CAPÍTULO TREINTA - MORGAN GRAY RELATIONSHIP

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Christopher M.

Gemma Lancaster era como un chicle a mi brazo, no pasaba desapercibido por nadie la manera en la cual me irritaba desde que la rubia partió de viaje la teniente no había hecho más que estar en mi casa o acompañarme a todo sitio, según Cristal era para entrar al "corazón de lo nobles".

Tonterías.

Uno me importa una mierda entera los nobles, dos yo no he visto a Alessia comprometiéndose cada dos por tres y tres solo lo acepto para que Alex no joda además de tener la ventaja que si gano aseguró el mundo para mis hijos y su madre.

Apartó a Gemma de un tirón me estresa de sobre manera, mientras avanzo a mi oficina para dejar todo listo no sabía cuando iba a volver Alessia por lo que los niños estaban de lo feliz con el niñero ruso y las dos nanas.

-Te acompaño - se ofreció la morena

-No - ordene cerrándole la puerta en la cara

Cuando voltee la rubia que decía ser la madre de mis hijos estaba que se pintaba las uñas con las piernas sobre mi escritorio, carraspee provocando que alce la vista.

-Llegaste - habla primero - Esa no es forma de tratar a una chica.

Blanqueo los ojos mientras avanzó hacía ella, tiró sus pies a un lado para luego levantarla sin ninguna dificultad sentándola en mi regazo.

-No soy mueble - se queja

Lancé una carcajada mirándola burlón.

-Dame solo un poco de paz -pido inconscientemente

Acuna mi cabeza en su pecho mientras siento como reparte caricias en mi cabeza, la candidatura me había estado matando querer superar a Alessia y no poder porque tiene a todo el mundo ganado era frustrante, había dejado de comer y las noches de sueño habían sido reemplazadas por noches de absoluto insomnio.

-Debes descansar idiota - habla ella - Nos vamos en un momento así que descansa un poco hasta que den las cinco.

Levante mi vista para fijarme en el reloj que marcaban las 4:30 tenía tiempo suficiente para disfrutar la paz que me ofrecía la rubia, podía escuchar los latidos de su corazón que se aceleraban como lo hacían antes cuando estábamos casados.

-Eres un completo idiota - me insulta

-Cállate y déjame dormir.

-No te pedí que trasnocharas pedazo de imbécil, más te vale que estés comiendo Christopher.

Me quedo callado mientras cierro mis ojos y afianzó el agarre en su cadera.

-Hera y Damien tienen una presentación el lunes un día antes de las elecciones - me informa - ¿Vamos a ir juntos?

Lo pienso unos segundos antes de contestar.

-No puedo ir.

-Claro que puedes y si no vas te juro -responde pero no la dejo terminar cuando me levanto de su pecho.

-¿Qué? - la reto

Sus orbes azules chocan con los míos y su mirada se pierde tanto en la mía como en la de ella.

-Son nuestros hijos -susurra aún atontada

Una sonrisa aparece en mi rostro, mi mano se posa en su mejilla y me doy cuenta que necesito su tacto en mí ya no es un deseo es una necesidad, sin previo aviso la impulsó estampado mis labios con los suyos, se intenta alejar pero cuando se da cuenta que no la voy a dejar se resigna y me corresponde, sus manos se pasean desde mi nuca hasta mi cabello que da pequeños tirones.

OBLIGACIÓN (CM)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora