La Sirvienta Inexpresiva

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Lilia fue una vez una doncella de la guardia del palacio de las concubinas de la capital de Asura; una doncella es una sirvienta que también se encarga de proteger el castillo. Las doncellas de la guardia generalmente harán el trabajo de sirvienta, pero si algo sucede, tomarán una espada para proteger a su amo.

Lilia cumplió fielmente con su labor como empleada doméstica, jamás obtuvo quejas. Sin embargo, no se podía decir lo mismo de su deber como guerrera; su habilidad estaba muy por debajo de las demás. Y así, se descuidó durante una batalla contra un asesino que tenía como objetivo a la princesa recién nacida, y la daga del enemigo la hirió en la pierna. Pero no era una simple arma, no había forma de que un cuchillo filoso le causará tantos daños; la daga estaba cubierta con un veneno específicamente creado para matar a la realeza. No existía antídoto o magia curativa que fuera capaz de tratar un veneno tan poderoso y vil. El único motivo por el que estaba viva fueron los médicos que trataron su herida de inmediato después de probar una variedad de métodos para curarla, pero hubo efectos secundarios que persistieron.

No hubo ningún problema que le impedía vivir en paz, pero nunca más pudo correr o pisar demasiado fuerte. Por motivos tan obvios, el reino se deshizo de ella sin dudarlo.

Incluso Lilia entendía y aceptaba el razonamiento de sus empleadores, habiendo perdido sus habilidades, era un hecho que lo único de doncella que ahora cargaba encima era su capacidad de limpieza, aceptó este destino ella misma. A pesar de que no recibió dinero como compensación por arriesgar su vida, se consideró afortunada que no la silenciaran en secreto porque había servido en el palacio real.

Lilia más tarde abandonó la capital.

Jamás se encontró al autor intelectual del fallido intento de asesinato.

Conociendo las reglas del personal de las doncellas, sabía que existía la posibilidad de que ella se convirtiera en su próximo objetivo. Tal vez el palacio la había dejado marchar a propósito mientras la vigilaban, y eventualmente, atraer a la mente maestra.

Siempre estaba esa pregunta, por qué ella, que no tenía antecedentes significativos, había sido aceptada en el palacio real para una posición tan importante. Pero fue ahora cuando finalmente lo entendió; simplemente querían productos desechables, sirvientas con cualidades ligeramente por encima de un guerrero promedio que fueran prescindibles.

Sin embargo, sin importar la razón, todavía tenía que abandonar la capital lo más rápido posible, por su propia seguridad. A pesar de que el reino la trataba como un cebo, no tenía más obligaciones con ellos y, por tanto, no tenía que quedarse ya que no se le ordenó hacerlo antes de irse. Su honor y el sentido del deber ya no existían, quizás las únicas cosas a las que era fiel.

En medio de su viaje, Lilia cambió discretamente de dirección y llegó a la región de Fedora, conocida por sus extensas tierras agrícolas y que estaba ubicada al borde de la frontera. Era un océano relajante de vastos campos de trigo amarillo, con la excepción de la ciudad fortaleza de Roa, donde vivía el gobernador.

Lilia pretendía encontrar trabajo allí. Pero, como su pierna estaba lesionada, no pudo encontrar uno que no requiriera fuerza física.

Tenía la opción de enseñar esgrima, pero era mejor ser contratada como sirvienta, donde además de desenvolverse mejor, el salario era mucho más alto.

En esta frontera, había muchos que podían empuñar una espada y muchos que podían enseñar el manejo de la misma, pero una doncella versada en asuntos domésticos era ciertamente rara.

Debido a que la oferta era tan pequeña, el salario era mayor.

Sin embargo, el peligro seguiría ahí si ella era contratada por el gobernante de Fedora, o cualquier noble de estatus similar... Figuras tan influyentes seguramente tendrían relaciones con el rey. Si supieran que ella era una doncella que una vez trabajó para el palacio de las concubinas, existía una muy alta posibilidad de que fuera tratada con una herramienta política. Y por esto, Lilia se mantuvo lejos.

Mushoku Tensei: FreedomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora