💮 𝑨𝑪𝑼𝑻𝑬 💮

CAPÍTULO 30

A la mañana siguiente, todos en la familia Rengoku se despiertan,  Giyuu sintiéndose feliz por finalmente convivir con sus hijos, comer con ellos y conversar pues ellos igual tienen muchas preguntas.

—Mamá y-y-yyy ¿que comías cuando vivías con demonios?— cuestiona curioso Keiji.

—Frutas hijo, me las daba el demonio con quien estaba—contesta Tomioka centrado cortando algunas verduras para la comida.

—¿Y no te daba miedo salir en la noche?— ahroa pregunta Keiichi.

—No podía salir mi niño...no salí en todos esos años— le da una tierna sonrisa para no desanimarlo el azabache.

—¿Akemi era muy fuerte? Me alegra que lográramos conocerla!— exclama el mayor de los gemelos.

—Así es, era mitad demonio así que tenía una gran fuerza y habilidad—  contesta Giyuu haciendo lo posible por no estristecerse.

—Wowwwwww, mamá ¿y porque tienes tanta fuerza?— agrega una última pregunta por parte de ellos el más grande de las crías.

—¿d-de que hablan?— se quede impactado Kyo.

—¡mamá arrancó un árbol con sus manos!— grita emocionado el menor de los niños.

—¡¡¡K-keiji!!!— le llama la atención avergonzado el ojiazul.

—¿Qué?— abre los ojos aún más confundido el rubio más grande.

—Jaja! Vi un árbol algo inestable y lo quité Kyo, niños ya!— le explica nervioso Tomioka.

—Aamm entiendo— contesta serio Kyo.

—Iremos a jugar mami! Vamos Keiichi!— avisa Keiji jalando a su hermano fuera de la finca.

—¿pasa algo? Te siento raro, estás raro— directamente cuestiona el pelinegro a su pareja.

—No es nada, iré con Tengen me llevaré a los niños—contesta en seco Kyojuro levantándose y yéndose.

—E-e-espera...—intenta detenerlo Giyuu pero no lo logra.

Solo ve a sus tres rubios yéndose, los niños felices sin darse cuenta de la situación van con su padre quedándose solo el pelinegro.

—¿hice algo malo?...—suspira desanimado Giyuu yéndose a su habitación.

Mientras tanto los tres rubios llegan a casa del pilar del sonido, los dos gemelos fueron recibidos por las esposas de Tengen y este jalo a Kyojuro para conversar.

—Waaaa pensé que estarías ocupado con tu omega—dice sorprendido el más alto.

—Ah...no, él está bien— da una respuesta simple el rubio.

—Es un alivio, Shinobu nos contó sobre su situación, todos sabemos que tenemos que ser gentiles, recuerdo cuando a Suma también perdió a nuestro hijo aahh, se deprimió mucho, duré días para lograr que comiera o incluso saliera de su habitación pero todo se resuelve— habla Tengen contando de su experiencia.

—¿d-de verdad? ¡¿Como lograste arreglarla?!— exclama interesado el pilar de puntas rojizas.

—Wow wow, tranquilo amigo! ¿Arreglarla? Ni que fuera una carreta o algo jaja, solo le di tiempo y pasé tiempo con ella ¿porque preguntas?—se ríe ante tal comentario de su amigo Uzui.

—Pues...me desespera, ni siquiera fue mi hija...no me siento mal pero Giyuu siempre está cabizbajo desanimado, podría decir que me desespera— explica Rengoku creyendo que lo apoyaría su amigo.