Llegaste a mi vida

El secreto de un corazón roto

El secreto de un corazón roto

Severus abandonó el escondite ordenando a Harry que se mantuviera bajo resguardo, lo que obviamente el joven Gryffindor no obedeció. En cuanto tuvo la oportunidad salió corriendo varita en mano en busca de sus amigos, estaba muy preocupado por ellos.


La gente empujaba intentando salir del Gran Salón a toda prisa, y por fin logró ver a Ron cubriendo a Hermione, quien a su vez protegía a sus padres llevándolos a un rincón. Se le veía angustiada, ellos no podían abandonar el lugar así que estaba dispuesta a quedarse a su lado hasta el último momento.


— ¿Están bien? —preguntó Harry llegando hasta sus amigos.

— Sí, Harry, ¿qué está pasando?


Harry solo negó con la cabeza, él tampoco tenía idea de lo que sucedía. Buscó con la mirada a Severus y le vio abandonar el Gran Salón entre toda la multitud, parecía estar siguiendo a alguien y rogó para que no estuviese en peligro. Quería ir con él, pero no podía dejar solos a Ron y a Hermione.


Justo en ese momento Dumbledore hizo uso de su magia llamando al orden. Y ampliando su voz consiguió hacerse notar entre el griterío mientras borraba la marca Tenebrosa del techo.


— Necesito que se tranquilicen. —pidió procurando no mostrarse alarmado, hizo una seña a los Profesores para que le ayudasen a relajar a las personas, y poco a poco los gritos cesaron, ya nadie corría y miraban al Director en espera de una explicación—. Les aseguro que no hay ningún peligro del cuál temer, lo que ha pasado esta noche es una pésima broma y les prometo que los responsables serán encontrados y castigados.


En un principio nadie parecía creer semejante explicación, pero al ver que realmente no había ataque empezaron a relajarse, sin embargo, ninguno de ellos pensaba tomarse a broma lo sucedido. La Marca Tenebrosa no había aparecido desde la derrota de Voldemort unos meses atrás, era imposible tomarla como un juego.

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Unos minutos más tarde, hubo reunión en el despacho de Dumbledore. Ahí estaban la Profesora McGonagall, y todos los Weasley, así como Ron, Hermione y Harry. El Director se había marchado llevándose a los padres de Hermione a su casa por lo que la chica aún no lograba tranquilizarse mientras esperaba el regreso del profesor.


— Sigo sin imaginar quién pudo hacer algo así. —musitó Arthur desde su asiento junto a Molly.


Por unos segundos nadie respondió, en realidad había varios nombres en sus cabezas, pero ninguno se atrevía a pronunciarlos. Ron abrazó a Hermione al sentirla estremecerse, entre todas las posibilidades había una que estaba más fija en su mente.


— ¿Snape? —propuso tímidamente.

— ¡Él no fue! —respondió Harry de inmediato sin darse cuenta que había levantado demasiado la voz.


Todos le observaron sorprendidos, parecía casi indignado y furioso con la suposición de su mejor amigo, sus ojos miraban al pelirrojo como si hubiese proferido el mayor insulto de su vida.


— No aseguro que lo sea, pero es el único en la fiesta que puede invocar la marca. —respondió Ronald con el mismo tono inseguro, no quería pelear con Harry pero era lo único que se le ocurría.

— Pues no lo hizo y deja de decir tonterías, no hay ningún motivo para que le culpes de todo lo malo que sucede, esos tiempos ya pasaron, Ron.

— No se trata de encontrar un motivo, Harry. —se atrevió a intervenir Hermione en defensa de su ahora esposo—. Nos consta que Snape ha demostrado ser leal a nuestro lado, pero como dice Ron, no había nadie más en la fiesta que conozca la manera de invocar la Marca, si sabes de algún otro creo que también debería ser mencionado.

— No, no estoy dispuesto a señalar a nadie sin ninguna prueba.

— El Señor Potter tiene razón. —intervino ahora Minerva—. El Profesor Snape seguramente tiene una explicación razonable.

— Pues si estuviera aquí me gustaría escucharla. —dijo Ron sin mirar a Harry, le estremecía sentir su mirada tan escandalizada.

— Cierto. —señaló enseguida Arthur—. ¿Dónde está Snape ahora y dónde estaba al momento de que apareciera la marca?


Harry se giró mirando a la chimenea. No sabía dónde estaba Severus en ese momento, pero sabía muy bien dónde había estado cuando empezó el escándalo... pero ¿cómo decirles "él no lo hizo porque yo estaba chupándole la polla en esos momentos"?