Al día siguiente, Alyssa y Addison hablaron acerca de los hermanos Rosewood. Y es que desde que éstos habían llegado, apenas habían tenido tiempo para pasar tiempo a solas. Entre los ratos con ellos, y que Alyssa pintaba con James, Addison se encontraba algo desconectada de su hermana.
—Aly, hace demasiado que no hablamos.
—Lo sé.
—Es raro tener a tanta gente en casa. Entre los Rosewood y que los hermanos Sterling están viniendo bastante seguido, es como que no tenemos ningún momento tranquilo.
—Pues sí. El otro día, cuando volví a casa del paseo con el señor Rosewood, me encontré con Marianne y Steven, y me contó que había estado contigo tocando el piano.
—Sí, fue un poco extraño, no te voy a mentir. Yo estaba tocando tranquilamente cuando apareció.
—Entiendo que se detuviera a escuchar, pero me dijo que tocasteis juntos. No sabía que tocaba.
—Yo tampoco, fue toda una sorpresa. Me cogió la mano para ayudarme con una postura, ya que sabes que he tenido bastante dificultad en conseguir hacer un trozo bien... y no sé cómo le pregunté si quería tocar. Aly, compone.
— ¿Compone?
—No me ha enseñado nada, pero me ha dicho que ha compuesto alguna que otra melodía.—Vaya, no me lo esperaba.
—Yo tampoco.
—Parece que los hermanos Sterling tienen sus secretos. —Murmuró Alyssa.
— ¿Qué quieres decir? —Le preguntó su hermana intrigada.
— ¿Te acuerdas que James dijo que él apenas pintaba? —Addison se quedó callada intentando recordar—. Addy, cuando vinieron Lady Sterling con Steven y James. Que tú estabas hablando con el señor Rosewood. —Addison seguía callada—. Bueno, no importa. Él dijo que apenas pintaba, pero cuando el otro día estuvimos juntos y vi la precisión con la que lo hacía. Yo creo que pinta más de lo que nos quiere hacer creer.
—No lo entiendo, ¿por qué no querrían decirlo?
—Ni idea.
Las hermanas se quedaron calladas durante un rato intentando descubrir el por qué. Por lo que habían hablado con Amelia, Gilbert estaba bastante preocupado y es que los veía sin ninguna intención de hacer algo con sus vidas. Pero si uno tocaba y componía, y el otro pintaba, sí que estaban haciendo cosas. Entonces, ¿por qué lo guardaban en secreto? Quizás les daba vergüenza, quizás no querían que algo que era su afición se volviera un trabajo o una obligación. El tiempo lo diría. Era demasiado pronto como para preguntarles. Acababan de empezar a tener una relación con ellos más allá de lo normal.
Algo más tarde, los hermanos Sterling aparecieron. Más o menos a la hora que se esperaba y es que se estaba volviendo costumbre tenerlos allí día sí y día también. Las dos hermanas estaban juntas en el jardín cuando aparecieron junto a Marianne. Y es que el señor Stark no había acudido hoy en visita de la señorita Rosewood. La joven fue a buscar a su hermano que estaba en su dormitorio, aprovechando ese momento, Steven se sentó al lado de Addison:
—Le he traído esto. —Le dijo mientras le entregaba unos papeles.
La joven miró las páginas mientras sus ojos se iban agrandando poco a poco, ante la mirada de los otros dos hermanos. Y es que estos no sabían qué era lo que estaba pasando.
—Deberíamos entrar a pintar. —Dijo en voz baja James.
—Lo sé, pero no sé qué está pasando y tengo demasiada curiosidad. —Le respondió Alyssa mientras seguía mirando a la pareja.
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Por culpa de un cuadro y un piano
Ficção HistóricaHa pasado un año desde que Amelia y Rose se casaron. Un año en el que felices, por fin han comenzado a vivir con sus respectivas parejas, acompañadas de sus dos hijos, maridos y perros. Pero para los hermanos de éstas, las cosas siguen igual que al...