CAPÍTULO 10

1K 79 54
                                    

—Fue un gusto verlos chicos! Siempre igual de guapos y lindos! Cuando lleguemos de nuestra misión entonces nos vemos! Iguro vamos!!—se despide Mitsuri yendo por Iguro y ambos alejarse ya que se les proporcionaron una misión.

—Organizar?— ladea la cabeza confundido Tomioka.

—Aahh si! Nos invitaron a un río bastante lindo! Claro cuando lleguen de terminar su deber! Que dices?—explica Rengoku feliz abrazando a Giyuu.

El pelinegro asiente y le sonríe para después abrazarlo hasta que...

—Mucho amor!— les arroja una pequeña piedra un cazador con pelo color melocotón  una rama.

—Siempre interrumpiendo jaja—dice Rengoku con el ceño fruncido.

—Están contigo los cachorros?—voltea Giyuu con su amigo.

—Aahh si, no tardarán en llegar, me deben una por cuidarlos—reclama Sabito viendo a su alrededor para ver si no están.

—Es cabeza de gallo!!!!— grita un chico semidesnudo abalanzandose contra Rengoku tirandolo.

—Joven Inosuke no me llame así!— responde el rubio intentado sonreír aún enojado.

—Donde aprendió eso?— cuestiona el ojiazul arqueando una ceja viendo fijamente a Sabito.

—No se jaja!—dice Sabito nervioso.—Tanjiro llevate a tus amigos por favor—.

—Si! Fue un gusto volver a verte Giyuu y Rengoku,san!— se despide el de la marca en la frente jalando a Inosuke y  haciéndole señas al rubio asustadizo para que se fueran.

—Y...como estas Giyuu? Te extrañé tanto!—Sabito habla al mismo tiempo le pasa el brazo por el hombro del pelinegro abrazandolo y mirando desafiante al pilar rubio.

—Bien, gracias y tu?— sonríe Tomioka pero dándose cuenta de lo que trata de hacer su amigo.

—Me imagino que estas bien eh jaja!!!—interrumpe Rengoku con una vena salteada del enojo pero sonriendo jala del haori a su pareja.

—Qué pasa Kyojuro? Te sientes amenazado?! Jaja...—sigue desafiando Sabito jalando de vuelta a Giyuu.

—Por alguien como tú?! Jamás jajaja!!!— sigue respondiendo y de vuelta trae al pelinegro hacia él.

—Ah miren—dice Giyuu para igual distraer a ambos.

—Cazador inferior Sabito! Te asignaron una misión individual en un pueblo al norte!!—grita el ave.

—Aaahh acabo de llegar de una—Reniega el recién nombrado estirando su cuerpo para irse.

—Así es nuestro trabajo Sabito, cuídate ¿si? Regresa, saldremos ambos—intenta animarlo proponiendo el plan Giyuu.

—Claro! No estaré interrumpiendo jaja!–agrega Rengoku.

—Me convenció, me iré ya entonces. Cuídense y más tu si? Te quiero—Sabito se despide con un beso en la mejilla y se va.

—Tranquilo, todo estará bien!— dice Kyojuro al ver a su omega con mala cara.

—Si, estará bien. No voy a sobre pensar— voltea a ver el pelinegro a su pareja sonriendo —Qué te parece si vamos a casa?— mientras le da un beso húmedo en el cuello.

—S-si, vamos!— responde apenado pero feliz el rubio —<ya entendí la indirecta esta vez! Wiiiiii>—.

Llegaron a la finca de Tomioka despojándose de su ropa como si estuvieran necesitados por sentir sus pieles chocar, en un segundo Rengoku se encuentra en el piso apenas pasando la puerta con un omega pelinegro arriba besandolo con pasión y moviendo sus caderas sintiendo una creciente erección de su pareja entre sus muslos.
Apenas iba a bajar la ropa interior de Kyojuro cuando un sonido de un animal los interrumpió alarmandolos.

—WA WA WA misión para Tomioka Giyuu!!!—grita el ave negra mensajera.

Ambos pilares apenados se separan y tratan de taparse.

—A-ah si?— responde Tomioka avergonzado.

—< se antoja un cuervo al carbón por metido >— piensa Rengoku molesto con una vena saltada.

—Demonio en un pueblo del oeste! Esta arrasando con todo!— termina de explicar el ave.

—Tengo que ir ya mismo ah, permíteme tener todo listo—contesta el azabache y el pájaro asiente y se va.

—Aaahh nunca había odiado tanto un pájaro— el rubio hace un puchero.

—Lo siento mi amor jaja, será cuando regrese— le da un beso, se para y junta sus ropas para vestirse e irse.

—Esta bien pero antes!— mira con una sonrisa y ojos maliciosos el alfa.

—Antes?— ladea la cabeza el ojiazul hasta que —E-e-espera! Kyo! No nos hemos preparado! E-espera! A-aahg~ — exclama intentando Safarse.

Kyojuro había tomado a Tomioka por las caderas volteando su cuerpo y poniéndolo boca abajo contra una mesa, con una de sus grandes manos separa las nalgas del omega,rápidamente lo penetra en seco y le da al instante embestidas fuertes.

—Kyo! Aah~ d-duel aahg!— intenta hablar Giyuu con unas pequeñas lagrimas por el dolor en los ojos.

—Será rápido!— contesta con una sonrisa y aumentando la velocidad.

Tomioka da gritos, gemidos y jadeos ahogados pues el alfa tapa su boca, el alfa excitado termina pero olvidó una cosa; Giyuu sintió algo caliente y viscoso recorrer su interior y a los segundos goter pero no le puso atención ya que no había terminado aún y de quejaba por eso. Rengoku entendió el quejido de su pareja y sin aún sacar su miembro lo mueve lentamente y con una de sus manos lo masturba haciéndolo terminar.
En ese lapso de la masturbación de Tomioka, el nudo de Rengoku bajó por lo que ninguno de los dos se había dado cuenta que estuvieron pegados.

—Bueno ahora si puedes vestirte jaja— sonrie satisfecho Kyojuro ayudando al omega con su ropa.

—Que brusco eres— reprocha Giyuu terminando de vestirse rápido —Ahora si me iré, aprovecharé que es de noche para poder acabar con esa cosa pronto—

—Esta bien jaja, ve con mucho cuidado, yo te espero mi amor, te quiero— dice Kyojuro y le da una serie de besos en toda la cara del pelinegro.

—Yo también te quiero! Amm crees que regresando podamos hablar— corresponde a los besos el ojiazul y se dirije a la puerta.

—Claro! Podrías decirme de que es?— pregunta curioso Rengoku.

—Pues llevamos algunos meses juntos, quería saber y platicar sobre porque no me has marcado— con pena le confiesa Tomioka.

—Aamm simplemente no quiero, no se me da— hace una mueca el rubio quedándose un poco serio —aparte, para que? Así estas bien—

—Pues para poder dar a entender que soy tuyo y todo eso... tener tu olor, formalizar se podría decir...— contesta triste el mitad haori.

—Da igual, deja ese tema—dice indiferente Kyojuro.

—Se que a algunos alfas no les importa el tema, pero para los omegas si mi amor...para evitar que se nos acerquen con malas intenciones sobre todo, no te cuesta nada hacerla— sigue aún intentando convencerlo.

—Que no! Ya vete anda— sigue negándose el rubio.

—Esta bien, me niego estar rogando... adiós te quiero...— el azabache se retira triste pero con cabeza firme.

—Yo también...—contesta el pilar de la flama con remordimiento —< creo que fui muy duro con él...cuando llegue de su misión aceptaré hacerle la marca, tiene razón no cuesta nada y igual es mío >— piensa sintiéndose mal por la forma tan insensible con la que habló. —< Pero igual ¿que podría pasar? >—

💮  𝑨𝑪𝑼𝑻𝑬 💮 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora