Capítulo 22

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Llegó el día del baile que lo cambiaría todo y no solo para nuestros cuatro protagonistas. Quizás no tanto por lo que pase como por las consecuencias de aquello, pero no debemos adelantarnos más de lo debido.

Las hermanas Lockwood llegaron junto con su madre y los hermanos Rosewood. Marianne fue recibida por el señor Stark y es que ya llevaban bastante tiempo viéndose. La joven se preguntaba cuándo sería el momento en el que el joven se declararía pero él parecía bastante tranquilo al respecto.

Las mujeres Sterling y Lockwood charlaban alegremente cuando el señor Westwick apareció para bailar junto a Alyssa. La joven se preguntaba por el reciente interés del muchacho en ella pero tampoco veía nada más allá ya que en ningún momento éste había ido a visitarla ni se había detenido a hablar más allá de lo normal durante el baile. Al menos no se quedaba de pie esperando a nadie, y es que todo tiene un lado positivo.

—Cada vez que coincidimos, el señor Westwick la busca para ir a la pista a bailar. —Dijo Amelia.

—Pero por casa no ha pasado a visitarla. —Añadió Seraphina.

—Y ni siquiera se detienen a hablar. —Sumó Addison.

—Quizás esté tanteando el terreno porque parece que hace lo mismo con todas las demás. —Comentó Rose.

—Puede ser.

En aquel momento William apareció para pedirle el baile a Addison. Mientras bailaban, las demás siguieron comentando lo que veían.

— ¿Y estos dos?

—Están pasando algún que otro rato juntos.

— ¿Pero algo más que amistad? —Preguntó Rose.

—No sé de lo que hablan y mis hijas han dejado de contarme las cosas como antes.

Se hizo el silencio ante lo que había dicho Seraphina. La ahora duquesa se puso a pensar en aquella conversación que tuvo hace tiempo con la pequeña de las Lockwood. En ella, Addison le dijo que estaba algo confundida por la actitud de William pero claro, se dijo Rose, ya había pasado algún tiempo y por lo que veía entre aquella pareja parecían que las cosas habían cambiado.

Los hermanos Sterling y Anthony se acercaron a las demás y se quedaron mirando a las dos jóvenes bailar con sus respectivas parejas. El duque fruncía el ceño mientras que Steven y James las miraban fijamente. Como si estuvieran estudiando cada uno de sus gestos al igual que se iban imaginando las conversaciones que Addison y Alyssa estaban teniendo con sus acompañantes. No sabría decir si los dos jóvenes estaban siendo discretos porque si lo estaban intentando, no les estaba funcionando.

Addison bailaba alegremente con William mientras que charlaban:

— ¿La ha encontrado?

—No, he mirado pero no parece que haya llegado todavía. Por eso le he pedido el baile, he pensado en quizás, desde aquí sea más fácil encontrarla, al menos por esta zona.

—Puede ser, aunque tal vez llegue algo más tarde. Todavía es temprano.

—Gracias por intentar consolarme, pero no tengo muchas esperanzas.

— ¿Por qué?

—No estoy seguro, apenas nos hemos visto.

—Pero no ha sido porque no lo haya intentado... ha sido porque ella no ha estado. Pero cuándo han estado juntos, ha notado que había algo ¿no?

—Sí, pero no sé qué es lo que piensa ni si es suficiente.

Addison lo miró con algo de lástima. Y es que William le había contado que todas aquellas veces en las que habían acudido a los bailes y había desaparecido tan rápido había sido porque había visto a una joven. No le había contado quién era ella pero sí lo que había sentido y que parecía que era recíproco. Sentía una conexión especial y es que según el futuro vizconde, se habían pasado largos ratos charlando y bailando. El único problema es que cuando había ido a visitarla, en la mayoría de los casos, la joven había salido y estaba preocupado de que alguien se le adelantara. Que los motivos de la salida de la muchacha fueran porque salía con otros hombres que la estaban cortejando y no por simplemente hacer recados o con amigas.

Por culpa de un cuadro y un pianoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora