Capítulo 25

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¿Cuándo fue la última vez que había estado tan nerviosa? Claro, justo una hora antes, al momento de proponerle a Lia que fuera su novia. Y ahora lo era.

Los señores Choi observaban a su hija, luego sus ojos se posaban en Yeji, ya habían notado la ruptura en el tobillo de su pantalón, pero igual como hicieron con la mejilla, omitieron sus comentarios.

Lia mientras tanto, había hecho uno de sus ademanes cuando esta nerviosa: quitarse los anteojos y limpiarlos. Esta era la cuarta vez que lo hacia.

-¿Y bien? -Hablo el señor Choi.

Lia y Yeji se miraron.

-Bueno... este yo... quiero decirles que...

-¡Lia y yo somos novias! -Dijo precipitadamente la pelinegra, tomando la mano de Lia y cerrando los ojos fuertemente.

-¿Queee queeeee? -Grito el señor Choi parándose de su asiento en la sala.

-¡Que alegría! -Dijo su madre levantándose pero para abrazarlas a ambas.

El señor Choi no cabía de su asombro, claro, una cosa era saber que algún día llegaría este momento, pero otro muy diferente vivirlo. Y al fin, su mayor temor se había cumplido: su hija, su pequeña Lia, ya era toda una mujer.

-¿No vas a felicitarlas? -Dijo su esposa, este asintió con una sonrisa.

-Me alegro por ti mi pequeña Lia -Dijo dando un abrazo a su "niña".

-Gracias papá.

Yeji observaba la escena. Se preguntaba si así era la reacción en otras familias, cuando el hijo presentaba a su pareja. Ella no lo sabia, jamás se había presentado ante los padres de nadie.

-Yeji... -Dijo el señor Choi mientras daba un abrazo a Hwang dando algunas palmaditas a su espalda -. Bienvenida a la familia -Se acerco a su oído y susurro para que ella solo escuchara-. Si le haces daño, no querrás conocer la furia de un padre... -Y elevo el tono de su voz-. Cuida mucho a mi Lia -Actuando como si nada.

La cara pálida de Yeji se mostró, si, claro, por este tipo de amenazas había evitado ser novia de alguien, pero había algo en el señor Choi que le asustaba más.

-Hum... claro -Giro su rostro en busca de Lia, ella que había sido la razón de todo lo que estuviese ocurriendo en su vida.

-Vamos... -Indico Lia tomando su mano, Yeji obedeció sin preguntar

–Con permiso -Dijo hacia sus padres, encaminándose escaleras arriba.

Estos no dijeron nada, solo observaron la figura de ambas perderse en el segundo piso.

En cuanto entro a la habitación, supo de inmediato que era la que pertenecía a Lia. Observo sus pertenencias, tratando de memorizarlas una por una.

Distinguió un pequeño estante lleno de libros, una mesa donde había un cuaderno abierto y utensilios escolares. Una puerta casi al fondo con un letrero, leyó en voz alta.

-¿Lia laboratorio?

Lia rió, caminando hacia la puerta y abriéndola.

-Es un cuarto que papá construyo, es donde hago mis trabajos -Encendió la luz-. No es muy grande.

Yeji observo una mesa larga, donde yacían varios instrumentos que reconoció cuando cursaba química en secundaria y preparatoria. Tubos de ensayo, matraz, morteros, lámpara de alcohol, un microscopio y otros tantos de los cuales no supo el nombre.

-¿Que es eso? -Indico a un aparato pequeño que se parecía a una calefacción.

-Es un extractor...

-Oh... ya veo

-Es una maquina que se usa para extraer los gases desde arriba.

-Es lindo -Sonrió.

Salieron del pequeño cuarto y cerro la puerta.

Yeji siguió recorriendo con su vista la habitación, miro su cama, miro a protón de azúcar en ella, esto la hizo sonreír. También observo en su tocador el arreglo de lirios que estaban por secarse. Lia había guardado sus obsequios y eso la hacia feliz. "Le importe, siempre le importe", pensaba.

-Siéntate... -Yeji lo hizo en el piso-. No tonta -Sonriendo-. Siéntate en la cama.

-Ah claro -Sonrojándose, se levanto y tomo lugar junto al peluche rosa.

Su atención estuvo en los movimientos de Lia, miro como se dirigió a su tocador y tomo un frasco conocido para ella.

-Quiero curar esa mejilla... si me permites... -Sentándose a su lado.

-Oh si... adelante...

Abrió el frasco como la vez anterior, puso un poco del ungüento en sus dedos y coloco la muestra en la mejilla adolorida de Yeji, esta hizo una mueca de dolor por el contacto, Lia se asusto.

-¿Te lastime? -Parando.

-No... fue una reacción...

Ella continúo esparciendo la crema por todo el área del golpe, haciendo que la pelinegra sintiera esa calidez. Miro directo a los ojos de Choi, pero esta vez, Lia correspondió dando una que otra mirada, una que otra sonrisa y Yeji se enamoraba más y más de ella.

Lia termino su labor, retirando su mano, mas no alejo su rostro, de hecho se acerco a la pelinegra, y ella lo notó, tratando también de eliminar espacio.

Estando a unos milímetros de su boca, sonrió de nuevo, para si besar los labios de Choi, de su novia,  dulcemente.

No había caricias, no había manos recorriendo su cuerpo, aun no estaba lista. Y lo mejor es que Hwang parecía entenderlo. Solo sus labios se tocaban, habiendo uno que otro roce de lengua, pero nada más. Entonces el aire fue necesario, pero no hicieron mucho espacio entre ambas.

-Te quiero Lia... -Dijo Yeji, viendo a los ojos de Choi.

-Yo también... -Respondió esta, sonriendo.

¿Como pudo dudar en haber pensado que no le diría que si? Si ahora se sentía mas feliz que nunca.

Estaba conciente que toda su felicidad se vería interrumpida. Amaba a Lia, de eso no había duda.

¿Pero la amaba demasiado como para traicionar a sus padres? Si era la chica perfecta, esa que quieres presentar a toda fu familia, la indicada, lastima que le hacia falta algo... algo que a ella no le importaba, pero a su padre si: dinero.

¿Por que tenia que estar con alguien de su clase? ¿Para que, no era suficiente la economía de su familia? ¡Podría mantener a todos! Su padre... esa era su mayor preocupación. No quería ser la causante de su infarto, pero lo imaginaba en su cabeza, veía esa escena ubicada en la sala de su mansión. Presentando a Lia como su novia para que segundos después el señor Hwang se tomara el pecho y cayera al suelo desmayado por la impresión. ¡No! No deseaba eso.

Gracias a dios, Lia no le pidió lo mismo, parecía como si entendiera. No estaba lista para anunciar su relación a su propia familia.

La mujer que no soñé jamás (YEJISU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora