Reunión del Personal y Domingo - Parte 1

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Pasó medio año. Eris, la criatura que pensé bajo la esperanza de un miserable vagabundo que finalmente había domado, comenzó a regresar a sus formas incivilizadas.

"¿Por qué? ¿Cómo? ¿Y quién hizo esto?"

Entre en un pozo de incertidumbre, hasta que me di cuenta de algo. A la pequeña criatura no le había dado descansos.

* * *

Fue después de la cena cuando hice llamar a Ghislaine y a la profesora de etiqueta a mi habitación.

La profesora de etiqueta en realidad no vivía con nosotros; ella tenía una residencia en la ciudad, así que hice que un mayordomo le enviara un mensaje.

—¿No se supone que conoces sobre modales y etiqueta? ¿Qué es esa expresión? —dije, irritado.

—¡Ah…! ¡¡Mi Lord Rudeus, lo lamento profundamente!! Mi nombre es Edna, señor. Edna Leylune. Le enseño a Lady Eris sobre la etiqueta adecuada.

Me crucé de piernas y la mire con desdén desde mi cama. Parecía atónita por algo al verme, sus movimientos pulidos que había visto a escondidas ya no estaban. Algo extraño, viniendo de una profesora de etiqueta.

Edna tenía el rostro de una mujer de mediana edad cuyas arrugas apenas comenzaban a mostrarse. Sus rasgos eran suaves y tenía una sonrisa amable que emanaba calidez.

"Se vería elegante con una cadena de hierro alrededor de su cuello."

—¿Qué esperas? Siéntate —le dije, señalando con mi mentón las sillas cercanas. Una vez que se acomodaron, ordené a un mayordomo que preparara té—. No necesito presentaciones, supongo. Te hice llamar aquí porque quiero hablarte sobre el horario de lecciones de Eris.

—¿Horario de lecciones? —preguntó Edna.

—Escuché que actualmente tiene práctica con la espada por la mañana, tiempo libre por la tarde y etiqueta por la noche.

—E-en efecto…

Eris estaba aprendiendo actualmente seis materias. Lectura y escritura, aritmética, magia, historia, esgrima y etiqueta. En términos modernos, eso sería lenguaje, matemáticas, economía doméstica, estudios sociales, educación física y, bueno, etiqueta. No había relojes, por lo que las lecciones se alargaban, separadas solo por las comidas y la merienda.

Las materias se dividieron en tres períodos de tiempo, así:

Desayuno → Estudiar → Almuerzo → Estudiar → Hora de la merienda → Estudiar → Cena → Tiempo libre

No había instructor de historia, por lo que aparentemente Philip le enseñó en su tiempo libre. 

—Desde que llegué aquí, ella también comenzó a tener lecciones nocturnas, por lo que su día se ha llenado —dije.

—Así es —respondió Edna—. Sus estudios han ido progresando sin problemas. El Maestro está bastante impresionado.

Sin duda debía estarlo.

—Sí, sí. Parece que todo va bien, pero aquí hay un problema. Una irregularidad que ha estado carcomiendo mis ideas y obstruyendo mis formas.

Edna parecía confundido, incluso temerosa.

—¿Un problema, dice…?

—Aunque de dónde vengo la consideración y amabilidad es algo que existe solo en libros de cuentos, he aprendido con el tiempo que no se puede forzar la mente humana a límites que simplemente no puede soportar. Eris sufre de un estrés que se ha ido acumulando sin descanso.

Mushoku Tensei: FreedomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora