Mandalore

21

Me quiero morder la lengua,mi planeta natal es un basurero, solo son ruinas, y mira como viven, en cuevas.

Las mujeres me ven con cierta desconfianza, son un grupo muy numeroso de hermanas de la noche, de repente veo como una desde atras empieza a empujar a las otras para llegar hasta adelante y posarse frente a mi.

- Así que tu eres Maul…-me ve de pie a cabeza y yo mantengo mi mirada seria.

- Cariño relájate…- abro mis ojos de golpe en dirección a Savage que viene bajando de la nave, le dijo cariño.

- Sabes que odio esos términos Savage- dice la pelona, la cual me regresa la mirada.

- Por eso te los digo- mi hermano se para al lado de la mujer- Hermano ella es mi esposa Ajja Ventress.

- Vaya…- les digo algo asombrado, la mujer me da una mirada retadora- esperen… ¿Cómo demonios están casados? eso no está permitido aquí… ¿o si?

- No, Madre Talzin hizo un escándalo cuando lo supo, nos casamos en Mandalore… hasta ahí podíamos ir con la nave- Dice la mujer.

- Ventress mi hermano dice que cambiará las cosas por fin podremos vivir juntos- le dice mi hermano muy animado.

- ¿Así? y ¿cómo piensa lograrlo?- me pregunta la mujer.

- Tiraré por el caño siglos de tradición para hacer del planeta y del sistema un lugar mejor que el imperio- le suelto, la mujer me ve y sonríe. 

- Ya me empieza a caer bien su majestad, tiene mi apoyo y el de las mujeres por supuesto, no necesitamos ayuda de los hombres realmente… pero ir hasta el otro extremo del planeta por uno es cansado.- dice la mujer que se ve que odio tener que ir lejos por su hombre.

- Sí eso he escuchado- veo de reojo a Savage- necesito hablar con madre talzin.

- Eso es imposible…- dice la mujer.

- No para mi, ella tiene mucho que explicar y lo hará- empiezo a caminar hacia adentro del "templo".

No llevo mucho caminando cuando veo en las paredes de los pasillos antorchas con el característico fuego verde de Dathomir que ilumina todo, la fuerza me guía hacia donde puedo comunicarme con mi madre, es una habitación oscura al final de este largo pasillo frente a mi esta una especie de olla.

- Perfecto… hare un caldo- le pegó al caldero con el pie y de él empieza a salir un humo verde- funciono…- digo para mi sorpresa.

El humo empieza a formar una espiral frente a mi, se materializa en la figura de una mujer muy alta, mi madre, su imagen siempre estuvo presente en mi mente.

- Hijo mío, por fin has vuelto a casa- solo la observo… quisiera reprocharle el haberme entregado al emperador como regalo, pero no tengo tiempo.

- Madre Talzin, tengo muchas dudas- la mujer asiente y me incita a hablar- ¿Dathomir irá a guerra con Mandalore?

- No tienes las preguntas correctas para las respuestas que yo poseo- suelto todo el aire que he estado aguantando, porque se complica tanto.

- ¿Habrá una guerra?- le cuestionó.

- Siempre hay una- contesta sin importar

- ¿Dathomir va a participar?- Niega con la cabeza 

- El planeta como tal, no - asiento, creo entender.

-¿Los Zabrak si?- asiente- esto es una estupidez...HABLA CLARO!!!.

 La bruja empieza a reír, tranquilamente.

-Tantos años viviendo con él te hicieron un hombre impaciente- menciona mientras gira alrededor mío. 

- Si voy a estar en una guerra tengo que estar preparado para ella- se detiene frente a mí de golpe.

- El señor de la guerra, un Sith criado especialmente para eso- dejó salir otro suspiro, tenía años de escuchar ese sobrenombre, al menos que no saliera de la boca de Kenobi "el señor de la guerra" así me llamaban los jedis.

- Madre Talzin necesito saber las cosas con claridad- esta asiente levemente.

- Prepara a tus hermanos, la guerra se desatará, contra uno de los tuyos…- me observa- pero defenderas aquello que es indefendible y en uno de aquellos te convertirás, larga vida a Lord Maul… señor de Mandalore,eso proclamaran una vez la guerra termine

- No voy a conquistar Mandalore- esta me ve decepcionada, quizás por que no entendí lo que me decía, analizó sus palabras en mi mente, hasta que…- Peleare con uno de los míos… contra un Sith, no contra Mandalore, defender lo indefendible, defenderé a Mandalore del imperio.

Mi madre se siente complacida,al fin he entendido su mensaje pero…

- ¿Por qué defenderé Mandalore?... ¿Quién es el Sith? ¿Kenobi? No ese idiota no...¿Vader tal vez o Traya?- le pregunto.

- No puedo contestar eso, si no las cosas no fluiran como deben ser, el tiempo hijo mío, el tiempo aclarara tus dudas.

Mi madre desaparece en un remolino de humo verde y me quedo solo en ese lugar con muchas más dudas que las que traía en un principio.