Traición

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"El amor es como darle un arma a alguien y confiar que no tirará del gatillo"

- anónimo

Narra Dimitri
El golpe que recibió Anya en la cabeza fue grave, los doctores que la atendieron explicaron que tardaría en despertar. Además nos hablaron de una posible perdida de memoria.

Mi querida Anya sería posible que olvides quien eres y quién fuiste?

Vladimir cómo era de esperarse con sus habilidades de conquistador se volvió pareja de una mujer viuda, con cuatro hijos y una casa bastante grande como para acogernos a nosotros.

Cosa que la mujer acepto sin dudar, al parecer el estado de Anya la había conmovido y nos cuidaría hasta que ella mejorara por completo.

Nadie reconoció a Anya, lo que me hacía pensar. ¿Era realmente malo el hecho de que hubiera olvidado su pasado? Ya no sufriría más, podríamos comenzar una vida juntos. Dejar el deseo de venganza. Su familia no querría que ella fuera feliz?

Habían pasado tres meses y seguía sin despertar, la trasladamos a la casa de la viuda,hasta que un día mientras mi amigo y yo nos encontrábamos recolectando leña y una de las hijas de la mujer que apenas estaba por cumplir los ocho años llegó gritando:"está despierta" "la bella durmiente despertó"

Corrimos hacia la casa y ahí la vimos, confundida y con una mirada de miedo.

- ¿Quienes son ustedes? - pregunto temerosa -
Vladimir se cubrió la boca y me miró preocupado. Me acerque a Anya y me senté delante de ella.

- eres Anya Andreeva - dije tomando sus manos - y eres mi prometida

Narra Anastasia

Alguna vez les mencioné que mis padres no se casaron por obligación, si no por amor. Y ya que mis padres no fueron obligados tampoco querían obligarnos a nosotras.

Olga fue la única que estuvo a punto de casarse en más de dos ocasiones pero nunca pudo. Era tímida y cerrada pero todo eso se le olvidó cuando conoció al amor de su vida un marinero.

Narra Olga
El día que lo ví en el altar con otra mujer fue el más triste de mi vida, durante la boda el me miraba como si estuviera sufriendo, como si me estuviera perdiendo. Pero no tardó en decir "acepto". Al final no defendió su amor, el que decía sentir por mi...

Cómo bien dicen tienes que ser muy valiente para enamorarte de un cobarde.

Me mantuve aparte en toda la velada, aunque mi madre siempre nos había enseñado a tener diplomacia en situaciones difíciles, ese día no me importo, no quería estar horas con una sonrisa hipócrita en el rostro hasta que mis mejillas dolieran cómo mi corazón.

Estuve en el jardín tanto tiempo que hablé con las rosas y les conté mis penas esperando que alguna de ellas me consolara.

- Señorita Olga gracias por venir - saludo como si fuéramos desconocidos -

Respiré profundo y lo mire, oír su voz estaba por quebrarme.

- la súbita formalidad - resalte - alguna vez te mencioné que odiaba eso

El se sento a mi lado, yo me aparte

- no hagas eso - regañe - no vengas a hacerte el mártir conmigo

- Olga yo... - intento explicar -

- ¿alguna vez me amaste de verdad? - pregunté seca -

- tu sabes bien que si lo hice - respondió de inmediato - pero también sabes que no hubiera sido posible.

- eres un cobarde - dije poniéndome de pie - no sabes si hubiera funcionado o no, solo te estás justificando por no haber hecho nada

Se puso de pie y camino hacia mi, ambos con los ojos cristalizados. Nuestros labios estuvieron muy cerca pero jamás se tocaron.

- siempre te amare - susurré sabiendo que este podía ser nuestro último momento -

Se quedó callado y cerró los ojos, supongo que quería controlar las lágrimas.

- ama a alguien más - respondió alejándose -

...

La última Romanov (Por Danny Flores) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora