Romance

103 5 2
                                    

Solía odiar cuando mis hermanas hablaban sobre muchachos pues me parecía un tema de lo más aburrido. Solía esperar hasta que tocaran otro tema para unirme a sus pláticas, pero había llegado mi momento de amar a alguien con Dimitri.

Fue entonces que entendí el sueño de María,
casarse y formar una familia. Ella era la típica chica que siempre quería conocer a jóvenes apuestos y buscaba cualquier oportunidad para coquetear.

Yo por otro lado me la vivía haciendo reír a mi familia. Jamás me importo mostrarme dulce y compasiva ante los hombres. Mis hermanas habían tenido ciertos amoríos y yo jamás me interese en tener ni uno solo.

En la casa Ipatiev María me volvió su cómplice ya que siempre me pedía distraer a la familia cuando ella solía verse con el soldado que me salvó la vida. Cuando los descubrimos en una "situación comprometedora" fue por falta de precaución de María.

- ¡¿como te atreves a hacer eso?! - gritaba mi madre escandalizada - ¿¡por qué con uno de esos malditos?!?

- madre... yo... - intentaba explicar la pobre María avergonzada y nerviosa -

- ¡Te podrían haber matado! - gritaba Alejandra - ¡Te das cuenta! ¡Eres una insensata!

- Alex ya basta - interrumpió mi padre -

Mi padre no aprobaba la acción de María pero sabía que jamás habíamos convivido más de unas pocas horas con un hombre que no fuera el o Alexei.

- no intentes solapar a tus hijas como acostumbras Nicolás - respondió mi madre - deberías estar de mi lado

- se enamoro Alex - respondió mi padre - no en las mejores circunstancias, pero tú sabes que con amor de por medio se cometen muchos actos de insensatez, tu hija no ha hecho nada malo

- bien, que haga lo que quiera entonces - respondió Alejandra - que se olvide de todos los valores que tú y yo le hemos inculcado, ya no puedo con mis nervios

Mi madre salió de la habitación azotando la puerta con irá. Mi padre abrazo a María mientras está sollozaba.

- papá gracias - respondió María para ir tras mamá -

Me acerque a mi padre y también lo abrace.

- la que me preocupa eres tú - me dijo - a ti no te conozco ningún pretendiente

- no creo que alguien más que ustedes tolere mis bromas papá - respondí - a demás el único soldado apuesto está por convertirse en mi cuñado

Ambos reímos pues mientras mis hermanas y madre estaban escandalizadas nosotros lo vimos como una situación cómica.

...

Mientras Dimitri y yo hablábamos acerca de nuestro futuro. Vlad había notado que uno de nuestros objetivos era nuestro compañero de viaje en el tren.

Pero decidió encargarse de este asunto solo, el hombre había ordenado una taza de té en la que el cuidadosamente agrego limpiador para la cocina del tren. Volvió a nuestro compartimento y no mencionó nada comenzamos a hablar hasta que escuchamos golpes salimos al igual que los demás pasajeros.

El hombre estaba convulsionando y enfoco sus ojos en los míos al parecer eso le ayudo a morir más rápido. Como si Dimitri supiera que paso, miro a su amigo quien se encogió de hombros.

Una de las mujeres de servicio pidió que entraramos a nuestro compartimento. Cuando entramos Vladimir contó con lujo de detalle su azaña.

La última Romanov (Por Danny Flores) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora