💮 𝑨𝑪𝑼𝑻𝑬 💮

CAPÍTULO 25

En algún lugar lejano, el demonio de pelo rojizo va rápido pues necesita llegar a su guarida ya que está apunto de amanecer. Logra entrar justo a tiempo, yendo entre los largos pasillos y llegando a una habitación sin ningún mueble o cosa en su interior, el omega está poco a despertando mientras el demonio lo baja y acuesta en el piso.

-Mierd*...de nuevo aquí- suspira deprimido y molesto Tomioka.

-Si eres bueno podrás estar más cómodo-condiciona Akaza con los brazos cruzados satisfecho.

-Mmm claro ¿puedes darme algo con que taparme?- pide el azabache con frío y pasando sus manos sobre su pecho desnudo -<necesito saber como salir y matar a ese imbec*l>- piensa decidido el ojiazul.

-Veré que puedo darte aunque me encanta ver cada centímetro de tu piel~ nuestro hijo será fuerte y bello- sonrie lujuriosamente la luna lamiendo sus labios -recuerda que estás aquí por la vida de ese idiot* y tus hijitos, haces algo y ellos lo pagan- condiciona

-Si...-asiente deprimido el pelinegro pensando u extrañando a su familia.

-Reglas, no causes problemas con las demás lunas, te quiero a mis órdenes, cualquier problema que tengas con alguien es problema directo conmigo, tendrás a nuestro futuro cachorro te quiero bien cuidado y pobre de ti si pones en peligro a la cría ¿entendiste? Si no despidete de tus rubiecitos- termina de explicar la tercer la luna.

-Si...entiendo...- con la cabeza cabizbaja Tomioka responde sabiendo el infierno al que a regresado...

-¿Ahora que te parece si intentamos hacer a nuestro primer niño?- dice Akaza acercándose con malas intenciones a Giyuu

-<K-kyo...>- piensa con lágrimas en los ojos el omega.

Tomioka solo podía pensar en su amado rubio con lágrimas cayendo mientras que el demonio le da igual e incluso le excita aún mas y lo sigue penetrando.

En otra parte...un rubio se despierta poco a poco de nuevo en una camilla, con un gran dolor en su cuerpo dándose cuenta que todos sus amigos y compañeros pilares se encuentran ahí viéndolo con lástima, preocupados y serios.

-N-no te muevas mucho Kyojuro!- dice Uzui nervioso.

-¡¿qué pasó con los demonios?! ¡¿Qué sucedió con las lunas?!- pregunta alterado el rubio al recordar todo.

-T-todo está resuelto M-maestro...- habla intentando no llorar Mitsuri.

-¡Oh! ¡Padre! ¿Viene Giyuu contigo? Debe de estar con los niños ¡quiero verlo! ¡¡Necesito disculparme!! - exclama preocupado el Pilar al ver entrar a su padre pero... -¿Padre? ¿Qué es lo que pasa?-

-Kyojuro...- Shinjuro intenta explicarle pero no se anima al final de cuentas.

-¡¿Qué es lo que pasa?! ¡¡¿donde esta Giyuu?!!- se altera aún más el pilar llamativo.

Este se levanta quejándose del dolor pero decidido a ir afuera pues el cree que está ahí con niños, los pilares intentan detenerlo pero no lo logran, se quedan todos con lágrimas esperando a que se entere el rubio. El alfa herido llega al patio de la finca de la mariposa y solo ve a Sabito llorando e impactado, él voltea a verlo con algo envuelto en una sábana blanca.

-¿qué es lo que pasa?- ladea la cabeza confuso el hashira.

-L-lo...l-l-lament-t-to mucho...G-giyuu- llorando a tal punto que las lágrimas cayeran al piso Sabito no lo soporta y le entrega aquel objeto extraño envuelto y se va corriendo llorando devastado.

Rengoku confundido se sienta en el piso y comienza a abrir el paquete, ve la katana de su amado con su haori de dos diseños con sangre y pelo del omega quedándose impactado y entendiendo la actitud de todos, mientras intenta respirar y poner en orden sus ideas alguien habla...