Noah Clark [DISPONIBLE EN FÍSICO]

𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 🏵 𝓭𝓲𝓮𝓬𝓲𝓸𝓬𝓱𝓸

𝓣𝓻𝓮𝓼 𝓶𝓮𝓼𝓮𝓼 𝓭𝓮𝓼𝓹𝓾𝓮𝓼...

El tiempo había pasado bastante rápido. Ahora estaba de 20 semanas y en mi próxima cita, que sería esta tarde, sabría el sexo de mi bebé. Jeff se ofreció a llevar mi embarazo, había hecho una especialidad, extra, en obstetricia hacía unos años y yo acepté. Así no tendría que conducir hasta el hospital más cercano, cercano por decir algo porque había una hora de camino. Aunque desde que comencé las citas médicas con Jeff no había conducido a ninguna, siempre me llevaba Lily. Podía conducir yo misma, pero ella se había empeñado en llevarme y esta mujer nunca aceptaba un no cuando algo se le metía en la cabeza. Pero eso me había permitido conocerla más y para este entonces ya le había tomado demasiado cariño.

Salí de la habitación después de ducharme y vestirme para mi cita médica, busqué a Lily en el salón, pero no estaba, luego fui a la cocina y allí se encontraba. Estaba hablando por teléfono y parecía muy seria. Esperé en el comedor sentada en una de las sillas para no interrumpirla. Pocos minutos después ella se acercó a donde yo estaba.

-Alice, no voy a poder llevarte a la cita con Jeff. Lo siento, pero Eva se ha dado un golpe con el coche y tengo que ir a calmar al otro conductor.

- ¿Pero Eva está bien? - dije preocupada. En poco tiempo Eva se había convertido en la hermana que nunca tuve y por nada del mundo quería que le pasara nada malo.

-Sí, ella está perfectamente y el otro conductor también. Por lo menos físicamente, pero está bastante enfadado.

-Está bien, no te preocupes Lily, yo puedo conducir hasta la clínica sin problema.

-Oh en cuanto a eso... He llamado a Noah, él te llevará.

Mi corazón se aceleró, pensé que me daría un infarto allí mismo. No había cruzado palabra con Noah desde que vino a mi habitación a ver cómo estaba hacía tres meses. Lo había visto un par de veces por la casa, pero ya ni siquiera venía a comer con sus padres. Parecía evitarme a toda costa. Supongo que su aversión por los bebés era más grande de lo que yo pensaba.

-Eso no es necesario, yo puedo...

-No Alice. -me interrumpió Lily. - es más seguro si alguien conduce por ti. Podrías marearte o sentir náuseas de pronto.

Ella me protegía, lo hacía como lo haría una madre. Una buena madre.

Acepté que Noah me llevara por Lily, no quería preocuparla más de lo que había estado por mí, y, en cierto modo, se lo debía. Ella me había estado cuidando durante todo lo que llevaba de embarazo y me había dado poco trabajo para que no me esforzara mucho.

Las ruedas de un coche sonaron en la entrada de la casa y supe que era Noah.

Salí de la casa y allí estaba, de pie junto a su camioneta.

La rodeó y me abrió la puerta del copiloto. Cuando entré su perro estaba en medio. Lo agradecí a todos los dioses que conocía, si el perro estaba entre los dos no tendría ángulo para verlo. Así sería menos incómodo.
Nada más entrar, el perro me lamió la cara y eso hizo que me riera. Siempre había querido tener un perro, pero mamá nunca me lo había permitido y quizás era mejor así, a saber, qué le habría hecho al pobre animal.