Mushoku Tensei: Freedom

Solicitud al Estilo Boreas - Parte 1

Se descubrió que quien había movido los hilos detrás del secuestro había sido el mayordomo, Thomas. Parece ser que este hombre era quien tenía las conexiones con un noble. Aparentemente, la Joven Maestra había llamado la atención de aquel noble durante cierto tiempo, y él quería sacarle a golpes su espíritu feroz e inquebrantable.

Thomas, seducido por el dinero, añadió a mi magnífica ecuación a dos larvas incompetentes que el noble pervertido había elegido.

"Dios, realmente hay algunas personas tan desvergonzadas en este mundo."

Si iba a hacer eso otra vez, al menos podría hablar conmigo primero. Calculó completamente mal al no considerar dos cosas. En primer lugar, que poseía suficiente destreza mágica para escapar de los dos bandidos, y en segundo lugar, que esos dos no le tenían lealtad alguna. En cuanto al noble lujurioso, se hizo el inocente y escapó de los cargos.

En parte porque el insípido testimonio del imbécil de Thomas era exageradamente inadecuado y en parte porque los dos incompetentes estaban muertos, por lo que no pudimos encontrar ninguna prueba de la participación del noble. Aún así y lejos de la estupidez de todos los involucrados, había demasiadas variables que para alguien como yo metido en ramas sociales corruptas, encontraba desconocidas. Sospechaba que había maquinaciones políticas involucradas.

El incidente se consideró resuelto por completo debido a la intervención de Ghislaine. La familia Boreas Greyrat podría promocionar abiertamente el hecho de que tenían a la Reina del Filo Celestial, como su guardaespaldas, previniendo posibles incidentes mientras proclamaba la fuerza y la riqueza de su casa.

Me fue ordenado darle todo el crédito a Ghislaine, incluso después de que les dijera lo ocurrido. Parecía que no querían que otros en la familia Greyrat supieran de mi existencia. Sin embargo, más negociaciones políticas, supuse.

"Aún así, vaya sorpresa. Los Greyrat aparecen ante mí como una plaga de ratas. ¿Cuántos más habrá por allí escondidos esperando a mi encuentro?"

—Y así proseguiremos con el tema. ¿Entendido?
—Perfectamente.

El querido Philip me explicó todo esto en la sala de recepción; pensaba que solo era el hijo consentido del Lord, pero también era el alcalde de Roa. Posiblemente haya sido él quien arregló todo el asunto, o tal vez el que le extendió la mano al noble para llenarlo de cargos y tomar algo que tenía...

Crucé mis piernas y levanté la tasa de té frente a mí, luego lo miré a los ojos y dije en tono sereno:

—Pareces bastante relajado para alguien cuya hija fue secuestrada.
—¿No te parece que no tenga motivos? Por supuesto que entraría en pánico si ella todavía estuviera desaparecida.
—Ah, seguramente.
—Por otro lado, sobre ti trabajando como tutor de Eris...

Cuando estábamos a punto de comenzar a discutir mi futuro, la puerta se abrió con un golpe, y quién más podría haber entrado de forma tan increíblemente exuberante y bruta, que el abuelo de Eris.

—¡Lo escuché todo! —dijo el viejo Sauros. Entró en la sala de recepción y me alborotó el cabello con mano firme, obligándome a soltar la tasa y escupir una mueca de enojo.

—¡Escuché que salvaste a Eris!
—¿Mi Lord? ¿De qué está hablando? Ghislaine es quien lo hizo. Yo no hice absolutamente nada.

Sus ojos brillaban sombríamente, como un ave de rapiña.

"Si fuera cualquier otro niño normal, quizás hubiera mojado mis pantalones en este momento."

—Tú... ¡Maldito bastardo! ¡¿Crees que puedes mentirme?!
—Por supuesto que no. Pero Lord Philip me dijo que dijera...
—¡PHILIP!