CAPÍTULO 37

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–Desde la última pelea con Keiji y Keiichi han estado tranquilos hasta los bebés se controlaron– dice sonriendo Giyu a su pareja.

–Ya era momento de poner orden, estuve apunto de soltarles un golpe cuando te hablaron así pero no es la forma ah– suspira aliviado Kyojuro al escucharlo acariciando un bebé de su pelo que ya sus puntas se están tornando rojizas.

–Gracias por tu ayuda Kyo, sin duda alguna eres un gran padre y un gran, fuerte y apuesto esposo– sonríe el pelinegro acercándose  a su alfa y pasando su mano por el cuello de este haciendo que su piel se erice.

–A-a-amor~ c-cariño~ aahh ¿q-que haces?– nervioso el rubio más grande tiembla avergonzado con su cachorro dormido.

–E-estoy tan celosooo les das tanta atención a los niños, me encantaría un poco también y ahora más con los gemelos en clases y los bebés dormidos pero bueno creo que ya no me deseas tanto como antes– en un papel de víctima el ojiazul reniega de manera burlona.

–¡No se diga más!– dice Kyo acomodando con cuidado pero con rapidez al trillizo y se abalanza sobre su omega inquieto llenándolo de besos y caricias.

Siguieron así hasta tener un sex* rápido con Giyu arriba del rubio dando sentones rápidos aguantando e intentando no hacer ruido con sus gemidos, ambos terminan pero el pelinegro no permite que se forme el nudo por lo que los fluidos de él y el de Kyo se mezclan en el abdomen del alfa.

–Aayyy quería pegarme a ti, extraño esa sensación– hace un puchero el alfa.

–¿y tener más cachorros cuando apenas caminan los que recién tenemos? No Kyo jaja te ayudaré mejor– ríe el azabache por la mueca de su esposo pero para distraerlo y ponerlo de buenas lame su abdomen comiendo el sem*n que había quedado en él.

–Bueno bueno, lo dejaré pasar solo porque eres demasiado...ahhh! Como me encantas– explota de alegría y excitación el rubio acariciando la cabeza de su omega.

Ambos terminaron y se cambiaron pues sus bebés ya habían despertado y tienen que ir a recoger a sus otros dos retoños, cuando los recogieron notaron que sus gemelos actuaban extraño.

–Keiji, Keiichi ¿que les sucede? ¿Hay algún problema?– dice Kyo serio.

–Eso solo que el nuevo maestro...– intenta explicar Keiji pero aún está indeciso por decirle la razón.

–¿Tienen algún problema con su nuevo sensei?– pregunta Giyu serio e interesado.

–Claro qué hay un problema! ¡¿Porque un nuevo sensei?! ¿Porqué los adultos hablan tan mal de sensei Noori? Le dicen que es un omega cualquiera!! Lo extrañamos mucho!! ¡¡¿Tiene algo que ver nuestro Tío Sabito verdad?!! Él también está raro!!– grita enojado Keiichi finalmente confesándolo.

–Keiichi calla!!– regaña el hermano mayor para que guardara silencio.

–¿de que están hablando?– dice sorprendido y preocupado el alfa mayor.

–<ese idiot* ahora que hizo?! Se supone que había quedado con Noori>– piensa molesto Tomioka.

–Sabemos que nuestro tío nos usaba para ver al sensei más seguido y a ambos se les veía felices, nos gustaba mucho que estuvieran juntos pero tiempo después llegó el nuevo maestro y vimos a sensei Noori irse con sus cosas de la escuela, se veía muy triste e igual Tio Sabito se la pasa desanimado– explica Keiji triste.

–Mamá ven– Keiichi hace una seña para que se agache su madre omega.

–Dime cariño– se agacha Giyu inquieto.

–No me regañes porfavor pero cuando sensei se fue lo seguí por los techos de las casas como tú y papá corren, la gente le gritaba cosas horribles y se veía muy débil, tenía moretones y golpes en su cuerpo, la gente le decía que su futuro hijo no tendría padre por ser un omega que se acuesta con el que sea ¿ese bebé es hijo de mi tio? Esto no lo sabe Keiji, no quería que supieran más personas– susurra en el oído de su madre el gemelo menor.

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