Ese hijo de puta había solicitado la custodia de mí hija. Quería llevársela.
Estaba en mi cocina, apoyado en la encima con los brazos cruzados en mi pecho. Tenía la vista en un punto fijo en el techo. Me dolía el alma, el pecho me oprimía, quería gritar y golpear a Frank Hamilton.
Legalmente yo no tenía ningún derecho sobre Emma, él era su padre biológico. Aunque no había hecho nada para merecer ese título. Emma era mi hija, no de él. Yo la había estado cuidando y criando durante meses. Era mía.
Pero él podía llevársela. Aunque Alice y mi madre me habían convencido de que Frank no tenía nada que hacer, no podía evitar sentir miedo. Me moriría si alguien se la llevara y más alguien como Hamilton. Él no la quería, si hasta la había confundido con un niño. Fue culpa mía que eso se corrigiera. Estaba totalmente seguro que había sido Francine la que le dijo que era una niña.
Cogí la carta en mis manos, la había releído varias veces y la dejé a mi lado en la encimera. Volví a leer la misma frase: "Emma Hamilton".
Deseaba que fuera mi apellido el que ella llevara. Debería haberlo llevado. ¿Cómo no se me ocurrió adoptarla legalmente después de la visita de Frank? Soy un idiota.- ¿Todavía estás aquí? Son las dos de la mañana cariño. - me dijo Alice acercándose a mí.
-No te he oído bajar.
-Noah...- me quitó la carta de la mano y se acurrucó en mi pecho. - nadie te va a separar de Emma.
-Él puede hacerlo. - apoyé la barbilla en su cabeza.
-No puede, no tiene ningún derecho. Tú has sido su padre y lo vas a ser siempre. Se lo demostraremos al juez.
-Debí haberle dado mi apellido legalmente. - Alice me miró.
-Si tú quieres, cuando esto acabe y Frank haya desaparecido de nuestras vidas, te doy permiso para que lo hagas. Si así te sientes más tranquilo.
-Gracias mi amor. - le besé la cabeza.
-Vamos, tienes que descansar. - me cogió de la mano y me guío hacia nuestra habitación.
Alice y Emma se habían metido hasta el fondo de mi corazón. Sentía terror al pensar que podía perderlas.
Mi tío nos había conseguido al mejor abogado del país, pero me costaba confiar. ¿Y si algo fallaba?
Llegamos a la habitación, me quité el pantalón de chándal que llevaba y me acosté en la cama. Alice se acurrucó junto a mi apoyando su cabeza en mi pecho y pasándome una pierna por encima de la mía.
-Tenemos que confiar en el abogado. - me dijo.
-Lo sé... Pero tengo miedo Alice. - levantó la cabeza y me miró.
-Noah basta. Te prometo que no dejaré que nadie te separe de Emma. Confía en mí. - volvió a apoyar la cabeza en mi pecho.
- ¿Y qué vas a hacer? ¿Secuestrarla?
-Si es necesario...- reí ante sus palabras.
Levantó la cabeza y me miró sonriendo. La agarré por la nuca y la atraje hacia mí para besarla. Bajó su mano hasta mis bóxer, metió la mano por dentro y comenzó a moverla de arriba abajo. En poco tiempo ya estaba duro.
Jadeé ante sus movimientos. Bajé mi mano a sus bragas.
-Estás húmeda nena. - Alice sonrió.
Le masajeé el clítoris.
-Abre las piernas. - le ordené y ella obedeció.
Le introduje dos dedos. Alice aceleró los movimientos sobre mí y con su pulgar extendió el líquido que salía de mí.
Nos separamos unos segundos para desnudarnos y me puse sobre ella.
Le agarré un pecho con una mano y le lamí el pezón del otro. Fui bajando mis besos hasta llegar a su vientre.
-Quiero tener más bebés contigo. - dije susurrando en su vientre.
-Los tendremos, algún día.
Seguí bajando mi lengua por su cuerpo hasta llegar a su coño. Estaba tan húmeda que casi me corro. La lamí y la penetré con mi lengua. Le introduje dos dedos y luego un tercero. Alice gimió y se corrió en mis dedos. Me incorporé para llegar a su boca y me lamí los dedos con sus jugos cerca de ella. Jadeó al verme hacer eso.
-Quiero follarte por detrás. - le susurré en el oído. Alice asintió.
-Nunca lo he hecho.
-Tú solo relájate.
Se puso a cuatro patas mientras fui a por lubricante.
Me puse detrás de ella, mi polla estaba en la entrada de su coño. La penetré poco a poco, eché lubricante en su culo y la fui penetrando con un dedo primero. Cuando se fue encontrando cómoda le introduje otro. Seguí mis embestidas en su dulce coño. Alice no paraba de gemir. Aunque necesitaba correrme me aguanté, hoy quería hacerlo en su virgen culo. Le introduje un tercer dedo.
- ¡Aaahhhh! - gritó Alice.
-Nena vas a despertar a Emma.- aceleré mi doble penetración.
-Noah voy a venirme.
-No, aguanta cariño.
Saqué la polla de su coño y puse la cabeza en su culo.
-Relájate mi amor.
Poco a poco la penetré. Con cuidado fui acelerando. Escuché a Alice gemir. Eso me dio paso a follarla duro. Llevé mis dedos a su clítoris y la penetré con dos dedos en su vagina.
-Ahora cariño, córrete para mí.
Alice ahogó su grito en la almohada y se corrió. Unas embestidas más y me corrí como nunca en su culo.
Nos acostamos abrazados, con la cabeza de Alice en mi pecho.
Estábamos agotados. Nuestras respiraciones estaban agitadas.-Ahora tu culo también me pertenece. - le dije.
Alice sonrió y me besó.Se dio la vuelta y la abracé por detrás. Nos quedamos dormidos después denuestra sesión de sexo.
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N/ACapítulo cuarentaiuno.
Me haríais un gran favor dando me gusta y comentando.
Gracias a todos!!
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Noah Clark [DISPONIBLE EN FÍSICO]
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