Mushoku Tensei: Freedom

Rudeus vs Red Wyrm

[N/T: Capítulo extra porque el anterior duro muy poco. Espero que les guste.]

[PD: Rudeus si irá a la academia, todos los arcos van a aparecer en este fic, no se preocupen.]

"Rudeus, ¿no sientes simpatía por ella? A pesar de su increíble belleza, su situación actual es bastante angustiosa..." la voz de Soldat interrumpió mi desayuno en la cafetería del primer piso de la posada.

Hablaba con una falsedad que yo conocía, era un mujeriego veterano.

"Sí, Rudeus, tengo que estar de acuerdo; parece un poco extremo..." intervino Sara mientras se sentaba a mi lado.

Era un hecho bien conocido que los aventureros consumían el doble o incluso el triple de la ración habitual de comida. Sin embargo, en la región norte, donde estábamos actualmente, la comida era cara, por lo que muchos optaron por la moderación. Yo, sin embargo, me encontré devorando montones de arroz y frijoles.

Mis crecientes reservas de maná parecían insaciables, dejándome en una necesidad constante de comer.

"¡Rudeus, no me ignores! Lo que le estás haciendo es cruel."

Me volví hacia Sara, que me miró con una mezcla de preocupación y decepción. Conocía esa mirada, me la daba cuando estaba enojada o decepcionada conmigo. Las mujeres y sus complejidades.

Soltando un largo y profundo suspiro, bajé la cabeza y miré al suelo a mi izquierda.

Allí estaba Elinalise Dragonroad, una elfa tan hermosa como siempre, pero ahora marcada por moretones y cansancio, y sus ojos mostraban signos de noches de insomnio. Alrededor de su cuello había una cadena que la ataba a ambas muñecas.

"Sería una crueldad si esta mujer fuera realmente un apóstol, capaz de dañar la ciudad y su gente," respondí, moviendo la mirada hacia adelante y continuando comiendo.

"¡Pero ayer dijiste que confiabas en ella!"

"Sara, la confianza no significa que deba actuar imprudentemente. Ella podría haber aprendido todo sobre mi familia de una fuente confiable, gracias a un benefactor que conozco. Prefiero esperar a encontrar a Paul y evitar riesgos innecesarios. No depende de un debate y no dejaré que influyas en mi decisión."

Sara me miró fijamente, apartó su plato y se fue abruptamente, llamando la atención de toda la cafetería.

Cuando Sara salió, los ojos de la gente volvieron a mí. En lugar de perseguirla, me concentré en mi comida.

"¿No crees que estás siendo demasiado cauteloso?" preguntó Soldat con precaución.

Cogí un poco de arroz, lo mezclé con salsa y le di un bocado antes de hablar con la boca llena: "Bueno, Soldat, considera esto: si la situación no lo ameritaba, ¿habría causado tanto caos en el bar ayer?"

Parecía que otros percibían mis acciones como excesivas, sin entender la manipulación de alguien como Hitozen. Era posible que hubiera influido en la elfa, guiando sus acciones. Aunque la balanza se inclinaba hacia que ella no conociera a Hitozen y Hitogami, preferí actuar con cautela.

"No te preocupes," le aseguré a Soldat, poniendo una mano en su hombro. "Parece tener cierta adicción por los hombres; la dejaré en tus capaces manos." La miré fríamente. "Así es como puedes ayudarla."

La puerta de la cafetería se abrió, revelando a un miembro del Stepped Leader. Era un joven, casi de mi edad, y el más joven del grupo de Soldat.

"Oye, Lord Rudeus... Oh, Soldat estás aquí. Jefe, ¿se lo has dicho?"

Mientras seguía comiendo, miré a Soldat a mi lado. Se rascó la nuca, evidentemente renunciando al asunto relacionado con Elinalise.

"En realidad, no vine aquí para hablar de reparaciones del bar o de la aparente esclavitud de la elfa. Hay un Red Wyrm causando estragos en el norte..."