Capítulo 35

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Durante todo el día Yeji estuvo demasiado pensativa, no sabia por que no podía sacar de sus pensamientos aquellas charlas. Escuchaba las palabras de sus hermanos una y otra vez en su cabeza. Desde su llegada hace meses.

"¡Maldita sea" Dijo molesta pateando la llanta del auto, se recargo en el cofre, se tomo la cabeza y volvió a revivir ese momento. ¿Hace cuanto de eso? ¿Meses? Ellos vinieron a buscarla, solo para recordarle el convenio de hace años.

"¿Solo fingirás?"

"Papá lo dijo en serio, si ninguno llenaba sus expectativas, ninguno de nosotros seremos acreedores a la herencia Hwang, ¿estas dispuesta a perder lo que te pertenece por nacimiento?"

"¿Que te molesta, si tu siempre fuiste la favorita del abuelo, crees que es justo que te quedes con todo?"

Yeji cerro los ojos, ¿como pudo haber aceptado eso? Claro, cuando hicieron ese convenio ella era una joven de 16 años, irresponsable que solo derrochaba el dinero a diestra y siniestra, por supuesto que le preocupaba perder la herencia.

Que mas podía pasarle, el trato era sencillo, si ninguno era apto para el señor Hwang lo mejor era unirse y así repartirse todo entre los tres. Pero Minhyun y Hyunjin no contaban con que Yeji al crecer, mejoraría su conducta.

-¿Yeji? -Dijo esa voz, aquella que era la responsable de su cambio positivo.

-Lia, que bueno que llegas...

-¿Que fue lo que paso? -Algo preocupada.

-Este auto es una basura, Minhyun me las pagará, sabía que ya no funcionaba y aun así no me lo dijo, y yo que le di mi coche -Pateo la defensa-. Ah... lo siento -Calmándose al ver a Lia-. Gracias por venir.

-De nada... ¿llamaste a la grúa?

-No, para que, esta cosa no tiene remedio, que se lo roben yo que se, no me importa

-¿Lo dejaras ahí entonces?

-Si, que tiene, esta a nombre de mi hermano, a el lo llamaran

-Bueno, te ayudo a sacar tus cosas al menos

-Si, eso si

Sacaron las pertenencias y las metieron al carro de Lia mientras ésta no hablaba, su novia seguía molesta y parecía que quería seguir así.

-¿Listo, nos vamos?

-Claro

Ya dentro del coche, Yeji solo miraba por la ventana, Choi sentía que el espacio de en medio era enorme, solo trataba de comprenderla.

La pelinegra se volvió para mirar el perfil de su novia, sintió angustia, se recorrió cruzando ese espacio para acercarse hasta Lia.

-Perdón, no quería desquitar mi enojo contigo así que preferí no hablar, pero solo me vi mas indiferente -Dicho esto recargo su cabeza en el hombro de Lia-. Ni siquiera te salude -Le dio un beso en la mejilla, luego otro en los labios, Lia trato de no distraer su vista del camino-. Eres tan linda, gracias.

-No hay por que -Sonriendo-. Ahora me puedes decir... ¿cual de todas es tu casa?

Yeji comenzó a reír, tan enojaba estaba que ni siquiera le dio la dirección.

-Lo siento, es... aquella.

Lia abrió grande sus ojos, esa casa... esa casa le resultaba familiar. ¡Claro! Fue aquella vez.

-Pero... dijiste que vivías en...

-Si, lo sé... pero te habías mofado que era una enorme mansión que... me dio pena -Miro a su novia, ¿que no los pobres se avergüenzan de ser pobres? Pues esta vez, era lo contrario.

La mujer que no soñé jamás (YEJISU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora