¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Después de hablar con la chica nueva-embarazada que mi madre había contratado, no podía dejar de pensar en ella. Era la chica más bonita que había visto en mi vida. Era morena, menuda, ojos color avellana y unos labios tan gruesos que podían volver loco a cualquiera que los besara.
- ¿Qué estás mirando? - le dije a mi perro que me miraba como si pudiera leer mi mente.
Conduje hasta la clínica privada de mi amigo Jeff Callahan. Nos conocíamos desde la universidad.
En aquella época ambos éramos unos mujeriegos, chica que nos gustaba, chica que nos llevábamos a la cama. Él era más sociable que yo y las chicas siempre se acercaban a él primero. Jeff era un hombre alto, moreno, de ojos azules. A las chicas les encantaba su personalidad. Según ellas, era gracioso y agradable, además de guapo.
A él le encantaba restregarme por la cara que ligaba más que yo. Siempre estaba en constante competencia conmigo en ese sentido.
Una vez le conté que en el pueblo del que provenía no había clínica privada y que el hospital más cercano estaba a unos cuántos kilómetros, decidió que cuando nos graduáramos abriría una clínica privada en Clarkson Ville. Y así fue. Desde entonces no nos hemos separado.
Cuando llegué a la clínica dejé el coche aparcado cerca y bajé a mi perro para que me acompañara. Jeff solo permitía que mi perro fuera el único animal que entrara a su clínica y siempre y cuando se quedara en recepción, aunque a veces entraba hasta su consulta y se echaba en el suelo al lado de Jeff.
-Hola Isa. - saludé a la recepcionista, una chica joven, de pelo largo y castaño casi rojo y sus ojos eran de color verde. - ¿Jeff está ocupado? -No, hasta dentro de 1h no tiene a ningún paciente nuevo.
La dejé atrás y me dirigí hacia la consulta de Jeff. Sabía que Isa estaba enamorada de mi desde hace tiempo, Jeff me lo había dicho. Me contó cómo escuchó a Isa y Eli, su enfermera, hablando mientras tomaban café y oyó a Isa decir que estaba enamorada de mí. Pero a mí no me interesa ella, por lo menos no para una relación, yo no estoy hecho para estar atado a alguien. Me gusta ser libre, me gusta mi soledad.
-Por fin su majestad se digna a venir a ver a su plebeyo favorito. - saludó Jeff cuando me vio entrar por la puerta de la consulta. - ¡Oh! y su noble corcel. - se agachó desde la silla donde estaba sentado para acariciar y saludar a mi perro.
-Déjate de tonterías pedazo de imbécil, sabes que si no he venido hasta ahora es porque he estado ocupado con el rancho.
-Por supuesto que es eso y no porque estés liado con alguna plebeya buenorra.
Puse los ojos en blanco ante sus palabras.
-Vamos Noah, la gente del pueblo habla y se rumorea que varias chicas han visitado tu casa estos últimos días.
-Primero, no han visitado mi casa, sino la de mis padres. Segundo, no es lo que te imaginas o lo que se imagina la gente de este maldito pueblo. Tercero, también han ido hombres. Mi madre estaba buscando un nuevo empleado para el rancho, un ayudante para mi padre y para mí. No lo necesitamos realmente, pero ella piensa que sí, que tenemos mucho trabajo.
-Y tiene razón. Vamos hombre mírate, pareces cansado.
-El rancho es un trabajo duro, pero sabes que me gusta. Prefiero eso a estar engordando mi culo en una silla de oficina.
- ¡Eh! Mi culo no es gordo, es perfecto. - y automáticamente me lanzó un bolígrafo.
-Tienes tan mala puntería como gusto en las mujeres Callahan.
Me miró con los ojos entrecerrados y si no lo conociera pensaría que estaba a punto de tirarme la grapadora en la cabeza.
-Bueno ¿y ya han encontrado a alguien?
La imagen de ella se me vino a la cabeza. Su cara roja por el enfado, su ceño fruncido y sus ganas de salir por la ventanilla y matarme con sus propias manos por mis comentarios.
- ¿Noah? ¡Tierra llamando a Noah! - me gritó Jeff
-Disculpa... Mmm... Sí ya han contratado a una chica.
-Así que una chica. - Jeff me miraba fijamente mientras se cruzaba de brazos y soltaba una media sonrisa. Sabía lo que estaba pensando.
-Ni se te ocurra Callahan. Esa chica está fuera de tu alcance y del de cualquiera.
-Ninguna chica está fuera de mi alcance Clark. Lo sabes, lo sabemos. En cuanto la conozca me la llevaré a la cama y la haré gritar mi nombre tan fuerte que hasta tú la oirás desde tu maldito rancho.
- ¡Jajaja! - no pude evitar reírme a carcajadas.
- ¿Qué ocurre? ¿Hay algo que se me escapa? ¿Es que tiene novio o está casada? Si es eso no me preocupa, sabes que no me importa si están comprometidas con alguien, así es mejor.
Negué con la cabeza y volví a poner los ojos en blanco. Jeff era un caso perdido y la verdad es que no hacía ascos a nada, le daba igual si su "presa" estaba casada, con novio o soltera. Si le gustaba iría a por ella.
-No está casada. Tampoco tiene novio Jeff.
- ¿Entonces cuál es el maldito chiste? - en su cara comenzaba a dibujarse la duda.
-Ella digamos que viene con regalo.
- ¿Tiene un hijo?
-Aún no, está embarazada.
-Bueno, para tu información soy médico y te puedo decir que el sexo durante el embarazo no está prohibido. De hecho, es hasta beneficiosos para la madre y el bebé.
-Jeff por dios ¿serías capaz de acostarte con una mujer que está embarazada de otro?
- ¿Por qué no? ¿De dónde proviene?
-Mi madre dijo que venía desde Florida.
- ¿Ves? Eso es porque está huyendo del padre de su hijo. O es porque él no ha querido saber nada del bebé y ha decidido empezar una nueva vida lejos de él. De cualquier forma, quiero conocerla Clark.
-Eso no va a suceder. Si está aquí para comenzar una nueva vida con su hijo lo último que querrá será una relación o, en tu caso, un polvo de una noche.
-Por supuesto que querrá Clark ¿es que no me conoces después de todo estos años?
-Sí, te conozco muy bien y por lo poco que la he conocido a ella y lo que ha contado mi madre, esa chica no caerá en tu telaraña como las otras.
-Espera, espera ¿la has conocido? ¿Cuándo y dónde?
-Fue hace un rato, ella llegaba al rancho y pensé que era alguien que se había confundido de camino. Digamos que hablamos unos minutos y se fue algo molesta.
- ¿Esa chica acaba de llegar y ya la has cabreado Noah? No tienes remedio.
- ¿Qué? No puedo hacer nada al respecto, además ella tampoco fue muy amable conmigo. Fue algo mutuo.
-Ahora entiendo por qué hablas de ella como alguien inaccesible.
- ¿A qué te refieres? - Miré a Jeff confundido.
-A que ella te ha gustado, lo hizo en el momento en la viste, pero como ha pasado de ti te enfadas como un niño pequeño cuando no obtiene lo que quiere. - Jeff comenzó a reírse y ahora fue mi turno de lanzarle el bolígrafo que aún tenía en mis manos desde que él me lo lanzó.
*********** N/A
Capitulo trece. Bienvenido Jeff :)
En la parte "Personajes" he subido unas imágenes del actor en el que me he basado para Jeff.
Me haríais un gran favor dando me gusta y comentando.
