➴ 𝐇𝐚𝐰𝐤𝐢𝐧𝐬, 𝟏𝟗𝟖𝟔.
"Let's dance in style, let's dance for a while; heaven can wait we're only watching the skies; hoping for the best, but expecting the worst. Are you gonna drop the bomb or not?".
Lo recordaba como un fantasma. En su mente no era más que un espectro vaporoso del pasado. Pero jamás olvidaría cómo el logo de Metallica que lucía en su camiseta había resplandecido entre los pasillos del Instituto de Hawkins. A millas de distancia, se podía apreciar que era un friki, un rarito. Bajo el brazo izquierdo portaba un juego de mesa, Dragones y Mazmorras, y Highway to Hell de AC/DC salía desprendido de sus auriculares. Todas las miradas caían sobre él, juzgándolo y riéndose de su apariencia. Para los demás alumnos del instituto, era el bicho raro; para Blake, la persona que, a partir de aquel día, recorrería con insistencia sus pensamientos.
"Let us die young or let us live forever; we don't have the power, but we never say never; sitting in a sandpit, life is a short trip. The music's for the sad man."
Antes de las vacaciones de primavera del ochenta y seis, solo le había dedicado un: "¿puedes dejarme un bolígrafo?". Pero las miradas furtivas y las sonrisas disimuladas los acompañaron durante su trayectoria en el instituto; pasando desapercibidas para el otro. Manteniéndose ocultas detrás de la ignorancia y la indiferencia.
"Can you imagine when this race is won? Turn our golden the faces into the sun; praising our leaders, we're getting in tune; the music's played by the, the madman."
Mil novecientos ochenta y cuatro. Jason Carver y sus secuaces disfrutaban humillando a los débiles. Hacer de menos a Eddie Munson era su pasatiempo preferido, estuviese o no presente. Entre sus recuerdos aún era capaz de escuchar el: "Es un fracasado. Su única meta en la vida es acabar en la cárcel. La gente como él no debería estar entre nosotros, son un parásito". Las palabras del popular habían resultado ser el detonante para que Blake estallara. Defendió a Munson con garras y dientes, como si de una abogada en un juicio se tratase, y venció. Las burlas cesaron; y a su vez, sus sentimientos por Eddie quedaron al descubierto para Harriet.
"Forever young, I want to be forever young. Do you really want to live forever? Forever, and ever."
Lamentaba no haber comprendido antes el por qué de la recurrencia del friki en sus pensamientos. Día a día, estaba allí. Lograba pasar desapercibido entre la ruidosa mente de Blake, pero estaba allí. Y necesitó un asesinato para darle nombre a aquellos recurrentes paseos por su subcusciente: amor.
"Some are like water, some are like the heat; some are a melody and some are the beat; sooner or later they all will be gone. Why don't they stay young?"
Cuatro años había tardado en entender el significado que tenía Eddie Munson en su vida, pero solo había necesitado dos días para actuar y lanzarse a una piscina llena. Guiada por el miedo y la adrenalina del caos y obviando el significado que Diane Hopper le había dado sobre querer a alguien. Pero su llegada fue tan fugaz como su ida. No había sido el momento; pero su madre le había bloqueado el sentimiento de amar y le había impedido percatarse antes.
"Some are like water, some are like the heat; some are a melody and some are the beat; sooner or later they all will be gone. Why don't they stay young?"
Él se había sacrificado por ella. La había salvado. Directa e indirectamente. Había sido su salvavidas, él y Forever Young.
"It's so hard to get old without a cause. I don't want to perish like a fading horse; youth's like diamonds in the sun; and diamonds are forever. So many adventures given up today; so many songs we forgot to play; so many dreams swinging out of the blue; oh let it come true".