Noah Clark [DISPONIBLE EN FÍSICO]

𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 🏵 𝓽𝓻𝓮𝓲𝓷𝓽𝓪

𝓒𝓲𝓷𝓬𝓸 𝓶𝓮𝓼𝓮𝓼 𝓭𝓮𝓼𝓹𝓾𝓮𝓼...

Habían pasado cinco meses desde que Noah y yo iniciamos una relación.

Al principio nos fue bastante bien, después intentábamos adaptarnos el uno al otro, cada sábado teníamos una cita a solas para conocernos mejor, los domingos por la tarde Noah, Emma, Pancake y yo lo pasábamos juntos a la orilla del lago. El resto de la semana trabajábamos. Y una vez en semana, Emma y yo dormíamos en casa de Noah.

La primera noche que fuimos a dormir, Noah me sorprendió con una cuna en su habitación. Había comprado una cuna para que Emma estuviera cómoda y tuviera su espacio.

En poco tiempo nos habíamos convertido en una pequeña familia. Los Clark cada vez amaban más a Emma y ella se volvía loca cada vez que veía a Noah. Emma había comenzado a decir sus primeras palabras hacía unos meses, la primera fue mamá. Pero lo que nos sorprendió a todos fue cuando dijo bubu, refiriéndose a Jason, nos confesó que había estado enseñándole a decir abuelo. Lily creyó que eso me molestaría, pero nada más lejos de la realidad, me encantó que Emma lo llamara así. Lily y Jason eran buenas personas y se habían ganado con creces ser parte de la vida de Emma, ya fuera como abuelos o amigos. Al ver que eso no me molestó, Lily se pasó días intentando que Emma la llamara abuela, sin éxito. Cada vez que lo intentaba Emma la miraba y soltaba una carcajada. Jason se reía de su mujer para picarla.

Mi hija estaba recibiendo todo el amor que yo nunca tuve. Estaba feliz.

Por primera vez en mi vida era realmente feliz. Tenía una familia y un hogar.

En una semana sería el primer cumpleaños de Emma, así que comencé con los preparativos, no quería nada extraordinario, pero si algo que poder fotografiar para tener de recuerdo. Noah me llevó a Kalispell para comprar todo lo necesario. Maggie prometió hacer el pastel con una receta de su familia.

- ¿Qué tienes pensado regalarle a Emma?

-Aún no lo sé, juguetes ya tiene demasiados. Tu madre le compra uno cada vez que va al pueblo. - Noah sonrió.

-Sí, Emma podría montar su propia juguetería. - fue mi turno de sonreír.

-Había pensado en algo de ropa, pero no se... Es que aún es pequeña para que recuerde esto. No sé qué hacer. - puse una mano en mi frente.

-No te agobies nena, el regalo es lo de menos. Lo importante es que Emma se lo pase bien y haya muchas fotos, si son vergonzosas mejor, así cuando tenga quince años podremos amenazarla con enseñársela a sus amigos si no nos obedece.

Solté una carcajada y a la vez lo miré, él estaba hablando de un futuro, uno en el que estábamos juntos y eso me encantaba.

Llegamos a una tienda especializada en fiestas. Compré globos de todos los colores y algunas decoraciones de animales, a Emma le encantaban. Noah me dejó en el supermercado para comprar los ingredientes, para el pastel, que Maggie me había apuntado en una nota mientras él iba a hacer unas diligencias.

Cuando acabé, Noah ya estaba esperándome en la puerta. Estaba fuera apoyado en el capó de su camioneta. Era increíblemente guapo, no podía dejar de mirarlo.

-Si sigues mirándome así no voy a poder controlarme y te haré el amor aquí mismo delante de todos. - me susurró Noah cuando me acerqué a él.

-Estás loco. - dije riendo

-Sí, loco por ti. - me agarró la cara entre sus manos y me besó.

-Vaya, podríais cortaros un poco que estáis en público. - una voz familiar hizo que Noah y yo giráramos nuestras cabezas hacia el sonido.

-Eres un imbécil Callahan. - espetó Noah cuando vio que era Jeff, yo me reí.

-Hola pequeña. - dijo sonriéndome. - hacía días que no os veía. Deberíais dejar de fornicar como conejos y acordaros de vuestro pobre amigo.

Noah le pegó con el puño suavemente en el brazo.

- ¡Auch! ¡Eso duele Clark! - se quejó Jeff en tono de broma.

-No sabía que te habías vuelto tan sensible Callahan.

- Noah déjalo en paz. - dije acariciando donde Noah había golpeado a Jeff.

Jeff le sonrió a Noah para picarlo, pude verlo de reojo.

-Genial, ahora mi novia se pone de parte de mi ex mejor amigo.

- ¡Eh eh! ¡Para el carro! ¿Como que ex mejor amigo? ¿Cuándo pasó eso? - ahora era el turno de Noah de picar a Jeff.

Juntos eran como dos hermanos pequeños. Siempre estaban molestándose el uno al otro, pero a leguas se veía que se querían.

- ¿Vendrás la semana que viene al cumpleaños de Emma? - le pregunté a Jeff

-Por supuesto, no me perdería el primer cumpleaños de mi niña por nada del mundo. - y ahí estaba otra vez, intentando picar a Noah.

- ¡No es tu niña! - le gritó Noah.

- ¿Qué claro que sí?

Me llevé las manos a la cara para tapármela.

-Es mi niña, yo soy su persona favorita. - dijo Noah

-Eso habrá que verlo. - le contestó Jeff

- ¿Quieres apostar?

-Claro, ¿qué apuestas valiente?

-Chicos...- no me hicieron caso.

-Bien, en el cumpleaños, veremos a quién prefiere Emma, si al tío Jeff o a su padre. - las palabras de Noah se clavaron en mí.

Se había referido a sí mismo como el padre de Emma. Mi corazón se derritió. No sabía que unas simples palabras pudieran provocar tanto en mí.

-Trato hecho, si pierdes me traerás café de Sally todos los días durante un mes. - prosiguió Jeff.

-Bien y si pierdes tú le pedirás una cita a Eli.

- ¿Qué? - dijo Jeff con sorpresa. - Eso no vale.

- ¿Tienes miedo Callahan? - Noah alargó su brazo para estrechar la mano de Jeff que dudó un segundo en hacerlo, pero finalmente accedió.

Nos despedimos de Jeff y pusimos rumbo vuelta a casa.

Pasé los primeros veinte minutos de trayecto callada, perdida en mis pensamientos. En realidad, en un único pensamiento. En lo que Noah había dicho, sus palabras se repetían en mi cabeza una y otra vez. Me encantaban, pero también tenía miedo.

-Alice ¿estás bien? Llevas callada todo el camino.

-Lo que has dicho...

-He dicho muchas cosas nena.

-Me refiero a que has dicho que eres el padre de Emma.

Noté como Noah se tensó, apretaba el volante con fuerza.

-Lo siento, no debería haber dicho eso.

-No, no es eso. Me encanta que lo hayas dicho. Pero tengo miedo.

- ¿Miedo? - Noah aparcó en el arcén, se giró hacia mí y me agarró las manos entre las suyas. - Alice, te amo, te lo he dicho muchísimas veces. Te amo a ti y amo a Emma. No voy a abandonaros, sois mi familia. Nunca había sentido esto por nadie. - me acerqué a él para abrazarlo.

-Lo siento, yo también te amo... Es solo que...

-No soy él Alice. - me conocía demasiado bien, sabía lo que temía.

-Lo se. Perdona, soy una idiota.

Me dio un beso en los labios y seguimos nuestro camino.

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N/A

Capítulo treinta.

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