Mushoku Tensei: Freedom

Egoísmo, Orgullo y Desdén

Sentado con los brazos cruzados detrás del cuello y una pierna sobre la otra, observaba el interior de la taberna. Hombres y mujeres me lanzaban miradas que iban desde la confusión y el desdén hasta la curiosidad, pero la mayoría me miraba con cautela. Por cierto, la taberna estaba llamativamente abarrotada.

Tomando asiento frente a mí, Paul y yo éramos los únicos ocupantes de nuestra sección. Detrás de él, la guerrera adornada con una armadura reveladora y la chica maga con un comportamiento depresivo parecían servir como sus protectores, pero me miraban con especial atención.

Paul cerró los puños, los dedos apretando con fuerza y comenzó: "Ru..."

"Entonces, ¿el traidor logró recuperar su brazo?"

"Rudy..."

"No me llames Rudy; ahora solo soy Rudeus para ti. Ha pasado bastante tiempo desde la última vez que nos cruzamos. No puedo decir que esté emocionado de verte en estas circunstancias."

Evitando mi mirada, Paul bajó la cabeza, pareciendo desdichado. Sus ojos tenían profundas ojeras, su vello facial estaba descuidado y su cabello despeinado exudaba un aura lamentable. No había vitalidad en sus ojos; parecía más un cadáver consciente.

"Y-yo, bueno... Rudeus, me sorprende que todavía estés vivo."

"¿Por qué has venido aquí, Paul?"

"¿Qué?" Los ojos de Paul se abrieron con sorpresa. "¿De qué estás hablando? Debes haber visto mi mensaje."

"¿Qué mensaje? He estado bastante preocupado por mantenerme con vida."

「¿Mensaje? ¿A qué diablos se refiere?」

"Bueno, Rudeus, ¿qué has estado haciendo todo este tiempo?"

"¿Crees que estoy mintiendo? He estado sobreviviendo. Pero si quieres la versión extendida, aquí va..."

Comencé a contar el desastre de maná en Roa hace un año y medio, seguido de mi encuentro con Ruijerd. Omití los detalles de la masacre en Rikaris. Luego, narré nuestra entrada al Gremio y nuestro viaje como Aventureros, el nacimiento de Dead End y nuestra expedición por el Continente Demoníaco. Llegué a la parte sobre la tribu de las bestias, mi captura y eventual liberación.

Por supuesto, guardé silencio sobre el Mal y mi contrato con él. Me abstuve de revelar cualquier avance mágico o marcial, permitiéndole especular sobre mi verdadera fuerza.

En resumen, había sido un viaje largo y lleno de acontecimientos. No es que lo hubiera deseado, ya que mi único propósito desde que llegué y durante todo el viaje había sido reunirme con Zenith y Aisha.

"Por cierto, cuando llegamos a Port Wind, resultó que..."

"Suficiente."

La voz de Paul se volvió fría, interrumpiéndome. Cuando volví mi mirada hacia él, lo noté temblar mientras apretaba los puños y ocultaba sus ojos bajo su cabello descuidado.

"No has hecho más que hacer el tonto todo este tiempo," afirmó en tono severo.

"¿Hacer el tonto? ¿No has estado escuchando? Mi viaje fue arduo, increíblemente desafiante."

"La forma en que lo describe no transmite eso."

"Estás interpretando las cosas como quieres. He compartido mis experiencias contigo; eres libre de percibirlas como quieras."

"Dime," se dirigió Paul a mí, su tono tenso como si estuviera luchando por mantener la compostura. "Mientras estabas en el Continente Demoníaco, ¿intentaste buscar otras víctimas del desastre de maná?"