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26 de noviembre de 2021
Townsville, Queensland, Australia
1:41 pm. hora local

La calurosa brisa hacía elevar varios mechones de la rubia, su enorme sonrisa irradiaba felicidad y su emoción era gigante.

Le encantaba cuando Cole, su novio, se comportaba como un niño jugando en aquel parque.

—¡Sharon, ven! —le llamó él, mientras se acercaba a los columpios.

Ella, en cambio, aguardaba en uno de los bancos de la zona viendo, con una energética sonrisa, a su novio siendo cada vez más infantil.

—¡No, gracias, solo miraré!

Cole bufó pero no protestó, estaba acostumbrado a que Sharon se quedara sentada observando.

Los enamorados se encontraban en uno de los pequeños parques de la zona.

La realidad era que cumplían un año de novios y querían disfrutar el momento, y aunque parecía rara esa manera de "disfrutar" a ellos le encantaba.

A Sharon le encantaba la forma en que Cole le hacía reír cuando este mecía en los columpios.

A Cole le encantaba hacer cualquier cosa para sacarle una gran sonrisa a Sharon.

Así era su relación, simple, linda y romántica.

Para ellos no había nada mejor que estar el uno con el otro.

El teléfono de Cole comenzó a sonar, había entrado una llamada, pero el aparato estaba en el mismo banco en el que su novia lo observaba a la distancia.

Sharon no dudo en tomar el aparato y ver de quien se trataba.

—¡Michael te llama!

—¡Contéstale! —le permitió Cole, bajandose del columpio para llegar hasta ella.

—¿Hola?

—Oh Sharon, hola —respondieron desde el otro lado de la linea—. No sabía que te encontrabas con mi hermano.

—Sí bueno, estamos en una cita y...

—¿Una cita? —le interrumpió—, oh rayos, siento haber interrumpido, mejor llamo luego.

—No, tranquilo, no lo haces —rió por lo bajo.

Cole logró llegar con su novia, quién seguía conversando con Michael por el celular. Su respiración estaba agitada, se notaba que había corrido un poco para llegar.

—Bien aquí está —habló la rubia para Michael—, te lo paso.

—Gracias y disculpa, en serio —se despidió apenado.

—De verdad no hay de qué preocuparse —y con una sonrisa de boca cerrada le tendió el teléfono a Cole.

—Hola... sí, ya te lo había dicho... —tomó una, un poco larga, pausa mientras la otra persona hablaba por el otro lado de la línea—, Mich todo saldrá bien, estate tranquilo... sí, lo sé... estaremos allí. Adiós —suspiró negando y dirigió la vista a su novia quien lo veía divertida.

—¿Está nervioso? —preguntó ella en referencia a Michael.

—Estoy seguro que no le falta mucho para que enloquezca completamente.

—¿Por qué no vamos a ayudarlo? —sugirió levantandose del banco. Tomó sus pertenencias y lo observó—. Estoy segura que lo agradecería mucho.

—Amor, no quiero pasar este día tan especial ayudando a mi hermano con sus cosas —la tomó del brazo y la atrajo hacia su torso—. Él se ofreció a organizar esta fiesta. Además de que tiene un gran personal tras de sí, pagado por papá, te aseguro que lo que menos que necesita es ayuda.

Cuidado con caer [Libro 1 y 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora