Perder a nuestros seres queridos es una experiencia tan devastadora. Una experiencia determinante, causa de muchos de nuestros actos futuros. El perder a esa persona que amas, saber que no podrás recuperarla nunca mas, nos marca; en muchos casos aislándonos, evitando a la gente por miedo a lo que podríamos perder.
Ese tal vez es el caso de Michelle y Remy... en perspectivas diferentes han experimentado ello. Pero el dolor el mismo.
Sin haber conocido jamás tanto dolor, viviendo la vida perfecta; Michelle y su familia así llegaron hace unos meses. Pero poco duro, cuando el padre de Michelle fue asesinado.
Una Michelle deshecha, en fragmentos, partió de México. Sufriendo un drástico cambio de pensamiento y forma de ser, Michelle regreso con caóticos sentimientos y pensamientos para un Remy a quien reprochaba preguntándose así misma "¿Por que a mi?".
Egoísta y desequilibrada se engañaba a si misma respecto a sus sentimientos declarándole el no amarlo. Pero si dejo de querer a Remy fue por el miedo que el ya una vez, él, supero; cuando él la conoció, cuando dijo "sí" a su amistad que más tarde se convirtió en lo más bello de su vida. Al final. Rompiendo sus promesas Michelle se vio.
De una vida patética sin realmente una esperanza de cambio o ilusión alguna por superarse; Remy conoció a una rubia amable. Y como dice el dicho: "no hay mal que dure mil años, ni nadie que lo soporte". La rubia todo su mundo cambió. Quien para muchos fue inalcanzable, para el mediocre de la clase fue ampliamente suya. Aquella rubia de ojos cafés, y con su bella cara, inteligente, ¿qué mas se puede decir? Nadie sabía que cambiaría del modo en el que regreso de su natal Kalispell Montana. Y lo demás es historia.
La vida de Remy se derrumba ante sus ojos sin mucho él poder hacer algo.
Monterrey, Nuevo León.
Hospital Ángeles.
Jueves, 5:43 hrs.
Sentado en la sala de espera, Remy se encuentra con los ojos abiertos sin parpadear, mirando al fondo de una taza de café, ya frio, que no mueve desde hace mas de una hora. Solo una anciana y él llenan la estéril sala de espera, la anciana duerme silenciosamente en el rincón. Remy esta en la primera silla de la primera fila justo frente a la ventanilla de donde se entregan las noticias sobre los pacientes.
Súbitamente el altavoz que se haya en el techo hace el estridente sonido al encenderse y una voz femenina anuncia: "A las seis en punto de la mañana se darán los informes de los pacientes, favor de estar atentos. Gracias" Y de nuevo el sonido chillante finalizaba el acto.
Remy parecía no reaccionar incluso al anuncio. Su cara lucia pálida, sus ojos no demostraban destellos ni luz; estaba ausente.
Un cruel coctel de sentimientos jugaban en su ser. Preocupación, dolor, angustia, pena, vergüenza, gusto... ¿gozo?
Él no sabía que sentir...
Su padre había tenido un accidente automovilístico en Monterrey.
Su estado de salud era grave.
Ciudad de México.
Casa de Remy.
Miércoles, 22:09 hrs.
Cegadora luz del relámpago de la tormenta dibujaba la silueta del muchacho, por un instante, después el trueno ahogaba todo el sonido de alrededor y también desaparecía sin mas.
Aun con un poco de lluvia cayendo, Remy regresaba a casa. Las luces apagadas, penumbras lo recibían al abrir la puerta. Escucho las gotas de agua caer al piso de madera, estaba empapado después de estar en el cementerio; su ropa estaba no solo mojada, también sucia de lodo. Camino deprisa, subió las escaleras, entro a su cuarto.
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Promesas Rotas
Teen Fiction¿Que sucede cuando siempre haz creído que ser, como eres y recibir lo que recibes, esta bien? ¿Que tanto te puedes quedar en esa esquina oscura sin esperanza alguna? ¿Hay salvación para algo así? Remy no lo sabe y lo ignora todo. Un giro de tuerca a...