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La vida en el rancho era todo lo que amaba, me despertaba por la mañana, me daba una ducha, desayunaba y le daba de comer a mi perro, un Golden retriever de 2 años, y me iba a cuidar de los animales junto a mi padre. Ambos éramos veterinarios. Yo había empezado a amar a los animales prácticamente desde que nací. Mi padre me enseñó lo que se convirtió en mi pasión.
Mi padre empezó a amar a los animales por su padre que también era veterinario. Mi abuelo por su padre y así un largo etcétera hasta mis antepasados más lejanos. Los Clark habían fundado este pueblo allá por 1840. Mi familia era una de las más importantes del estado. Suministrábamos carnes y animales a todo el país.
Clarkson Ville era un pueblo de no más de 4000 habitantes, bastante más en temporada de caza. Todos nos conocían y a todos conocíamos. En el pueblo había una tienda de comestibles donde proporcionaban todo lo necesario para no tener que ir a la ciudad más próxima, 60km, nosotros proporcionábamos carne a la tienda y ahí se distribuía a los habitantes. Había varios bares y dos restaurantes, tres tiendas de suministros de caza y pesca, una clínica local y la oficina del sheriff.
El rancho Clark, que pertenecía a mi familia desde hacía siglos. Fue construido en 1800, mucho antes de que el pueblo se fundara. Nunca había pertenecido a otra familia que no fuera la mía. Joder si me encantaba este lugar, había crecido aquí, había aprendido a amar cada rincón de este lugar. Las hectáreas de tierra que nos pertenecían iban más allá del lago y las montañas. Podías ir a caballo a cualquiera de estos lugares y perderte por horas. Pero debías conocer bien este lugar si no quería perderte por días o incluso semanas.
Mi casa era una cabañaal principio de la entrada al rancho y para llegar a ella había que desviarsepor un camino a la izquierda, no estaba muy lejos del camino principal, pero sílo suficiente para no ser molestado por coches o ruidos. Me gustaba mi soledad.Era bastante grande para una persona, pero amaba el espacio amplio. En laentrada siempre estaba mi camioneta Ford F150 color negra. El camino a laentrada era de tierra, había un garaje a la derecha de la estructura principal,en el que guardaba la camioneta durante el invierno por la nieve. Para entraren la casa había que subir una pequeña escalera, había un porche donde habíacolocado unos muebles de exterior para poder sentarme junto a mi perro en misdías libres. Unos ventanales grandes hacían de pared en la entrada, aunque lapuerta principal era de madera maciza. En la entrada de la casa había un granespacio abierto que conectaba la cocina con el salón y el comedor. Habíaelegido una decoración rústica pero moderna. Tenía todo lo necesario para unacasa: un televisor que apenas usaba, un sofá grande enfrente de la televisión,dos más a los lados, una gran mesa de comedor con sillas blancas alrededor, unaisla central en la cocina, electrodomésticos y poco más. Me gustaba lo sencilloy lo limpio, cuantas menos cosas menos para limpiar. Al fondo de la estanciahabía un pequeño aseo con una pila y váter y algo de decoración. Subiendo porlas escaleras que se encontraban a la izquierda, cerca de la cocina, se llegabaa un pasillo que daba a las habitaciones. La mía estaba al fondo en el alaizquierda, alejada de las demás. Tenía un baño en suite. Lo que más me gustabade mi habitación era el gran ventanal que quedaba detrás y encima de mi cama,una king size. A su lado dos mesitas de noche con una lámpara cada una. La ropade cama era negra al igual que los muebles que tenía en mi habitación. Lasparedes eran de madera tal y como en toda la casa. Una lámpara colgaba deltecho alto. En el baño tenía una bañera estilo victoriano para y una duchagrande. Muebles para almacenar con lavamanos y el váter. Lo que venía siendo unbaño.
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Quinto capítulo, os presento a Noah y su hogar. El pueblo, el rancho y su casa. Espero que os esté gustando la historia!
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