Rivalidad de Sangre

Capítulo 14: Divorcio (III)

- Como puedes ver, fui benévolo contigo, hablemos de la separación de bienes.. te dejo las acciones que ya tenías en la empresa, ahora serás el nuevo presidente aunque yo seguiré teniendo acciones y seguiré siendo parte del consejo por la fusión de las empresas de nuestras familias, te dejo la casa de la playa después de todo nunca la usamos y fue un regalo de tus padres así que realmente es tuya, con respecto a ésta casa, es mía, sé que la has estado habitando durante estos 5 años pues.. -

- Tú la compraste y no se siente como mía, es más a tu estilo - le dije cortando su monólogo.

- ¿Eso qué significa? - me pregunta endureciendo su expresión y yo sólo puedo reírme sin reír, mientras mi pequeña luz de esperanza se esfuma y mi corazón está desmoronándose segundo tras segundo.

- Nada, olvídalo Hyukjae - suelto un suspiro sintiéndome cansado pero no le daré el gusto de verme quebrado - ¿Así que soy el nuevo presidente mientras que tú te encargas de tus nuevas empresas? -

Lo veo sorprenderse por un instante por lo último que dije, sé que después de un año de casados montó una empresa aparte del patrimonio familiar, en la cual invirtió muchísimo dinero sin que nadie se diera cuenta y ahora ha crecido tanto a nivel nacional como internacional. No me responde, así que continúo.

- Me imagino que el negocio que hiciste en Londres beneficia a tu empresa y no a la nuestra - me mira con esa soberbia a la que estoy acostumbrado - Tu propia empresa sin el yugo de tu familia, sin mi, con clientes de alta categoría y con la reputación y status que siempre buscaste ¿no es así? -

- No sabía que.. -

- ¿Que tenía conocimiento de que tienes una empresa? - le pregunté indiferente - si también sé que se extendió a nivel internacional, es la competencia. Me sorprende que no hayas llevado a la ruina la empresa familiar -

- La empresa familiar es una fusión y sobre mi empresa, no te atrevas a exigir derechos sobre ésta porque no te las voy a dar aunque nos tengamos que matar. Ahora firma esos papeles y acepta lo que te estoy dando. - me dijo con un tono fúrico.

- No pienso exigir nada que venga de ti, no me hace falta. Te recuerdo que tengo el mismo status empresarial y económico que tú - le dije dejando en claro mi posición.

- ¿No vas a exigir? jajaja - se ríe sarcásticamente - Eso no te lo creo ¿Desde cuándo tienes conocimiento sobre mi empresa? - me preguntó ahora quedando muy cerca de mi, con la mandíbula marcada.

- ¿Acaso eso importa? Te daré el divorcio con una condición -

- Jajaja lo sabía.. ahí está.. el hombre calculador, frívolo y manipulador de siempre.. -

- Si no pido, ni exijo nada.. tú tampoco lo harás. Te quedas con las acciones de la empresa y tu casa.. -

- ¿Por qué querría algo tuyo? no tienes nada que no sea la empresa, los autos que si lo pienso bien, uno te lo dió mi papá y el otro te lo di yo, aunque no fue por gusto -

- Te los puedes quedar si quieres, no tengo problema con eso y tampoco me importan - dicho esto me doy media vuelta para secarme hábilmente el cuerpo de la cintura para arriba y colocarme un polo.

- No tienes nada que me importe Donghae, así que firma los papeles y terminemos de una buena vez este teatro y falsedad de matrimonio, para que luego cada quién vuelva a su vida -

- ¿Puedo preguntarte algo? ¿Por qué tu odio fue más fuerte que tu amor? - 

- ¡¿Aún tienes el descaro de preguntar?! ¡¿Vas a seguir jugando al que no sabes?! Eso es lo que más me enfurece de ti que juegues al niño inocente, el que no rompe ni un plato.. con el juego de querer ganarte mi confianza y mi cariño nuevamente, y eso es algo que nunca.. óyeme bien.. nunca vas a tener - me dijo con los ojos tan oscurecidos y llenos de furia, su cuerpo se volvió una llama que estaba a punto de quemarme.

- Eres un hombre sin corazón, frío, manipulador, mentiroso, vanidoso, falso.. un maldito perro que abre las piernas como si fuerza una zorra en celo, sólo para luego fingir un amor tan asqueroso como tú... -

Un golpe en seco se oyó en toda la habitación.

- ¡¡Basta ya Hyukjae!! A mí no me vuelves a insultar en tu maldita vida ¡¿Me oyes?! - le grite ya sin poder contenerme. Pero su reacción terminó por asustarme, pues en un abrir y cerrar de ojos me acorralo contra la pared con las manos sujetadas fuertemente, cada una al lado de mi cabeza y con su cuerpo aprisionándome.

- ¿Sabes cuál es tu problema? Siempre fuiste caprichoso, malcriado consiguiendo todo lo que querías a las buenas o a las malas, sin importarte a quién tengas que pisotear o sacrificar con tal de lograr lo que quieres. Pero eso se acabó, ya no tengo porque seguir cargando con este matrimonio que no fue más que una piedra en el zapato para mi. Sabes.. aquella noche debí escogerlo a él, buscarlo y tal vez ahora estaría casado viviendo felizmente con él -

- ¿De qué hablas? - le dije sin entender.

-  Jackson Wang, el chico que se me declaró aquella noche en la que se te olvidó que tenías novio, en la que demostraste tu verdadera cara. Hablamos y queremos estar juntos - hizo una breve pausa mirándome a los ojos recorriendo mi rostro para luego continuar - Y no voy a permitir que arruines esto -

No me esperaba nada de esto, sé lo de Jackson porque Kyuhyun me lo contó. Así que era verdad lo que Kyuhyun me dijo. Asentí y moví la cabeza hacia un lado, no puedo seguir teniéndolo cerca, no más.

- Voy a firmar, ahora suéltame - le dije calmado. Me soltó y se hizo a un lado, me acerque a la mesa tomando los papeles. Coloqué mi única regla dónde pedía que él renunciara a todo lo mío así como yo renunciaba a todo lo suyo, una vez escrito esto, firme los papeles dónde correspondía.

- Aquí tienes, esto era lo que querías. Ya puedes ir a celebrar con tu novio, sólo espero que lo hagas con la discreción antes de que hagamos pública nuestra separación. - Me mira sorprendido, sin decir nada.

- ¿Algo más que desee el señor? - le digo al borde de botarlo a patadas de la habitación.

- Firmaste - me dice sorprendido.

- ¿Es lo que querías no?, pues bien ya lo hice, ahora sal de mi habitación que tengo que cambiarme - lo veo tomar el sobre con los papeles y darme una última mirada para luego salir de la habitación.

Decidí meterme a la ducha, abriendo el grifo completamente y bajo el agua fría deje que todo mi ser se desmoronara y mis lágrimas se fueran con el agua, sería la última vez que lloraría por el único hombre al que he amado desde niño, pero no por eso dejaría que me destruyera, si algo me enseñó mi familia es que debo amarme a mi primero para poder amar a alguién más.