Mushoku Tensei: Freedom

Quagmire - Parte 2

Mientras los huesos se fusionaban perfectamente, una entidad parcialmente translúcida se materializó en el corredor, flotando: una figura humanoide sin cabeza y sin pies.

"¡Tenemos esqueletos y un Wraith, jefe!"

"¡Acércate más, Patrice!"

"¡De acuerdo!"

"¡Sara, Timothy, Rudeus, cuídennos las espaldas! ¡Concéntrense en los esqueletos!"

"¡Está bien!"

Giré y descubrí varios esqueletos empuñando espadas antiguas cubiertas de óxido que avanzaban rápidamente desde atrás. Sorprendentemente ágiles, se acercaron.

"¡Fuera del camino!" gritó Sara, adelantándose a Timothy y a mí, colocando su arco en el hombro y blandiendo un cuchillo de tamaño considerable.

"¡Los esqueletos son vulnerables a ataques de fuerza bruta, Rudeus!" aconsejó Timothy.

Al volverme, hice un gesto hacia los esqueletos que se acercaban. Si la fuerza bruta era la clave, tenía abundancia.

Mis manos soltaron balas de piedra impulsadas por el aire, girando y calentándose hasta que las puntas brillaron de color rojo. Los proyectiles silbaron a través de capas de esqueletos, desmantelándolos uno por uno.

"¡Responde a mi llamado, Dios de las Tinieblas, y destruye mi...!"

En un instante, Timothy abortó su encantamiento. Al igual que Sara, no pudo avanzar antes de que yo erradicara todos los esqueletos.

"Muy bien, hemos terminado aquí," dije.

"¡Aún no!"

Cuando me volví para apoyar a Suzanne y los demás, el grito urgente de Timothy me obligó a dar un paso atrás.

Un esqueleto se materializó ante mis ojos y los que Timothy había destruido se estaban volviendo a reunir.

"¡Mientras ese Espectro viva, los esqueletos son inmortales!"

Me sentí estúpido por no considerar todas las posibilidades: los esqueletos eran inmortales. Destrúyelos, prendeles fuego y persistirán. La fuerza bruta simplemente los inmovilizó temporalmente.

Mientras estaban sometidos, necesitábamos eliminar a los espectros que los animaban.

La magia de fuego podía carbonizar a un Espectro, pero solo ganaba tiempo. La magia divina fue la más efectiva contra los Espectros. Los eliminaba rápida y completamente, a diferencia de los hechizos de fuego.

Con un gesto tranquilo, conjuré una caja de piedra, atrapando a todos los esqueletos dentro. Volviéndome hacia el frente, dije: "Es tu turno."

"¡Te invoco, Dios que bendices la tierra que nos nutre! ¡Entrega el castigo divino a aquellos lo suficientemente tontos como para desafiar las formas naturales! ¡Purifica!"

Evidentemente, Mimir había recibido entrenamiento en esa escuela de magia en particular.

Me volví ante el sonido de un encantamiento desconocido y fui testigo de la bola de luz que Mimir había conjurado golpeando el cuerpo del Espectro.

"¡Gyeeeeeaaaaa!" Con un chillido ensordecedor, el fantasma desapareció.

Su forma parcialmente transparente se hizo añicos, reducida a diminutas motas de luz que pronto se desvanecieron en el olvido.

Rápidamente, deshice la caja de piedra y los esqueletos del interior se desmoronaron.

"¡Está bien, estamos bien!" declaró Suzanne. "¡Regresen todos a la formación!"