Mushoku Tensei: Freedom

La Ilusión de un Amor - Parte 1

El Icefall Treant, un colosal gigante arbóreo que se elevaba hacia el cielo como un rascacielos, estaba centinela con la mitad de su enorme tronco envuelto en una formidable barrera de hielo.

Honestamente, a pesar de la innegable punzada de vergüenza y frustración que me provocó el pensamiento, me encontré dudando de mi capacidad para matar a este enemigo.

Incluso si yo ejerciera magia con un alcance amplio y abarcador, cabía la gran posibilidad de dañar a Sara. Ella no estaba atrapada por las garras heladas…

Mientras mis ansiedades se arremolinaban, el antiguo árbol me perseguía implacablemente, sus ramas nervudas azotaban en mi dirección.

"¡[Flame Division]!"

Mi espada de madera, imbuida de la furia crepitante de las llamas, atravesó un bloque formidable que se había formado en una de las ramas extendidas del árbol, incluso mientras me retiraba.

Invariablemente le seguía una gélida andanada de cubos de hielo de gran tamaño, lo que me obligaba a esquivarlos con agilidad. Como estaba previsto, una andanada de proyectiles congelados se precipitó hacia mí, esquivé su trayectoria fácilmente, dado mi conocimiento previo del movimiento.

Luego vino otro ataque de las ramas amenazadoras, primero desde la derecha, luego desde la izquierda.

"¿...?"

Al esquivar el asalto, una sospecha me corroía y lancé una mirada dudosa hacia el imponente centinela. En medio de las sombras oscuras, el revelador crujido del agua helada llegó a mis oídos mientras el Treant esculpía otra barricada helada.

¿Podría ser...? ¿Esta criatura se adhirió únicamente a un patrón de ataque establecido: lanzar un bloque de hielo, seguido del ataque de sus ramas? ¿Se trataba simplemente de una repetición monótona de esta rutina letal?

Mis crecientes dudas recibieron una sombría confirmación a raíz de las continuas evasiones de los bombardeos de ramas y bloques de hielo. Quizás le había dado demasiado crédito a este maldito árbol.

A pesar de sus colosales proporciones, en realidad era sólo un monstruo de grado B. La idea de que pudiera poseer patrones de ataque adicionales e inexplorados puso a prueba su credibilidad.

Con nueva cautela, escudriñé el árbol y reconocí que la armadura de hielo envolvía sólo las secciones más formidables de su tronco. La oscuridad había oscurecido este hecho, pero su tenacidad para defenderse de mi Impurus Cust me había dejado desconcertado.

El asombro inicial inspirado por mi gigantesco adversario se fue desvaneciendo lentamente. Armado con el conocimiento de que se adhería sólo a dos patrones de ataque distintos, sacudí con confianza mi espada de madera en la nieve, con una sonrisa irónica adornando mis labios. Desde debajo del suelo helado, un pilar de tierra me empujó hacia el cielo.

"Esto resultará bastante manejable," murmuré para mis adentros.

Antes de seguir avanzando, esquivé ágilmente las ramas traicioneras, cada movimiento de la Flame Division cortando los peligrosos zarcillos.

Si bien poseía otro hechizo que podría haber resultado efectivo, las dudas sobre posibles sorpresas acechando dentro del arsenal del Treant me detuvieron.

Las vulnerabilidades del Treant se hicieron cada vez más evidentes a medida que nuestra batalla avanzaba. Debido a su tamaño colosal, la mayoría de sus raíces permanecieron dentro de mi alcance, lo que me obligó a cortar tanto las ramas como las raíces mientras escalaba su forma.

Una vez que comprendí esta vulnerabilidad y empleé mi magia para cortar sus conexiones con la tierra, el rumbo de la batalla cambió irrevocablemente. Aunque no hizo ningún esfuerzo por huir, el Treant cesó su implacable asalto y en su lugar se quedó inmóvil, fingiendo estar muerto.