Tiempo actual
Despierto con el incesante sonido de la alarma, me remuevo en la cama durante un minuto más antes de apagarla. Miro a mi lado para comprobar que Vanessa ya se ha levantado, escucho el agua de la regadera caer. ¿Será muy temprano para hacerle una visita en el baño?
Camino hacia la ventana, abro las cortinas mientras entrecierro los ojos por la intensa luz que se filtra, la mañana es fresca, con un amplio cielo despejado.
Entro al baño para empezar con mi rutina.
–Hoy no –grita Vanessa desde el interior de la ducha.
Sonrío divertido.
–Hoy no ¿qué?
–Sabes perfectamente de lo que hablo –contesta mientras se retira el shampoo.
–No, de verdad que no. Explícame.
–Jorge –se asoma a través de la cortina y me mira muy seria–, esta mañana tenemos muchas cosas importantes qué hacer, en muy poco tiempo. Date prisa y comienza a prepararte.
Cierra la cortina para continuar con lo suyo, termino de cepillarme los dientes un poco decepcionado.
Voy hacia el armario para seleccionar el outfit que con tanta premura mandó a confeccionar Alberto.
Una camisa blanca de lino bastante incómoda, un nuevo traje azul hecho a la medida, acompañado de unos elegantes gemelos con mis iniciales grabadas. Me ordenaron usar corbata así que Vanessa me compró una de seda muy linda en color azul, combina perfecto con el traje.
Estoy terminando de abotonarme la camisa cuando ella sale del baño, envuelta en una toalla.
–Wow –se acerca–, qué bien te queda el puesto de director.
Entorno los ojos.
Ella me da un beso bastante provocativo.
Me paro frente al espejo con peine en mano, compruebo qué peinado me sentaría mejor para esta ocasión. Después de peinarme y despeinarme varias veces opto por mi estilo de siempre.
–No señor –exclama Vanessa al verme salir–. Ponte algo de gel, no puedes tener un solo cabello revuelto.
–Entonces creo que tendrás que ayudarme un poco.
Se acerca con tres peines en una mano y el bote de gel en la otra, en menos de lo que esperaba se dice satisfecha de su creación. Me miro al espejo y compruebo que no tiene tan mal gusto, me veo bastante guapo, como siempre.
Me inclino para buscar bajo la cama mis zapatos, recuerdo haberlos dejado por aquí anoche. Los encuentro sin problemas pero al levantarme siento un tirón extraño en el pantalón. Realmente está hecho a la medida, un rato más agachado y quizá habría habido un accidente.
Me miro una vez más al espejo para comprobar que todo esté perfecto.
Vanessa está corriendo por toda la habitación, consiguió un vestido del mismo tono que mi traje, haremos un match perfecto. Se cepilla el cabello mientras organiza su maquillaje, estoy seguro que aún no decide qué zapatos usará y mucho menos la joyería.
–Te veo abajo –parece que no me escuchó.
Tomo la corbata que aún está en su caja junto con el saco y bajo a la cocina. Resultaría incómodo llevarlos puestos toda la mañana, así que me los pondré al llegar a la oficina.
¿Qué se debe desayunar en un día como este?
Me pongo el mandil para no ensuciarme, conociendo mi suerte, no podrá faltar la mancha en la ropa.
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¿Quién eres?
Non-fictieEsta historia narra la vida de muchas personas, pero a la vez cuenta la historia de una sola. Decidida, Ana empieza una inocente búsqueda de sus antepasados, sin embargo, en el camino descubrirá historias asombrosas, acontecimientos tristes, cosas...