OBLIGACIÓN (CM)

CAPÍTULO TREINTA Y TRES - END

Canción recomendada: All i Want - Olivia Rodrigo.

Alessia G.

Torturarme la cabeza nunca ha sido de mis cosas favoritas, pero el avión se demoraba demasiado en llegar y solo seguía rondando las mismas preguntas por mi cabeza.

Solo tenía a Damien y Hera en la mente, los recuerdos de su infancia llegaban y suelto pequeñas lágrimas.

¿Había descuidado a mis hijos?

¿Me odiaban?

Siempre había estado presente, hice mi mejor esfuerzo cuando Christopher estaba lleno de misiones y Hera lo esperaba en las escaleras y yo la sentaba en mi regazo con una manta para arrullarla, ya que decía que solo quería ver a su papá antes de dormir y la única forma de asegurarse que llegara era en las escaleras.

Damien le tenía un pánico enorme a las arañas por lo que cuando una salió del ático y lo asustó, entre rápidamente envolviendolo en mis brazos e ingeniando un juego que era spiderman fue muy duro que les pierda el miedo.

Mi vista se nubla completamente, torturándome con los recuerdos solo quería ser buena madre y tener lo mejor para ellos pero no todo se puede.

-Señorita Gray ¿está bien?

Me seco las lágrimas rápidamente para asentir, me informan que el jet aterrizó y estamos listos para salir.

Tomo la cartera y me levanto a paso lento, cuando estoy bajando las escaleras puedo sentir una mirada fija en mí, mis ojos recorren el lugar con curiosidad y se chocan con los orbes grises rápidamente bajo la mirada ya que mis ojos deben estar rojos.

No es que Christopher tenga vista de halcón pero es mejor prevenir que lamentar.

Al estar en tierra firme, levantó la cabeza y caminó a paso decidido hacia el coronel que me esperaba cerca del auto.

No espera a que entre al auto porque cuando pasó por su lado jala mi brazo y me protege entre los suyos.

-Estoy aquí nena - susurra

Al sentirme protegida mis brazos rodean su cuerpo soltando pequeños sollozos, se siente horrible esta inseguridad.

-Ellos te aman, como tú a ellos - vuelve a hablar - Como yo a ti.

Sonrió ante sus palabras y trato de parar el llanto, pero al no lograrlo me conduce hasta el auto donde sube primero y me toma en brazos para sentarme en su regazo como una bebé.

Me acurruca entre sus brazos, su perfume Paco Rabanne llega a mí relajándome al instante, no sé en qué momento pero me voy quedando dormida.

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Christopher M.

Tenerla en mis brazos se siente bien, pero verla llorar por algo que iba a pasar tarde o temprano me destruye de sobremanera, cuando bajó la mirada para detallar su rostro puedo ver como su nariz se puso roja junto con sus mejillas, tiene el rímel ligeramente corrido que trató de borrar con un paño que había en el auto cosa que sale bien.

Acaricio su rostro dejando un pequeño beso en su frente, es la única mujer que me va a tener haciendo cursilerías.

En este momento es en el que me doy cuenta que yo no fui el que la escogió, fue ella a mí.

-Señor ya llegamos - informa Tyler

Asiento y acomodo con cuidado a la rubia entre mis brazos para que no se levante, me abren la puerta y bajo con ella en brazos en dirección a la entrada donde me esperan los dos mellizos con una sonrisa al ver a su mamá.