𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 🏵 𝓽𝓻𝓮𝓲𝓷𝓽𝓪𝓲𝓬𝓲𝓷𝓬𝓸

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Pasaron unos días después de la indeseada visita de Frank y Francine

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Pasaron unos días después de la indeseada visita de Frank y Francine. Las cosas parecían haberse calmado.

Emma y yo nos habíamos estado quedando en casa de Noah. Él insistía en que nos quedáramos a vivir con él. Pero yo dudaba si era lo correcto en ese momento.

Estábamos desayunando en casa de Lily y Jason, cuando el timbre sonó. Era el cartero como cada mañana.

-Alice... Esta carta es para ti. - me dijo Lily alargando la carta hacia a mí. - es de un tal John Cooper ¿es un familiar tuyo?

Me congelé. Mi padre nunca me hablaba, mucho menos me escribiría una carta. Además ¿cómo sabía dónde estaba yo?

Cogí la carta y me fui a un rincón apartado para leerla.

Querida Alice...

Se que te debes estar haciendo muchas preguntas. Pero antes de darte todas las explicaciones que necesitas quiero pedirte perdón. Perdón por no haber sido el padre que te merecías, por no ser el padre que necesitabas, por no ser el padre que te protegiera de los abusos de tu madre. Lo que te voy a contar te costará asimilarlo. Conocí a tu madre cuando ambos éramos jóvenes. Ninguno de los dos planeábamos tener hijos, queríamos enfocarnos en crecer profesionalmente. Pero un día tu madre llegó con una prueba de embarazo positiva. Estuvimos pensando y dando vueltas a qué pudo haber sucedido y solo había una opción: nuestro preservativo estaba en mal estado. Entonces llegaste tú. Una niña de pelo oscuro y unos ojos hermosos.

Te amé desde la primera vez que te tuve en mis brazos. Quería cuidarte, protegerte del mal de este mundo, amarte y verte crecer. Pero tu madre tenía otros planes para nosotros.

Mis ojos se empezaron a aguar.

La economía de la familia no iba bien, para bien o para mal eras una boca más que alimentar, tuvimos que dejar los estudios, ambos estábamos en el penúltimo curso de la universidad. Un día Francine me amenazó. Me dijo que si no me drogaba para que el gobierno nos diera una cuantiosa pensión iba a hacerte mucho daño. Solo tenías tres meses. ¿Qué podía hacer más que obedecer? Podría haberme escapado contigo, pero yo era un cobarde. Lo siento tanto mi niña.

Comencé a llorar en silencio. Noté un brazo encima de mi hombro y a alguien sentarse a mi lado. Era Noah. No dijo nada, solo me atrajo hacia él mientras yo seguía leyendo la carta.

Cuando te pegó por primera vez quise defenderte, pero ni siquiera podía mantenerme en pie. Me negué a volver a drogarme, pero Francine te encerró en el armario sin comida ni agua. Tuve que hacerlo. Solo así te sacaría de aquel lugar. Y así fue. Unas horas después de mi dosis Francine te sacó. Después de eso Francine comenzó a disolver la droga en vasos con agua para que no pudiera revelarme de nuevo. Me obligaba a tomarlo antes de que se me pasara el efecto del vaso anterior. Meses después ya era un adicto a la cocaína.

Se que esto no es una excusa y no pretendo justificarme. Solo quiero que conozcas mi historia y en parte la tuya.

Cuando te fuiste Francine se puso hecha una furia, estaba fuera de sí. Te buscó por todos lados. En tu trabajo, en el parque al que ibas cada sábado, llamó a Frank... Sentí un gran alivio cuando supe que te habías ido de este infierno. No fue hasta días después que me enteré que lo hiciste porque estabas embarazada. Francine había invitado a Frank a casa y habían estado hablando en la cocina. Ese cabrón dijo que no quería tener nada que ver contigo o con tu bebé.

Los recuerdos se volvieron a agolpar en mi mente. Me acurruqué más a Noah.

Quise matarlo en ese mismo momento por haberte roto el corazón. Pero gracias a todo eso te habías marchado y ahora estarías lejos viviendo una vida normal y esperaba que feliz.

Hace un mes ese maldito Hamilton se presentó en casa para hablar con Francine. Estaban en la cocina hablando con la puerta cerrada, pero pude oír cómo le decía a ella que había contratado un detective para encontrarte, te necesitaba para algo que fui incapaz de percibir. Algo se encendió en mí. Quería protegerte de los monstruos que tenía en mi cocina. No podía permitir que volvieran a joder tu vida. Esta vez haría algo.

Pude encontrarte gracias a que Francine se dejó una nota con tu nueva dirección.

Quizás esta carta no llegue a tiempo y ya te hayas encontrado con ellos. Pero hay algo más importante que te llegará en unos días a esta dirección. Es una caja con pruebas del abuso al que tu madre te sometió, puedes denunciarla. Podrás ser libre para siempre de su yugo.

Me incorporé en el sofá.

En algunos momentos de lucidez puse algunas cámaras ocultas en tu habitación, también algunas grabadoras de voz. Tienes material de sobra para encerrarla de por vida en la cárcel.

Cariño, eres más valiente que yo. Siempre has sido una mujer valiente. Te amo con toda mi alma Alice. Siempre has sido y serás mi niña.

Las últimas palabras me congelaron en un instante.

Cuando recibas esta carta ya no estaré en este mundo. No quiero seguir viviendo así. Pero quiero que tú vivas tu vida feliz. Junto a tu bebé. Ojalá lo hubiera podido conocer. Pero tengo una imagen en mi mente de ti junto a un bebé de pelo oscuro, como el tuyo, con mis ojos. Riendo y siendo feliz. Me quedaré con eso antes de irme para siempre. Vosotros seréis mi última imagen.

Te amo mi niña.

Tu padre, John Cooper.

Me abracé a Noah y lloré en su pecho un buen rato...

-Se ha ido...- dije sollozando.

-Lo siento mucho mi amor. - me dijo Noah achuchándome.

-Él me quería Noah. - mebesó en la cabeza y nos quedamos abrazados un rato más.

***********
N/A

Capítulo treintaicinco.

Me haríais un gran favor dando me gusta y comentando.

Gracias a todos!!

Noah Clark (DISPONIBLE EN FÍSICO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora