y me puse duro de inmediato.

- ¿Te gusta lo que me he comprado? - dijo riéndose.

Ella sabía que sí, solo llevaba mi bóxer como cada noche, y ni siquiera me había tapado con las mantas. Podía ver mi erección.

Se acercó a mí contoneando sus caderas. Me estaba volviendo loco. La agarré por las muñecas cuando estaba lo suficientemente cerca.

- ¡No! - dijo ella. - hoy quiero agradecerte todo lo que has hecho por mí.

Bajó mi bóxer y acercó su boca a la cabeza de mi polla. Mi respiración se agitó.

Me lamió el glande con su lengua. Después se metió mi polla en la boca y comenzó a bajar y subir la cabeza. Empecé a jadear.

-Alice...

Ella siguió haciéndome la mamada. Estaba a punto de correrme. Alice le dio una lamida al líquido preseminal y volvió a meterse mi polla en su linda boca.

-Alice voy a correrme...

Aceleró sus movimientos y me corrí en el interior de su boca.

Me subí los bóxer y Alice se acurrucó a mi lado.

-Es la primera vez que trago semen. - me sorprendí ante las palabras de Alice, pero no pude evitar reírme, ella nunca decía cosas así. - no te rías imbécil. - me dio un golpe en el vientre.
Me reí más y me puse sobre ella.

- ¡Ah! ¿Pero sigues teniendo ganas de más? - me preguntó.

-Nunca tendré suficientede ti. - la besé y comencé a desnudarla para hacerle el amor.

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N/A

Capítulo treintaiséis.

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Gracias a todos!!