CAPÍTULO 16

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Mientras tanto...

—Mmmm pasaron ya 10 minutos— dice Tomioka rascándose la cabeza —Kyo despierta, Kyo— se agacha para mover al rubio.

—M-mm me gané el cielo? Eres igual al amor de mi vida en la tierra— contesta despertándose poco a poco el pilar.

—No estás muerto— sonríe satisfecho el azabache.

—Qué?!!! Pero como y que tomé?! Ah!!— finalmente despierta Rengoku al captar eso confundido.

—Era agua con algunos sedantes, quería ver si decías la verdad y confiar en ti jaja...¿estas bien?—explica riéndose un poco Giyuu acariciando su cabello.

—Ah te pasaste, si me asusté jajaja entonces ¿pasé la prueba?— viendo con ojos brillosos y emocionados al azabache.

—Ay Kyo—le sonríe para darle un tierno beso corto y le da la mano —Vamos anda— lo jala para irse.

—Que gran espectáculo—dice la niña hija del patrón al verlos irse.

—Mmmm fuego y agua, una peligrosa pero poderosa combinación— sonríe satisfecho el patrón —Aahh yo también quiero ver a los niños— exclama.

— Son la sensación entre todos jaja— rie la menor.

— Es la primera descendencia de nuestros pilares y no son niños cualquiera, son hijos de dos hashiras— explica el maestro enfermo.

Van caminando ambos pilares reconciliados tomados de la mano felices aunque Kyojuro esta bastante nervioso.

—< Voy a conocer al cachorro de Giyuu, semi demonio aahh >— comienza a sobrepensar el rubio.

—¿Pasa algo?— el ojiazul nota el nerviosismo de su amado.

— N-no! Solo que y si no le agrado a tu cría? O quiere mejor irse con Akaza? — confiesa asustado y preocupado el pilar.

—Ah cierto, cachorro de ese tipo ja, no te preocupes, yo creo que te sentirás con una gran similitud— Tomioka sonríe al ver que no tenía ni idea de lo que le espera.

—Eh?—se queda perplejo al oír eso nuestro rubio.

Ambos llegaron a la finca donde se encuentran los dos cazadores y amigos de la infancia de Giyuu y los reciben.

—Si! Ya están juntos— salta la menor feliz.

—Ya era hora a ver si no lo arruina otra vez ay!— exclama Sabito y después se queja pues Makomo le soltó un golpe.

–Los dejaremos a solas Giyuu yyyy en el cuarto esta—se despide Makomo dándole señales donde se encuentran las crías.

—Descansemos y después vamos con el sensei Urokodaki— propone Sabito yéndose junto la cazadora.

—Vamos Kyo pasa— dice Tomioka pasando el primero a la finca seguido de Kyojuro.

—¿Ya vivirás de nuevo aquí? ¿Viviremos? ¿Puedo?Aah— pregunta sonrojado el de adornos rojizos.

—Si así es, si es que quieres estar con nosotros claro— responde el pelinegro.

—Si!! M-me encantaría!!— acepta rápidamente el alfa.

—Bueno, listo? Quédate aquí y cierra los ojos— le dice Giyuu haciendo que se siente en su sala y se va al cuarto del fondo.

Kyojuro se queda donde le ordenan, sentado y con los ojos fuertemente cerrados nervioso pensando en el bebé que va a conocer.
Unos minutos después el ojiazul regresa sonriendo al ver a Rengoku así.

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