~ Su pasado es mi presente ~
~Lo que sucede en este tiempo afecta al nuestro ~
~ El amor todo lo puede, ¿cierto? ~
*Dicen que el amor es la fuerza más poderosa que existe,¿pero que pasa cuando ese amor se vuelve obsesivo?
¿Serias capaz de asesinar...
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Narra ...
- Irás hoy? ... - me dice el. - Si - digo yo. - Pero...- dice el. - No puedo esperar más - digo yo - el debe recordar el porque se le permitió regresar...
Mi hermano tan solo asiente.
- Por favor no tardes en regresar ... - dice el
Yo tan solo asiento.
- Te prometo que estaré aquí tan pronto como pueda - digo yo.
Mi hermano sonríe.
- Chicos!! - dice una voz masculina. - En la sala!- dice mi hermano.
Escuchamos pasos acercándose y en nuestro campo de visión se hace visible un hombre de ojos azules. Mi hermano se para de su asiente y le saluda con un pequeño beso.
- Sammy? - digo yo. - Regresará junto a Jack - dice el hombre.
Asiento y me levanto del sofá.
- Debo ir a hacer unos mandados - digo. - Le diré a Sam - dice el hombre.
Yo sonrió en agradecimiento. Utilizo mis dones y me transportó al gran salón del Eden. Apenas llegó soy recibido por un un grupo de querubines. Observó la pequeña fuente que yace ante ellos y logro visualizarlo.
- Ha pasado mucho tiempo pequeño... - susurro.
Los querubines me observan.
- Se ha mantenido tranquilo estos días señor... - dice uno de ellos. - No ha demostrado ninguna señal? - digo yo. - No - dice otro de ellos. - Ya veo... - digo yo - Creo que tendré que intervenir... - Está seguro señor? - dice uno de ellos. - El debe recordar su misión - digo yo.
Los querubines asienten y se alejan de la fuente.
- Valla con cuidado - dice uno de ellos.
Me acerco a la fuente y entro en ella.
- Nos veremos muy pronto...- digo yo
Poco a poco las aguas me envuelven , permitiéndo me entrar en el reino de los soñadores.
- Es extraño verle por aquí señor - dice una voz femenina detrás de mi. - Deseo obtener un favor de tu señor.. - digo yo. - El señor Morfeo no se encuentra - dice la mujer. - Adivino... - digo yo - Yace junto al inmortal, no? - Si - dice la mujer. - Morfeo, tan predecible cómo siempre - susurro yo. - Si lo desea puedo enviar a un mensajero.. - dice ella. - No creo que sea necesario - digo yo - Estoy seguro que a tu señor no le molestara que irrumpa en el mundo de los sueños de uno de sus soñadores...
