Capitulo 12. Cada minuto cuenta.

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🖤

Damon

Escucho un fuerte ladrido y salgo de mi oficina corriendo, veo un cuchillo tirado en el suelo con sangre, solo puedo pensar en lo peor. Zeus le ladra a la puerta principal que esta medio abierta y se ve forzada.

- ¡¿Alaska?! - Grito esperando oír su irritable pero hermosa voz a la vez, nadie contesta.

- Zeus.. - El perro se acerca a mi. - ¿Dónde está Alaska, pequeño? - Veo como trae un papel en su boca, es un número. Tomo mi teléfono y lo llamo.

- Damon, te dije que tenía ojos en todos lados.

- ¡¿Donde la dejaste?!

- Es una sorpresa pero te daré una pista. - Ríe como el psicópata que es. - Recuerdas cuando éramos amigos? Esos malos tiempos cuando solíamos atrapar mariposas en el jardín y solo matábamos a las verdes.

Se de lo que se trata y el lugar del que habla.

- Sorprendentemente, la pequeña Alaska también tiene los ojos verdes. Creo que será lo primero que arranque de ella cuando la mate.

- ¡No te atrevas a tocarla, Osiel! Te lo advierto, tú le pones un dedo encima y ya sabes quien lo pagara.

- Lo único con lo que podías sobornarme esta muerto. Tu la mataste.

- ¿Tú crees que soy tan estúpido para dejarla morir? Ella es una gran fuente de oportunidades y no iba a desaprovecharla.

- ¡La vi morir!

- Al parecer no eres el único que está sorprendido.

- Tráela sana y salva y te daré a tu chica, si no lo haces en 96 horas, tú pequeña "ladrona" sufrirá las consecuencias. Cada minuto cuenta...- Cuelga dejándome confundido y asustado.

¿Cómo sabía que yo la llamaba ladrona? Solo ella y yo lo sabíamos o tal vez había un infiltrado en el personal o en mis amigos, aunque los únicos eran Ian y Eris. Esto me olía mal.

Tengo cuatro días para salvarla y como él dijo, cada minuto cuenta. Espero que resista mi pequeña ladrona y si me entero de que al menos tuvo un rasguño, matare a Osiel de la manera más horrible que exista y se pueda imaginar.

Nadie se mete con lo que es mío.

Alaska

Oscuridad.

Es lo que veo cuando abro los ojos, tengo una venda tapándolos y siento un auto en movimiento pero eso no es lo peor.

Siento que me inyectan un liquido que hace que mi cuerpo se relaje pero mi cerebro sigue despierto y activo. Siento como inyectan mas y mas y yo quiero que paren, eso duele demasiado.

Solo puedo sentir todo, absolutamente todo en silencio, atrapada en la cárcel que es mi cuerpo.

Cierro los ojos y los abro de golpe cuando ponen una luz cerca de ellos. Estoy atada a una silla ahora, de pies a cabeza.

Veo a un hombre alto pelirrojo con una cicatriz en la mejilla. Veo mi cuerpo lleno de moretones y solo me dan ganas de llorar, mi cuerpo ya se puede mover pero me abstengo a las ganas de gritar. No se lo que me puedan hacer pero algo bueno no será.

- Al fin despiertas. - Dice el pelirrojo mirándome con una sonrisa asquerosa.

- ¡Suéltame! - Me remuevo en la silla tratando de zafarme pero obvio no lo logro, estoy amarrada y me hago ver como si fuera estúpida o una cosa así.

OBSESIÓN ✔︎ (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora