Inocencia

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Inocencia





Harry rogaba por encontrarse en una pesadilla, quería despertar y mirar a sus dos amigos sonriendo mientras continuaban jugando con su hijo bajo la sombra del árbol. Pero no era así.


Ron y Hermione lucían devastados. Todos se reunieron en el despacho de Dumbledore a analizar la situación pero nadie lograba encontrar palabras de consuelo para los jóvenes padres que lloraban en silencio en un apartado sillón.


La culpa no se iba del corazón de Harry, si hubiera corrido más rápido, o si hubiera pensado antes en aparecerse, o saltado más fuerte... o si no hubiera liberado a Draco. Nada de eso habría pasado.


Dejó de poner atención a lo que Dumbledore y Severus conversaban junto con los Weasley que ya habían sido llamados de emergencia, y lentamente se reunió con sus amigos arrodillándose frente a ellos.


— Ni te atrevas a decirlo. —le interrumpió Hermione antes de que un sonido saliera de su boca—. El único responsable es Draco Malfoy.

— Es que si yo no...

— Todos nos sentimos culpables. —agregó Ron limpiándose las lágrimas—. Pero lo que dice Hermione es verdad, solo Malfoy hizo mal. Se le dieron muchas oportunidades pero no quiso comprender, y yo te juro que cuando lo encuentre no tendré compasión de él.

— Voy a encontrar a nuestro bebé. ¡Se los juro!


Harry se levantó y girándose hacia los demás volvió a limpiarse el rostro, había llegado el momento de luchar, cada segundo aumentaba el riesgo de que Richie resultara herido, no quería pensar en que quizá ya no hubiera esperanza para él.


— Iré a buscarlo. —dijo con firmeza.

— ¿A dónde?

— No lo sé, Severus, tal vez deba ir primero a su antigua casa, es un buen lugar para esconderse.

— La casa ya ha sido vendida, pero ahora se encuentra en poder del Ministerio así que tendremos que hablar con Kingsley.

— No quiero que el Ministerio se involucre. Y tampoco quiero que vengas conmigo.


Severus comprendió de inmediato la intención de su esposo. Si no quería la presencia del Ministerio era porque Draco Malfoy estaba muerto legalmente, y de esa forma podría asesinarle sin necesidad de dar explicaciones. Pero aunque Draco probablemente mereciera un castigo ejemplar, Severus no podía permitir quedarse con los brazos cruzados ante el riesgo de su vida.


— Iré, Harry, no me importa si quieres o no.

— Bien, no discutiré contigo. —aceptó enfrentándole feroz—. Pero te advierto que no me detendré.

— Yo tampoco.


Era muy extraño verlos a ambos hablándose con rudeza, eso podía ser peligroso, así que Ronald se puso de pie también.


— Me uno a ustedes, y más les vale no negarse, es mi hijo y tengo derecho.

— Nunca te lo impediría. —respondió Harry de inmediato—. Y puede ser tu varita la que merezca la gloria de hacer justicia.

— Y la mía. —agregó Hermione poniéndose en pie, pero Harry se giró a mirarla de manera muy especial, sabía que su amiga merecía estar con ellos al emprender la búsqueda pero le preocupaba lo que pudieran encontrar, además, era la más alterada, resultaría peor para ella actuar en ese estado, por eso caminó hasta la angustiada y joven madre tomándola por ambas manos.

— Necesito que hagas algo muy especial para mí : cuida de mi Aimee.

— Pero...

— A nadie, absolutamente a nadie podría confiarle mi hija en estos momentos. Ayúdame a ir tranquilo por nuestro Richie sabiendo que Aimee no corre peligro, yo te prometo que pronto te lo traeré a tus brazos.


Hermione dudó por unos segundos, comprendía las intenciones de Harry, y aunque se moría por ir en busca de su hijo, finalmente asintió dándole la razón y con ello, aliviar el corazón, no solamente de Harry, también el de Ronald.


— Yo iré también.


Todos miraron hacia un rincón donde Neville había estado presenciando la escena en silencio. Harry le observó por unos segundos y caminó hacia él. A nadie le quedaba duda de que iba a negarse, por eso fue sorpresivo verlo asentir. Comprendió que la culpa también estaba en el corazón de Neville por haberlo retenido demasiado tiempo en las gradas, por eso no podía impedirle integrarse a la ayuda.


Llegaste a mi vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora