Muñeca de Trapo - Parte 2

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Una vez que escapamos del almacén, nos recibió un pueblo desconocido, no había murallas en el castillo, así que este no era Roa. No era lo suficientemente pequeño para ser un pueblo, pero diría que era una ciudad pequeña. Tenía que pensar rápido, o nos iban a encontrar.

—¡Hmph, esto es lo suficientemente lejos!

La Joven Maestra declaró en voz alta, parecía creer que ya habíamos dejado atrás a nuestro enemigo.

—Prometiste que no gritarías hasta que llegáramos a casa.
—¡JUM! ¿Por qué tengo que cumplir alguna promesa contigo? —dijo, como si fuera la cosa más obvia del mundo.

"Esta pequeña mocosa..."

—¿Ah, de verdad? Entonces aquí es donde nos separamos. Adiós.
—¡Hmph!

La niña estúpida resopló por la nariz sin darle importancia y comenzó a alejarse, pero luego escuchamos gritos distantes y enojados.

—¡Jodidos niños de mierda! ¡¿Adónde diablos fueron?!

Debieron derribar la puerta que debilite a propósito o atravesar por los barrotes de la ventana que quite innecesariamente para que un adulto cruzará por ellas. De cualquier manera, este era el resultado que esperaba porque anticipé que la niña estúpida pondría algún tipo de resistencia.

—..... ¡Eek!

La Joven Maestra dejo escapar un pequeño grito y corrió hacia mí.

—E-Eso era una mentira hace un segundo... No gritaré más, ¡ahora llévame a casa!
—Me parece que no entiendes nuestras posiciones. No soy tu sirvienta, ni soy tu esclavo.

"Me gusta su actitud condescendiente, también que sea capaz de cambiar de opinión tan descaradamente. Pero obviamente no puedo dejarla ver esto..."

—¿Q-qué estás diciendo? ¿No eres mi tutor particular?
—No, no lo soy.
—¿Eh?
—Dijiste que no estabas conforme, así que no me contrataron.
—B-Bueno, entonces te contrataré... —dijo de mala gana. Necesitaba una promesa real esta vez.
—Otra vez con tus promesas. Una vez que regresemos a la mansión, simplemente la romperás como lo hiciste hace un segundo, ¿verdad? —dije, con mi típica inexpresividad y mi tono distante.

"Desde que llegué a la mansión, pude crear otra imagen de mí, aunque esta máscara impasible era mi rostro real, se siente liberador no tener que sonreír o fingir enojo."

—N-no romperé mi promesa, así que... exijo... no, quiero decir... ayúdame.
—Solo cierra la boca y escucha lo que digo.
—D-De acuerdo.

Ella asintió mansamente, por ahora lo que necesitaba era su sumisión, así que estaba bien.

"Ahora pasemos al siguiente escenario."

Primero, recuperé los 5 gran Asuras de cobre en mi ropa interior. Este era todo el dinero que tenía. Diez monedas de cobre grandes componían una moneda de plata, por lo que no era mucho dinero, pero sería suficiente para nuestros propósitos.

—Ahora, sígueme.

Nos dirigimos hacia la entrada del pueblo, lejos del sonido de los gritos enojados. Cuando llegamos, un guardia somnoliento estaba de guardia, le pasé una de mis monedas.

—Si alguien pregunta si nos ha visto, dígale que salimos de la ciudad.
—¿Huh? ¿Qué? ¿Niños? Está bien, supongo. ¿Estando jugando al escondite o algo así? Esto es mucho dinero... Cielos, ¿de qué familia adinerada son ustedes dos...?

"Me duele en el alma tener que darle mi dinero a un miserable guardia, pero matarlo dejaría en claro mi fuerza, o parte de ella, y no sería para nada una estrategia segura."

Mushoku Tensei: FreedomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora