Prólogo - (Etapa Juvenil)

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Actualmente estoy corriendo. Me estoy humillando a mí mismo huyendo con todas mis fuerzas de las garras de la bestia.

Escapo con toda mi concentración, llevando conmigo el enojo y la maldita frustración de que yo, una persona de mi nivel y poder, tuviera que ser sometido a tal estado.

Bajo por las escaleras. Salto por la ventana hacia el patio. A veces uso magia para aferrarme al techo, y otras para bajar de él.

—¡¿Dónde estás?!

La bestia ruge y me sigue.

No importa a dónde corra.

Confío en mi fuerza física.

Después de todo, he estado corriendo desde que tenía 2 o 3 años, entrenándome con la espada. 

Pero esta grandiosa y magnífica confianza en mi fuerza se ha hecho añicos.

Esa... cosa, como para burlarse de mis esfuerzos, me persigue sin perder el aliento, con su cabello rojo sangre ondeando al viento.

Esta bestia irracional no conoce ni entiende el significado de 'rendirse', no importa cuán lejos corra, en el instante en que me relaje, será el momento en que esa cosa cierre la brecha poco a poco.

—Haaa....... Haaa......

Estoy empezando a quedarme sin aliento.

No puedo seguir corriendo. 

Ya soy incapaz de escapar.

Me quema el alma pensar en lo siguiente como mi última opción, pero... me esconderé. Solo existe esa opción.

*Glup*

Me escondo en la sombra de las escaleras, observando desde el área que permite la observación de las plantas, cuando de repente escucho a la bestia rugiendo desde el centro de la mansión.

—¡Nunca te lo perdonaré!

Este rugido hace que me cubra la poca para que no escuche mi respiración.

Soy Rudeus Greyrat y tengo 7 años de edad.

Tengo el pelo color té brillante. Era un atractivo y exitoso ex-empresario de 34 años.

Como no fui al funeral de mis padres por estar cogiendo con una belleza, fui echado del círculo de mi familia y me mató un camión. Pero por alguna asquerosa y maldita razón del destino, conservé mis recuerdos y reencarné como un bebé.

He reflexionado sobre mi vida pasada donde actúe como un ser humano horrible, y en estos 7 años, he trabajado duro para vivir como una buena persona... O eso es lo que el bastardo que me trajo aquí esperaba que sucediera.

Este desagradable mundo me ha humillado, reduciendo mi gloriosa existencia a este lamentable cuerpo. Fui guiado en contra de mi voluntad para salvar a un grupo de escorias juveniles y perdí mi preciosa vida a causa de ello.

Sin embargo, he aprendido a hablar y escribir, aprendiendo magia, entrenando en el arte con la espada, establecí excelentes relaciones con mis padres e incluso conseguí a una linda herramienta llamada amiga de la infancia Sylphy. Para poder ir a la escuela con Sylphy y poner en marcha mis planes futuros, he cumplido con una solicitud de trabajo, con lo que ganaré la cuota escolar para dos personas y así llegar a la ciudad de Roa.

Si completo el trabajo para la educación de la joven, el empleador pagará las cuotas escolares de ambos --------- A pesar de que se supone que es algo así...

—¡Sal de donde sea que estés! ¡Te aplastaré en pedazos!

Miro desde mi patético escondite y me estremezco por los ruidos de la bestia, tiemblo por la encarnación violenta que ha tomado la forma de una niña.

------ ¿Por qué he acabado así?

Tendré que regresar hasta hace 1 hora.

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Mushoku Tensei: FreedomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora