Si una formula, elixir o encanto existiera y pudiera hacer a alguien ser invencible ante la adversidad, esa hubiera sido Michelle para Remy y al mismo tiempo como una antítesis, su gran debilidad; vida y muerte para él.
Era así el resguardo del amor que la rubia había encendido en Remy; que se avivo a su partida, ella había sido la piedra angular sobre la que cimentaba toda esta nueva vida.
Incredulidad nublaba la mente de Remy. ¿Cómo el elixir se vuelve veneno? Un veneno dulce que, sin saber, bebió gustosamente.
Habiendo perdido todo, el parecía un mero espectador en un juego donde Michelle parecía haber disparado un efecto domino y apenas las primeras piezas comenzaban a caer.
Por mas ignominia que Remy recibiera ese fuego que se había encendido en él por causa de Michelle no se apagaría pronto, así voluntariamente él lo intentara; no era posible.
Los valores que Remy había fomentado en su relación con Michelle eran fuertes, aun resistían; para perjuicio de él. Días antes podría haber jurado que ambos estaban ligados mas que por el amor que había; hoy, ni mañana sería de nuevo ese cuento de hadas que se había vuelto su realidad, pareciendo que todo fue un simple espejismo.
La única respuesta a todo el lio que tenia atrapado a este muchacho de diecisiete años con la ahora des airosa Michelle se hallaba en lo sucedido en Kalispell, Montana. Era imposible ir a ahí e investigar que sucedió, era absurdo. Era en ese momento donde recordó a la madre de Michelle el día que regresaron, su cara, tenía un semblante diferente, cuando le sorprendió y le dijo que alcanzara a Michelle a la escuela. El aire que tenía esa mañana era de incertidumbre. Muy posiblemente algunas de las respuestas podría encontrarlas con la madre de Michelle.
Con una actitud de detective Remy salió de su casa con todas las esperanzas puestas en esta pista. Realmente aun creía que podía hacer el cambio, volver al antes, su mente y pensamiento solo tenían ese objetivo: volver a la normalidad, que conoció con Michelle.
En un principio de esta tragedia, Remy se dejo controlar por la conmoción y el dolor, culpo a todo su alrededor de lo que le pasaba, sin embargo recapacito aun no muy convencido de lo que pensaba, aun con rencor llano y plano a su alrededor. Y con la poca fe que aun tenia, pedía algún cambio sin llamarlo milagro. Tal vez las blasfemias que arrojo en su mente en contra de todos podían convertirse en maldiciones que lo acosarían sin poder encontrar una solución a esto.
Esa fe que tenia, diminuta e insegura, lo daban ese rayo de luz, y se decía una y otra vez que todo podía suceder; ya acostumbrado a, casi, hacer milagros consigo mismo (todos impulsados por amor) tenia en mente muy bien definido esperar y crear ese milagro.
Una vez ya postrado ante la puerta de la casa de Michelle, dudaba de su decisión de llegar al fondo de respuestas, por una parte el pensar lo peor de la estancia en Kalispell, con el pesimismo acostumbrado por él, ¿y por qué no esperarlo ahora? Y por otro lado el no poder enfrentar a Michelle, sin saberlo ella se había convertido, de su más grande amor a su más grande temor. Tal vez ya en ese momento había decidido dar media vuelta y volver, pero el destino no lo complacería hoy, no, la madre de Michelle llegaba y al verlo parado frente a su casa lo invita a pasar, con un gesto muy amable y confesando que Michelle no estaba en casa. En cuestión de instantes sin poderse explicar con la madre de Michelle y el mismo ya se encontraba dentro. Una repentina inseguridad lo envolvía.
Los muebles de la casa aun no estaban descubiertos, el regreso parecía precipitado y no había habido tiempo para hacerlo y remover todo el polvo; la señora se disculpaba por ello y Remy asentía.
Tímidamente Remy inicio una charla casual, aun que su ansiedad se desbordaba y tal vez la madre de Michelle advertía todo eso. Y era ella misma la que iba directo al grano.
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Promesas Rotas
Teen Fiction¿Que sucede cuando siempre haz creído que ser, como eres y recibir lo que recibes, esta bien? ¿Que tanto te puedes quedar en esa esquina oscura sin esperanza alguna? ¿Hay salvación para algo así? Remy no lo sabe y lo ignora todo. Un giro de tuerca a...