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—¡Tadaaam! —terminó quitando las manos de aquellos ojos azul intenso para que pudiera observar lo que le tenía.

El cielo despejado con el sol a punto de esconderse fue lo primero que observó para después bajar un poco la mirada y encontrarse con una larga y ancha tela en el suelo junto con varios platos de comida.

La chica detalló todo el lugar con los ojos bien abiertos, atenta a cada pequeña cosa. Su sorpresa fue tan grande que, sin darse cuenta, abrió un poco la boca del impacto.

—¿Entonces...? —preguntó él, la verdad era que estaba nervioso por su reacción.

No estaba acostumbrado a hacer eso por lo que no sabía si había sido buena idea. Y, en vista de que ella aún no decía nada, estaba empezando a arrepentirse.

—Jake, esto es hermoso. —admitió luego de segundos, por fin.

Volteó para observar al chico de cabellera rubia y ojos tan azules como los de ella, y le ofreció una hermosa sonrisa de oreja a oreja. Y cortando la distancia que los separaba le dio un fuerte abrazo que él correspondió divertido.

Entonces... de un segundo a otro, ella unió sus labios con los de él.

Fue tan repentino que a Jake no le dio tiempo de reaccionar. Ella se separó de prisa.

—Lo siento, yo... —rio nerviosa y negó con los ojos cerrados para separase de él—. No lo pensé, yo solo...

Pero no pudo seguir hablando porque Jake la tomó del brazo y la jaló hacia él, cortando la distancia para, de nuevo, unir sus labios en un profundo —y correspondido por los dos—, beso.

Era su primer beso juntos.

Ya llevaban unas cuantas semanas saliendo, pero ninguno de los dos se había atrevido a dar aquel paso. Por lo que ese momento era especial.

Después de eso, con una sonrisa de suficiencia por parte de los dos. Se sentaron juntos para tomar el picnic.

El viento soplaba de a poco, cosa por la cual, la comida no se había volado aún.

Ella, con una enorme sonrisa, tomó un sándwich y empezó a comerlo, sin despegar su vista de él.

Jake lo notó y sonrió.

—¿Te gusta lo que ves? —preguntó tomando tambien un sándwich.

Ella rio y asintió.

—Sí, ¿sabes? el cielo está muy bonito. —fingió seguir observando al sol esconderse.

—Claro, el cielo. —por más que trató de ocultarlo, las comisuras de sus labios se elevaron, dejándole ver una enorme sonrisa a él también.

—¿Qué harás para acción de gracias? —preguntó ella de pronto, cambiando por completo de tema.

—¿Cuándo es?

—Mañana. —respondió obvia.

—Oh claro, sí. Lo había olvidado. —mintió—. No lo sé, supongo que pasarlo con mi familia, como todos los añ...

—Podrías ir a mi casa. —le interrumpió—. Así harías algo diferente.

Jake abrió la boca para responder, pero no supo qué y ella lo notó.

—Claro, no quieres...

—¡No! Jessi, no es eso, es solo...

—Que no quieres estar conmigo. —de pronto, la enorme sonrisa plasmada en su cara se borró—. Tranquilo, está bien.

—No, solo estoy tratando de decirte que mi madre es muy delicada con estos días, siempre quiere pasarlos en familia y no puedo fallarle.

En parte era cierto, su madre siempre esperaba los días en los que ella decía que era "obligatorio" pasarlo en familia. Pero esa no era la razón principal.

Cuidado con caer [Libro 1 y 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora