Noah Clark [DISPONIBLE EN FÍSICO]

𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 🏵 𝓽𝓻𝓮𝓲𝓷𝓽𝓪𝓲𝓭𝓸𝓼

El miedo en los ojos de Alice al oír la voz de esa mujer se había clavado en mi pecho. Nunca la había visto así. Temblaba, le costaba respirar y no dejaba de llorar.

Me volví hacia donde estaban esos desconocidos. Un hombre de mi edad había salido del lado del conductor y una mujer de mediana edad salió del otro lado. Tenía cierto parecido a Alice.

-Venimos a por mi hija. - dijo ella.

Apreté mi puño tan fuerte que me clavé las uñas en la palma de la mano. En ese momento el recuerdo de la espalda herida de Alice vino a mi mente, todo cobró sentido. Su miedo al oír la voz de ella, el ataque de pánico... Había sido ella quien le hizo aquello.

Noté como la ira crecía en mi interior. Me acerqué a donde ellos estaban a pasos agigantados.

- ¡Ella no es su hija! - le grité.

-Claro que es mi hija muchachito insolente. - espetó.

- ¡Alice! - gritó el hombre mirando en dirección a mi chica. - ¡Tengo que hablar contigo muñeca!

Di unos pasos para adelante, pero la mano de mi padre me paró. Miré hacia su mano que estaba en mi pecho y luego lo miré a los ojos.

-Noah, cuidado con lo que haces hijo. Alice ya estaba bastante alterada. - miré hacia ella que no había cambiado su posición. Asentí a mi padre. - Hablarás con Alice si ella quiere. - le contestó mi padre a ese hombre.

-Estoy seguro que ella quiere hablar conmigo. - dijo sonriéndome.

-Voy a preguntarle. - dijo mi madre alejándose hacia Alice.

-Me llamo Jason Clark. - dijo mi padre ofreciéndole la mano al hombre.

-Frank Hamilton. - le correspondió él.

Frank...

El cabrón que hizo daño a Alice. Estaba en mi rancho. Quería golpearlo, hacerle tanto daño como le hizo él a Alice. Quería hacer que se arrepintiera de todo lo que le hizo.

Mi madre se acercó a nosotros. Me miró y me agarró de la mano.

-Alice está dispuesta a hablar contigo. - miré a mi madre con sorpresa. Alice quería hablar con él. ¿Por qué?

Mi pecho se contrajo, un dolor que ya conocía me atravesó. Ahora era yo quien tenía miedo.

Frank pasó por mi lado sonriendo. Su chulería encendía mi ira, me quemaba por dentro. Mi madre apretó mi mano.

-Tranquilo cariño, confía en ella. - me dijo acariciándome la mejilla. Asentí.

Mi madre tenía razón, debía confiar en Alice. Respiré hondo.

-No te hagas ilusiones muchacho. - dijo la mujer.

-Mi hijo no se hace ilusiones señora Cooper. Alice y él se aman. Usted no ha estado aquí para verlo así que será mejor que no opine de lo que no sabe. - dijo mi madre.

-Frank fue el primer amor de Alice y es el padre de su bebé. - dijo sonriendo.

Me giré y la miré a los ojos.

-Él habrá sido el primero amor, pero yo seré el último y Emma, porque así se llama, es MÍ hija. - dije furioso.

- ¡Ja! - río ella. - Esa niña no lleva tu sangre, lleva la de los Hamilton.

-Que no lleve mi sangre no significa nada, he sido yo quien lleva meses cuidando y criando a esa niña. Fui yo quien ayudó a que viniera al mundo sana y salva. Soy yo quien se desvela por la noche cuando tiene hambre y hay que cambiarle el pañal. Soy yo quien la consuela cuando llora. Y es a mí a quien llama papá. - los ojos de esa mujer se abrieron con sorpresa. - Así que no vuelva a decir que no soy su padre.

Mi madre tiró de mi mano para atraerme hacia ella.

Miré varias veces haciadonde Alice había desaparecido con el cabrón de Frank. Estaba impaciente porque salieran y que Alice me dijera que todo estaba bien.

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N/A

Capítulo treintaidos.

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